marzo 16, 2025

Carlos Pérez Siquier: Carlos Pérez Siquier, siempre anclado en su Mediterráneo | Cultura

Carlos Pérez Siquier: Carlos Pérez Siquier, siempre anclado en su Mediterráneo |  Cultura

Me esfuerzo por comprender la permanencia constante de Carlos Pérez Siquier en Almería y entiendo que ese “hombre apostado en un muro de cal” en realidad estaba anclado a la orilla de su mar, en aras de lo visible. Su placer fue esa luz mediterránea. Por eso se hizo fotógrafo y permaneció en su costa para siempre, sin perderse las metrópolis modernas ni los viajes exóticos. Tal fue su pasión por la fotografía y la fidelidad a su mar, que acercó la montaña a Mahoma, haciendo del grupo Afal de la nada, un colectivo de la mejor fotografía en el peor momento de la cultura española, y Almería el eje alrededor del cual ha girado la fotografía española. .

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Un fotógrafo es tu realidad. Esa revelación es cegadora y no se olvida sin importar cómo gire la vida. Todo se puede entender con los ojos. Un fotógrafo no es la impostura de sus sujetos, ni la estética que los compone. El trabajo de un fotógrafo es su vida foto a foto, como un cuaderno. No se sabe dónde llegó a Carlos esa obsesión, el motivo de ese impulso hiperactivo por la mirada, esa predilección por hacer consciente y alegre el acto automático de ver, que todos o la mayoría de nosotros hemos ejercido de forma gratuita e inconsciente por el hecho. de nacer. En Carlos fue sobrenatural. Había en él una fuerza vital que lo empujaba a ser fotógrafo, sobre todo las dificultades, más allá de su pobre contexto en una provincia desheredada de posguerra. Una fuerza ligada a la juventud, al impulso vital, a la sorpresa de los días, al desnudo en las playas vírgenes de Cabo de Gata, al debate vehemente del jazz y la literatura con los amigos, a las tardes tiernas con los amigos. Por eso nunca dejó de ser joven, ni de ser fotógrafo: lo convirtió en su estilo de vida.

Esa fuerza de luz penetraba en el ojo a través de un color vivo, iluminado vigorosamente por el sol del mediodía, que impedía que las situaciones más austeras fueran dramáticas. Siempre ligero. No hubo ironía ni trasfondo, «las cosas como son». Sus objetos, explícitos, agitados por una vanguardia ajena a las tendencias de la moda, nos empujaban a interpretar, a dar explicaciones sobre todo aquello que en su entorno pasaba a formar parte de su iconografía: perros de porcelana, azulejos multicolores, gente común en ropa. fiesta, toallas estampadas, grafitis y carteles, carteles, anuncios de peluquería … Su obra es la sorpresa de lo visible, la luz. «Mi comida: la mirada», dijo. Y así fue. La pausada conversación vespertina en el cortijo se nutre de la mirada entre las buganvillas y el horizonte de los naranjos. No había actividad más divertida que ver. Y cuando la voluntad se lo permitió, sacó su fotómetro y midió una vez la luz incidente, nuevamente la luz reflejada y, a partir de ese momento, lentamente, casi siempre enmarcado en un ángulo bajo, con el azul del cielo presente. Y, como quien no lo quiere, varió las aberturas, forzado por las pocas nubes, por las pequeñas sombras del paisaje. «Una buena foto al año, muchas no es posible». Muchos años de coleccionismo. Un archivo completo para escanear.

¡Tantas veces se burló de su último momento! Siempre improvisando metáforas para relacionarlo con el fenómeno de la luz. «Mientras mi sombra se proyecte contra el suelo, significará que estoy vivo». No le gustaban los atardeceres ni los crepúsculos trascendentes, ni la melancolía del desvanecimiento en negro, ni el desvanecimiento de la luz. Su final debe ser como es: un corte agudo, como el límite vivo, en la sangre, de una imagen contra el borde del papel.

Carlos, como el Mediterráneo de Serrat, estás pensando en volver. Para aquellos que han aprendido a experimentar la realidad visible contigo, cada latido del sol será una imagen tuya. La gran lección de vida que nos das es no alejarnos de la muerte, llegar al final con los ojos bien abiertos, sin importar si llevamos una cámara al cuello o no. Solo por el placer de verlo.

Laura Terre es historiador de la fotografía.