abril 24, 2024

Andrea Rizzi: Móviles, genoma y las puertas de Pekín a Europa | Opinión

Andrea Rizzi: Móviles, genoma y las puertas de Pekín a Europa |  Opinión
La imagen de Xi Jinping en una pantalla durante una actuación que celebra el Día Nacional de China el viernes.Kin Cheung (AP)

El peso de la mirada ajena es una especie de poderoso agente atmosférico que ayuda a moldear la vida de los seres humanos. A veces para mejor, inhibiendo comportamientos indignos bajo el impulso de evitar la desaprobación que conllevan; otros para peor, induciendo contorsiones sin sentido simplemente buscando la aprobación de los demás. Este ha sido el caso desde los albores de los tiempos, pero la era tecnológica en la que vivimos agrava el problema. La conectividad digital, las redes sociales y otros desarrollos aumentan la exposición de los agentes. A la luz del día hay una exposición voluntaria -en busca de atención y protagonismo- con un gran desfile de comentarios o imágenes en foros de diversa índole; En la oscuridad, digitalmente, pero no solo, estamos sujetos a otro tipo de mirada que se infiltra en nuestra privacidad en contra de nuestra voluntad. Puede que seamos demasiado conscientes de lo primero y muy poco de lo segundo.

Los líderes de la UE se reunieron con sus homólogos estadounidenses esta semana para lanzar el Consejo de Comercio y Tecnología, una iniciativa lógica como parte de un esfuerzo por cerrar filas entre las democracias liberales luego de la ruptura de la era Trump contra poderes autoritarios como China. Sin embargo, en el camino, la UE hará bien en mantener un sano escepticismo. La retórica de Joe Biden es mucho mejor, pero no todos los hechos la acompañan. Se sabe que los gigantes tecnológicos saben casi todo sobre nosotros (y también quieren saber lo poco que queda). Además, el pasado exige la máxima cautela. No se puede olvidar el espionaje masivo de la agencia gubernamental NSA, que por la puerta trasera recogió todos los datos que pudo sin dudarlo. Se necesita toda una vida para generar confianza; no se necesita mucho para romperlo y, una vez roto, es difícil de creer de nuevo.

Pero la UE y los europeos harán bien en llamar la atención sobre el otro lado de Jano, el dios de dos caras de las puertas que se abren al control: Pekín. En las últimas semanas se han ido acumulando algunas novedades. Las autoridades lituanas han recomendado a sus ciudadanos que desechen los teléfonos móviles chinos, denunciando que han detectado una capacidad de censura activada de forma remota en un modelo de Xiaomi y agujeros de seguridad en otro Huawei. Las empresas niegan las malas prácticas, y el gesto forma parte de la tensa relación entre Vilnius y Beijing por otros motivos. Pero la advertencia no debe ignorarse y conviene recordar que Xiaomi fue el primer vendedor de teléfonos móviles de Europa en el segundo trimestre, según datos recogidos por la empresa Strategy Analytics. En el contexto de todo esto, destaca la perspectiva de instalar infraestructura 5G.

Igual o incluso más inquietante es la sospecha de que la mirada de los demás esté incluso fija en nuestra genética. Una importante investigación de la agencia Reuters ha puesto en el centro de atención las actividades del gigante chino de la genómica BGI. La empresa es un punto de referencia para las pruebas prenatales para detectar anomalías en los fetos. Más de ocho millones de mujeres en cincuenta países, incluida una docena de europeas, han recurrido a sus servicios. Reuters muestra que la información genética recopilada se transfiere en gran parte a China, donde la empresa mantiene una enorme base de datos, de fetos y madres, financiada por el gobierno chino; toma nota de la estrecha cooperación de BGI con el ejército chino; cláusulas contractuales mediante las cuales los datos recopilados se pueden compartir con las autoridades si es relevante por razones de seguridad o defensa. BGI afirma que esto no ha sucedido y que cumple con las regulaciones de privacidad, pero hay autoridades europeas que comienzan a mirar de cerca sus actividades. Nadie sabe que la recopilación de una gran base de datos genética mundial puede ser de gran utilidad estratégica en múltiples sentidos de la investigación.

Las miradas de los demás pueden sacar lo mejor de sí mismas, como cuando observas los ojos de un ser querido mirándonos; prestar demasiada atención a cualquier aspecto no parece beneficioso; Ni siquiera parece prudente no prestar suficiente atención a las miradas que se cuelan en la intimidad más profunda.

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