abril 25, 2024

Biden anuncia acuerdo entre demócratas y republicanos para impulsar el plan de infraestructura de Estados Unidos | Internacional

Biden anuncia acuerdo entre demócratas y republicanos para impulsar el plan de infraestructura de Estados Unidos |  Internacional
Joe Biden anuncia el acuerdo de infraestructura, rodeado de los senadores que lo negociaron, este jueves en la Casa Blanca.SARAH SILBIGER / PISCINA / EFE

Acuerdo entre demócratas y republicanos estadounidenses para aprobar el plan de infraestructura, uno de los pilares del programa económico del presidente Joe Biden. Un grupo de diez senadores, cinco de cada partido, llegó a un acuerdo marco el miércoles por la noche sobre el recorte presupuestario que aparta parte del texto original –inversiones en programas sociales y lucha contra el cambio climático– y abunda en la creación y modernización de infraestructuras, como carreteras, redes de transporte o acceso de banda ancha. El presupuesto obstruccionista del Senado, que requiere 60 votos para aprobar la ley (los demócratas solo tienen 50 escaños) obligó a un compromiso. «Hemos llegado a un acuerdo», anunció Biden el jueves, y señaló que creará «millones de puestos de trabajo».

El grupo de legisladores presentó el borrador a la presidenta y vicepresidenta, Kamala Harris, al mediodía en la Casa Blanca. Tras la reunión, de la que todos esperaban que saliera el humo blanco, el presidente se presentó a la prensa, envuelto en los asesinos del acuerdo. «Tenemos un acuerdo. Creo que es realmente importante que todos estemos de acuerdo en que ninguno de nosotros obtuvo todo lo que queríamos», dijo Biden, y señaló las concesiones de ambas partes para sellar el compromiso. El acuerdo debe ser ratificado por el Congreso.

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Cuando anunció el llamado Plan de Empleo Estadounidense a finales de marzo, Biden propuso una dotación de 2,25 billones de dólares durante los próximos 15 años, pero los republicanos rechazaron esa cifra porque aumentaría el déficit. Tras varias propuestas y contrapropuestas, con algunas pausas en las negociaciones incluidas, la última y definitiva oferta del grupo bipartidista prevé 579.000 millones de dólares en nuevos gastos para llegar a 974.000 millones en cinco años y 1,2 billones en ocho. Es decir, un billón menos de lo que predijo inicialmente la Administración Demócrata. Los objetivos del plan incluyen la reparación de carreteras y puentes; la sustitución de los autobuses escolares convencionales por eléctricos y de tuberías contaminadas con plomo; el acceso a la banda ancha para todos los ciudadanos, la mejora de la red eléctrica y el fortalecimiento de la infraestructura básica ante los ciberataques, el cambio climático y el impacto de los desastres naturales.

Los senadores se negaron a revelar detalles específicos del acuerdo y no explicaron cómo se financiará. Inicialmente, el presidente tenía la intención de hacerlo elevando los impuestos corporativos del 21% actual al 28%, un aumento que para los republicanos corre el riesgo de desacelerar la recuperación económica. Fuentes con acceso al acuerdo argumentan que el préstamo tendrá dos líneas rojas: no cobrar impuestos a la clase media, como defiende Biden, pero tampoco ser parte de los beneficios de mayores ingresos que sancionó la reforma fiscal de 2017 de Trump.

Los detalles siguen pendientes, los negociadores de la Casa Blanca y el grupo bipartidista dicen estar en desacuerdo en todo al 100%, pero este acuerdo está hasta donde se ha podido llegar, y lo más cerca que está el plan estelar de Biden de convertirse en realidad. En el camino, se mantuvo la ambición presupuestaria del presidente, que lanzó su ambicioso programa de recuperación y modernización económica a fines de marzo y el pasado mes de abril, con dos patas claramente diferenciadas: el mencionado Plan de Empleo Estadounidense y el Plan Familias Estadounidenses. pilares físicos y sociales – «la infraestructura humana, o cura», según la Casa Blanca – de su agenda regenerativa pospandémica. El presupuesto conjunto de ambos programas ascendió a cuatro billones de dólares, aunque el capítulo de medidas sociales del primero ya preveía una inversión de 400.000 millones que ahora se suspenderá si se aprueba la ley.

Cerrar un acuerdo bipartidista permitirá a Biden seguir esa ambiciosa agenda económica, aunque a dos velocidades. Aunque recortado en las previsiones, el plan contempla la creación y modernización de un sistema de obra pública obsoleto, que adolece de deficiencias y acumula descuido. El porcentaje de inversión pública en infraestructura ha caído del 2,7% al 0,7% del PIB desde la década de 1960, mientras que China gasta tres veces más que Estados Unidos El país más rico del mundo cae al puesto 13 cuando se trata de evaluar la calidad de su infraestructura.

El capítulo social, esos 400.000 millones previstos por el Plan de Empleo, fue víctima sacrificada del acuerdo, además de la mayoría de iniciativas de la agenda medioambiental. Según los negociadores, las disposiciones sociales, incluido el cuidado de niños o ancianos, así como la agenda del cambio climático, tendrán que esperar o dividirse en iniciativas legislativas más pequeñas, una forma más factible de pasar por el proceso legislativo.

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