

Las puertas del Real Madrid siguen cerradas para Brahim Díaz, que seguirá cedido dos temporadas más en el Milan. Llegó al Bernabéu en el mercado de invierno de 2019 procedente del Manchester City a cambio de 17 millones de euros a pesar de que su contrato en Inglaterra solo expiraba seis meses después, pero sus minutos con la camiseta blanca eran pocos o inexistentes. El malagueño de 21 años forma parte de la gran batería de jóvenes delanteros contratados en los últimos años para paliar el cráter que se abrió tras la despedida de Cristiano Ronaldo. Sin embargo, la aportación con la camiseta merengue de la gran mayoría de esta plantilla de atacantes es, de momento, insuficiente o irrelevante. Hasta ahora no ha sido una excepción.
Hace apenas un año, en la fiesta de coronaligaZinedine Zidane le pasó una mano por el hombro y le susurró al oído. Brahim sonrió en agradecimiento después de jugar apenas 200 minutos durante todo el curso (casi todo en la Copa, donde se marcó un gol y una asistencia). Su apuesta había sido tan baja que finalmente aceptó un préstamo, una salida a la que se había resistido antes. Se fue al Milán y, a pesar de no ser titular indiscutible la temporada pasada (solo 15 partidos como titular en la Serie A), sus apariciones se multiplicaron (1.868 minutos) y, con ellas, su producción: siete goles y cuatro asistencias. Una alineación que le ayudó a quitarse las telarañas de las dos temporadas anteriores, incluso con el City, y a encontrar cierto camino en la élite.
La tarjeta, sin embargo, sigue siendo escasa para los directores blancos, que muestran otras prioridades entre el despilfarro de los jóvenes. Con o sin Zidane, Brahim seguirá en San Siro. En este caso, el trato no fue difícil. Todas las partes acordaron extender el préstamo del atacante con el Negro rojo, segundo en la última Serie A. El jugador y la Real prefieren no romper la relación, aunque sus trayectorias nunca se crucen del todo. Pese a las notas que dejó en su primera mitad de temporada en el Madrid (un gol y dos asistencias en el grande fundición que Zizou cabalgó para agotar cuanto antes una lastimosa campaña), sus pasos se perdieron en la camiseta merengue. Descartado en el último minuto por la selección olímpica española, el lugar de Brahim ahora es Milán. La Real, por su parte, al no tener al Málaga como primera línea, realiza una operación necesaria dentro de la obligatoria campaña de raleo.
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