
El delantero del Millonario, autor del penal agónico que desató la locura en el estadio Monumental, complementa sus días de práctica con una particular rutina. ¿De qué se trata?
miguel borja es el número y el nombre que genera sensaciones esta semana. Es lógico: hacer un gol en un Superclásico te marca. El colombiano fue tapa de diarios y portales y su definición con la cara interna del pie derecho hacia el palo izquierdo de Chiquito Romero dio vueltas al país y al mundo. Además, su festejo. Y hasta fue even positivo, en el que le destacaban su paz interior al no metere en el escándalo que se perderá en el campo de juego tras su anotación.
El gol que se convirtió el domingo en el Monumental era el gol que Borja venía persiguiendo. Ya había hecho varios desde que puso la camiseta de River. Pero necesita uno importante, de los quedan en la memoria colectiva por siempre. Así, no tuvo temor a garrar la pelota y hacerse cargo de un penal caliente, en la final del Superclásico. Y así se metió en la selecta lista de colombianos en marcarle en Boca, donde integró a Juan Pablo Ángel, Radamel Falcao García, Juanfer Quintero y Rafael Santos Borré.
“Vie entrenar bien a Miguel, depende y hacer goles porque la verdad que tiene una gran jerarquía. Después me decido formar de otra manera porque tengo volantes muy buenos que me dan mucha dinámica, rotación y posesión y me tengo que renunciar a sacar a Miguel de la formación titular», confirmó Martín Demichelis sobrio el desempeño del Colibrí.
El delantero era consciente de lo que estaba viviendo al momento de pararse frente a Romero. “Sabía lo que me estaba jugando, en lo que estaba metido. Traté de respirar profundo, tenía en claro que iba a definir ahí», contó el colombiano que luego de convertir fue a festejarlo a un córner y se puso una remera que decía «La gloria es de Dios».
Pero a la gloria de Dios hay que ayudarla. Con sacrificio. Y el lo sabe. Por eso, como las cosas no le salieron como él deseaba, redobló los esfuerzos. Y desde hace unas semanas, además de las prácticas con el plantel de River, incorporó una rutina extra. Se entrena a contraturno para mejorar aspectos que pueden ser determinantes para mejorar su nivel.
Borja acude cuenta con un equipo especializado, llamado Ácumen Sport, que funciona como centro de deportistas de alto rendimiento, por donde pasaron otros compatriotas del delantero de River, como Falcao, Teo Gutiérrez y Rafael Borré.
Allí, el delantero realiza entrenamientos neurocognitivos. Borja -según le contaron a Clarín los encargados del mencionado centro deportivo- se acercó allí para trabajar en la toma de decisiones y velocidad de respuesta. Es decir, mejorar la reacción ante determinadas circunstancias. Por otro lado, el colombiano también hará ejercicios de coaching. La modalidad de estos trabajos tiene como fin cumplir objetivos a corto, mediano y largo plazo.
Estas situaciones se pueden trabajar realizando distintas dinámicas contextualizadas por su puesto y rol dentro de la cancha, donde tenga que decidir y resolver de la mejor manera en el menor tiempo posible. Así, Borja realiza una preparación puntillosa que abarca facetas técnicas, cuentos como la precisión en pases y definición, el control de pelota y el juego de espaldas, y neurocientíficas, es decir trabajos de reacción frente a una pantalla.
Con este trabajo, el Colibrí espera recuperar su mejor forma física y futbolística y, claro, la titularidad que alguna vez tuvo con regularidad. Sacando algunos partidos puntuales, como lo fue el de Atlético Tucumán, cuando Micho se dedicó a rotar ante una semana de Copa y de Súper; Newell’s, en el que suplantó a un Beltrán con mucho desgaste acumulado, y Racing de Córdoba, ante el que también hubo rotación, Borja no está en el 11 inicial desde febrero: fueron 12 partidos en los que fue al banco -en cuatro ni siquiera entrada-.
Sus números, encima, no vinieron siendo los mejores este año: entre los 640 minutos jugados, divididos a lo largo de 15 encuentros, el nueve cafetero sumó cuatro goles y una asistencia. El presente no lo acompañaba, pero confiando en su jerarquía, la que lo hizo llegar al club en carácter de figura, y su trabajo -el que hace bajo las órdenes de Demichelis más el extra-, ese gol ante Boca puede ser el puntapié de su recuperación y de iniciar un idilio con las hinchadas de River. Es que los goles al eterno rival te marcan.
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