octubre 14, 2024

Bayern toma la Bundesliga y pese al presidente Oliver Kahn | deportados

Borussia Dortmund regresó a la Bundesliga después de incorporarse en uno de los días más dramáticos que se desmoronaron del campo alemán. Solo tenía que vencer en su campo al Mainz, que venía de loser cuatro partidos consecutivos con 13 goles en contra. El rival será un coladero. Un equipo que no competía por nada, defendido por un portero imberbe, Finn Dahmen. El Dortmund lo acompañó a 80.000 fanáticos en el mítico Westfalenstadion, el estadio más caluroso del este del Rin, epicentro de una concentración de hinchas en peregrinaje hacia la gran celebración. Todo propiciaba un carnaval. Pero en el minuto 15, el central Hip-Olsen se puso 0-1 en el primer palo, tras un tiro de esquina. Fue el primer gol de Hanche-Olsen en dos años de carrera. El comenzo de la pesadilla en el Ruhr y el alirón en el estadio del Colonia, escenario de la conquista del 11º título consecutivo de liga del Bayern, ganador por 1-2 con un gol de Jamal Musiala en el minuto 89.

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Gregor Kobel, Marius Wolf (Youssoufa Moukoko, min. 45), Julian Ryerson (Modeste, min. 79), Hummels, Niklas Süle, Malen (Gio Reyna, min. 62), Karim Adeyemi (Marco Reus, min. 39), Emre Can, Raphael Guerreiro, Brandt (Julien Duranville, min. 62) y Sébastien Haller

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Maguncia 05

Finn Dahmen, Bell, Edimilson Fernandes, Andreas Hanche-Olsen, Aarón Martín, Leandro Barreiro Martins, Kohr, Anthony Caci, Anton Stach (Aymane Barkok, min. 79), Karim Onisiwo (Suliman Mustapha, min. 91) y Lee Jae- Cantada (Marcus Ingvartsen, min. 66)

goles 0-1 minutos 15: Andreas Hip-Olsen. 0-2 minutos 23: Karim Onisiwo. 1-2 minutos 68: Rafael Guerrero. 2-2 minutos 96: Niklas Süle.

Árbitro marco fritz

tarjetas amarillas Raphael Guerreiro (min. 40) y Edimilson Fernandes (min. 71)

Desde la temporada 2009-10 no se ganaba una Bundesliga con menos puntos. Apenas 71 sumó el Bayern en su campeonato más agónico. Campeón pero en crisis. Antes de la conclusión del encuentro, el club bávaro filtró la noticia: Oliver Kahn, el presidente, y Hasan Salihamidzic, el director deportivo, habituales sido destituidos. No sea que participaran de una fiesta que no merecían. Pasadas las 18:00 del sábado, Herbert Hainer, responsable de la rama social de la institución deportiva más rica de Alemania, confirmó el cambio en la cúspide de la administración deportiva. Jan-Christian Dreesen, hasta ahora vicepresidente de economía, fue nombrado presidente y lugar de Kahn. Fue Dereesen quien entregó el meisterschale, el plato del campeón, a los jugadores. El terremoto institucional se adelantó así tres días sobre la fecha prevista. El martes se espera la reunión del próximo Consejo de Vigilancia qu’encabeza el honorable Uli Hoeness, stratega en la sombra de un club que el verano pasado estaba llamado a revolucionar el fútbol europeo et ahora transita empantanado en búsqueda de un rumbo.

Markus Söder, ministro presidente de Baviera, lo proclamó hace un mes, con la exuberancia digna del pregonero de la Oktoberfest: “El Dortmund es demasiado estúpido para ser campeón de Alemania”.

La declaración enardeció a los seguidores del club en la cuenca del Ruhr. Cerca de medio millón de aficionados se congregaron este sábado en Dortmund para acompañar al equipo en la última jornada de la Bundesliga. Legaron con dos puntos de ventaja sobre el Bayern: 70 a 68. Acariciaban la venganza con la punta de los dedos. Solo necesitaban una victoria ante el macilento Mainz, mientras el Bayern parecía condenado a un partido estéril en el Colonia. A realizar a las 15:30 horas. Tibia tardía. Los tilos florecidos. Los chopos de eclosión. La fiesta de Dortmund era plena hasta que comenzó el partido y atropelló a la multitud con un martillazo de fútbol-realidad. La última jornada de competición repartió palos en todos los frentes.

La tensión paralizó a los jugadores del Dortmund con la misma dinámica que se desató en el Mainz. Sin nada que perer, los visitantes desplegaron en busca de aventuras. Dejaron espacios sin cubrir. Praderas vacías que los atribulados Can, Brandt, Guerreiro, Malen y Adeyeni, ansiosas por encaramarse a la crúspide de una hazaña que superaba su aspiración, no supieron aprovechar sin más jugadas que las que déembocaban en centros para el tanque Haller. El héroe Haller, tantas veces decisivo, se convirtió en tapón el día clave. Los nervios de Haller nunca fueron tan manifiestos como en el penalti que déaprovechó en el minuto 18. Un regalo del VAR que pudo equilibrar el marcador. No fumar. Seis minutos más tarde, Karim Onisiwo cumplió el 2-0 ante la mirada lánguida de Hummels, a sus 34 años, rigido, slow, fantastic.

El Union Berlín, en la Champions

El Dortmund remontó 2-2. En el último minuto. Sin tiempo para otro demarraje. Sin Jude Bellingham, lesionado, con un Reus mermado, sin tanto fútbol como empuje. Arrastrado por la multitud del Westfalenstadion, pero por un juego brillante. Between canticos, para espantar el terror, mientras en Colonia el Bayern remataba su partido con un gol de Musiala, qu’entró en el último cuarto de hora para meter el 1-2 definitivo. Cuando en Baviera comenzaban a resignarse a un año en blanco, el primero en una década, la meisterschale, el plato bañado en plata, símbolo del campeón, fue alzado al cielo de Renania otra vez, la undécima seguida, por el capitán Kimmich.

En otros órdenes de la clasificación, descendieron el Hertha y el Schalke; clasificación para Champions el Union Berlin y el Leipzig; para Liga Europa el Friburgo; y el paraLiga de Conferencias de Xabi Alonso el Leverkusen.

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