Estas sanciones en Roma fueron definidas por Andreas Brehme y su dualidad, el héroe del mundo que trajo la gloria del fútbol mientras experimentaba las miserias económicas de la mala gestión de sus recursos económicos. En los últimos años ha habido informes de apuros que sufren debido a que este paleto se alinea en la banda y en el medio campo, y además ataca el balón con la misma eficacia que el safety. Brehme cayó en Munich la noche de junio. Tiene 63 años.
Autor del título mundial de Alemania en 1990, su muerte se produjo pocas semanas después que la del técnico que dirigía la selección, Franz Beckenbauer. Brehme es el primer futbolista de todo el grupo del que usted habla. “Estos días son muy tristes para el fútbol alemán y para todo el equipo”, asume Pierre Littbarski, otra gloria del balompié alemán.
Littbarski, Völler, Hassler y Matthäus, que ganaron el Balón de Oro el año pasado, se vieron afectados en el partido olímpico de Roma cuando el uruguayo Codel le infligió un doble penalti a cinco minutos de la final. Matthäus había constatado que había dado el paso hacia el equipo en los cuartos de final de Checoslovaquia y que también fracasó en la tarea decisiva en la semifinal contra Inglaterra. Pero hubo un supuesto problema con sus jugadores y Beckenbauer envió un mensaje a Brehme para desestabilizar al metaargentino Goycoechea, el más parapenalista del momento.
Hace un año, en un canal de televisión alemán, pudieron contactar a un hombre en la historia de este episodio: “Sabía que lo ibas a tirar a mi derecha”, dijo. Lo que no sé es que Brehme, que tenía la ambición de tener más solución con seguridad para brillar en el ajedrez, tuvo que ejecutar la sentencia máxima del día. “Tuve un golpe en la piedra y pensé que era más seguro ejercer la abogacía”, explicó el alemán. En realidad, desde que existió el metro, siempre son más seguros con el derecho.
Ese año, el Balón de Bronce fue interpretado por Matthäus y Totó Schillaci y por Paul Gascogne o Franco Baresi. Así que fichó por el Inter, donde pasó a formar parte de la campaña del Bayern y comenzó su carrera profesional en el Kaiserslautern, que se convirtió en el club de su corazón. En 1993 hizo campaña en Zaragoza con los representantes del técnico Víctor Fernández, con quien, sin embargo, posteriormente mantuvo una buena relación.
Brehme tenía una casa en Alemania con Pilar, hija natural de Utebo, y tenía cierta amistad con el presidente Arturo Beltrán, y no compartió mal destino con quien también tuvo que cumplir las condiciones para incorporarse en Hamburgo, el club de su ciudad. y el que jugaba con jugo cuando era niño. Cuando llegó a Zaragoza estaba en el lateral, pero en realidad tuvo continuidad en su puesto en el Inter a partir de ahora en la selección. Y las personas que conoció el empresario lucharon por su terquedad a la hora de alinearse en el centro del campo. Si bien en estas últimas jornadas no jugó como lateral ante el Tenerife, el club cedió el bajo.
Lamentado en el Kaiserslautern, vivió en una montaña rusa: en 1996, cuando pensaba en retirarse, ganó la Copa y descendió a Segunda. “Se fue al barro y yo me voy a salir de aquí”, aseguró. El equipo ascendió al año siguiente y regresó a las grandes ligas de la Bundesliga. En ese momento recogiste las botas y empezaste una nueva vida para que puedas guardar nuevos golpes y una muerte temprana desenmascarada.
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