marzo 29, 2024

Campeones: Atina Simeone y Koeman implicados | Deportes

Campeones: Atina Simeone y Koeman implicados |  Deportes

La segunda jornada de la Champions se distinguió por el máximo intervencionismo de algunos entrenadores en los momentos decisivos de los partidos. En concreto, destacan cuatro casos y tres de ellos tienen como protagonistas a los técnicos del Atlético, Real Madrid y Barcelona. El cuarto técnico que puso el bisturí en su equipo fue Mauricio Pocchettino, quien con sus variantes para la ocasión desactivó parcialmente el volumen ofensivo del City de Guardiola.

El Atlético cierra con siete ‘delanteros’

Adaptándonos a la remontada final y a la notable mutación del equipo tras una primera parte irregular, vemos que todas las maniobras que puso en marcha para revertir el resultado en torno a Simeone han sido acertadas. A cambio, puso todo su arsenal ofensivo en el verde de San Siro, que es mucho, y lo repartió con sentido común. Solo Cunha permaneció en el banco. Fiel a su filosofía de «puertas giratorias» (rotación constante del posicionamiento de sus jugadores) ingresó posteriormente Joao Félix (primera parte), Lodi y De Paul (descanso) y Griezmann y Lemar (última media hora). Cada entrada traía consigo un reajuste en el marcador y el Atlético acabó jugando con tres delanteros (Correa-Luis Suárez-Joao Félix); dos centrales (Griezmann y Lemar) y las dos laterales (Llorente y Lodi) que hacen de alas. Detrás de la línea imaginaria del balón un centrocampista (De Paul) y los dos centrales (Felipe y Giménez).

Los cuatro cambios en Madrid

Un minuto después del empate de Benzema en el 65, el técnico celeste consumió de repente los cuatro goles que había preparado previamente. Situación insólita en el Real Madrid y lío en la nueva ocupación del espacio. Valverde, que hasta entonces había jugado adentro por la derecha, se fue de banda en esa banda. Camavinga, que hasta entonces había ocupado el carril ’10’, pasa a ser zurdo.

Kroos y Modric, nada más entrar, dividieron el ancho del campo muchas veces y frente a ellos Rodrygo y Vinicius intentaron darle al equipo el ancho necesario que el momento requería, mientras Jovic se posicionó frente a un Benzema que Sheriff sabía cómo encerrarse durante todo el juego. Demasiada carne para tan poco caldo. Valverde chocó con Rodrygo por la derecha y Camavinga no supo si apoyar a sus centrales (Militao y Alaba) o ayudar a sus centrocampistas (Kroos-Modric). El desequilibrio posicional no impidió la creación de media docena de ocasiones de gol, pero no encajaron un par y eso se convirtió en gol, por el mal posicionamiento colectivo en un lineout.

El Barça, de atacar una zona a defender la otra

En el estadio La Luz, Ronald Koeman fue fiel a sus pensamientos. Ya había proclamado que no tenía equipo para jugar en la Champions League y contra el Benfica preparó el mismo planteamiento espantoso del Bayern, con el forzado y significativo cambio de Dest, una vez que cambiaron los bandos, por la lesionada Alba. En Liga, el técnico holandés tira del 1-4-3-3, que tanto gusta a su presidente, con la variante del partido ante el Levante que casi se adaptaba más a un 1-4-2-3-1. En Europa salva su 1-3-5-2, sobre el que se siente más seguro bajo el aspecto defensivo.

Lo que no estaba en su guión es que el equipo era tan vulnerable en el aspecto de contención y tuvo que mover piezas sobre la marcha. El juego olía a tragedia. Primero, tras la declaración de impotencia de Eric García ante Darwin en el primer gol portugués, cambió de bando y colocó a Araujo cerca del área de influencia de su compatriota e inmediatamente después envió a la ducha al tercer central, Piqué. ya le había perdonado una segunda carta y, además, porque llegaba tarde a todas las bolas divididas.

En esta maniobra Koeman no utilizó a ninguno de los tres centrales que tenía en el banquillo: Umtiti, Lenglet y Mingueza, pero retrasó a Frenki De Jong que, hasta ese momento, desde su posición interna, casi medio delantero, había sido el único jugador que había sabido interpretar cómo atacar los espacios que dejaba la otra defensa de tres hombres, la del Benfica. Desde pisar el área rival con gran peligro, hasta ser el encargado de hacer que el balón juegue de cerca.

El PSG se ‘transforma’ en Verratti

Duelo de pizarra en el PSG-Manchester City. O lo que es el mismo Pocchettino contra Guardiola. El técnico argentino ha inventado una nueva posición para Verratti, que hacía más de un mes que no jugaba por una lesión en la rodilla. La operación tuvo sus riesgos. El italiano hacía muchos años que no jugaba como centrocampista de posición frente a su defensa, con dos internos a su lado: Ander Herrera y Gueye, que además de marcar un gol, sacaban a relucir su amplio repertorio de ‘todoterreno’, al más puro estilo Kanté.

Desde el eje central, Verratti se enfrentó a De Bruyne y Bernardo Silva, que lo apretó sin desmayar, pero salió ileso, con su juego al primer toque y su empuje con el balón. Guardiola, tras el partido, se quitó el sombrero. “Marco es un jugador excepcional, extraordinario. Estoy enamorada de él. Bajo presión consigue dar un toque extra de balón detrás de nuestro mediocampo. No es un gran jugador (1,65) pero cuando ves cómo juega, cómo se mueve… No se trata de pases largos, pero sabe dónde están los espacios para crear una nueva situación ”.

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