
Banco Sabadell anunció este martes a los sindicatos que prevé cerrar 320 oficinas este año durante la segunda reunión para negociar el Expediente de Ordenación del Trabajo (ERE). Este ajuste implica una reducción del 20% en la red de oficinas respecto a principios de 2021. Según fuentes sindicales, el organismo que preside Josep Oliu ha anunciado que el expediente afectará finalmente a 1.936 trabajadores. De estas, más de 1.600 procederán de la red de oficinas, mientras que el resto será en centros corporativos. La institución justificó al ERE en la necesidad de mejorar su rentabilidad, en la disminución de actividad en las sucursales y en el aumento del acceso digital por parte de los clientes. Los sindicatos rechazaron la medida y pidieron una alternativa, como unirse voluntariamente a un «plan de cese».
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Sabadell ha mantenido la segunda de las cuatro reuniones previstas con los representantes de los trabajadores para abordar el segundo ERE que está llevando a cabo en menos de un año. La entidad ha cedido representantes que cerrarán 320 oficinas y 172 de las sucursales actuales se convertirán en «cajas de ahorros avanzadas». Con este concepto nos referimos a las oficinas que siempre contarán con un cajero automático y las operaciones necesarias para las operaciones diarias, pero que ofrecerán otros servicios solo en determinados horarios. Además, serán dirigidos por el gerente de otra oficina cercana. De hecho, el grueso de los egresos del banco provendrá de las oficinas, aunque fuentes de negociación argumentan que esto dependerá de cómo se desarrollen los acuerdos.
El banco también entregó un maletín con argumentos que justifican el ERE, que afecta al 12,5% de la plantilla actual del banco catalán. La entidad expone razones económicas, señalando que su rentabilidad es del 3%, cuando el costo de capital es tres veces mayor (superior al 9%) y productivo. Estos se concretan en la disminución de la actividad de oficinas (68,7% en las principales operaciones realizadas en la red respecto a 2017) y en el incremento del uso del entorno digital por parte de los clientes (el volumen de en línea es un 19,2% más que en 2017).
En un comunicado, la UGT rechazó el ERE «con el mayor énfasis» y denunció que este proceso es incompatible con la contratación de cerca de 200 nuevos ejecutivos en la red de oficinas. El nuevo ajuste se suma a lo que la institución ya acordó con los sindicatos a finales de 2020, tras lo cual 1.800 empleados abandonaron voluntariamente en el primer trimestre de este año. El banco, sin embargo, cree que esta práctica no fue suficiente para cubrir los 1.900 puestos que se extinguirán con el ERE.
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