abril 20, 2024

Detrás de la empresa | Opinión

Detrás de la empresa |  Opinión
Tienda de productos relacionados con el cannabis en Madrid.Luis Sevillano

Después de Uruguay, Canadá fue el segundo país del mundo en legalizar el uso no médico del cannabis en abril de 2020 después de que el gobernador demócrata del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, se uniera a la lista de 15 estados que previamente habían despenalizado el uso recreativo de la marihuana. Además, en su caso, anuló automáticamente las condenas anteriores por consumo y posesión de la sustancia. Su circulación legal en Canadá aumentó en el primer año, al igual que los ingresos al tesoro público de una empresa hasta ahora fuera del control estatal.

En los últimos días en España se ha desatado una sonora avalancha por los pasillos del Congreso para impulsar medidas similares. El viernes pasado United anunciamos planes para activar un proyecto de ley que regule el uso irrestricto de marihuana, More Country dio un paso adelante el martes presentando una Ley Completa de Cannabis que va en la misma dirección y, a pesar de las negociaciones con ERC para hacerlo juntos, no tuvo éxito, ni siquiera el El equipo catalán anunció una iniciativa similar. Sin embargo, desde junio la Cámara aprobó a propuesta del PNV la creación de un subcomité para estudiar su uso medicinal. Tres meses después, aún no se ha constituido y, entonces como ahora, merece la oposición frontal del PP y Vox, mientras que Ciudadanos ha reclamado perder el miedo a la realidad y quitarse el pacto de silencio con el que suele cubrirse. .

No hay mejor indicador de la perezosa lentitud con la que finalmente ha llegado al Congreso una realidad generalizada en la sociedad española. El uso de derivados del cannabis no es exactamente una práctica nueva en el siglo XXI. Los documentos y testimonios abarcan, al menos, todo el siglo XX y han formado parte de las prácticas de entretenimiento de adultos y jóvenes sin demasiados aparatos clandestinos. La concentración de iniciativas parece indicar que diversos sujetos institucionales -PNV, Podemos, Más País, ERC- han finalmente acordado atender la evidente necesidad de una regulación despenalizadora de lo que hoy sigue viviendo ilegalmente en la calle y en casa. Sería deseable que el actual contexto de negociación presupuestaria no represente un obstáculo para la prosperidad de una iniciativa compartida por una parte de los grupos de la Cámara, con matices muy distintos, y a pesar de las reticencias que ha mostrado el Partido Socialista en algunas ocasiones. , como Carolina Darias ministró al subcomité del PNV en junio.

Aunque demoradas, estas propuestas abren un camino hacia el realismo ante un negocio que mueve grandes cantidades de dinero y favorece las prácticas mafiosas, así como una falsa negación que muchas veces roza la pura hipocresía. La salud democrática también debería emerger con más fuerza del debate parlamentario sobre una regulación compleja, difícil y tortuosa. No solo España, sino toda Europa tendrá que afrontar un día u otro para legislar al respecto. Por ahora, las iniciativas en curso pueden ayudar a salir del doble armario hacia un tipo de consumo cuya discusión pública siempre será preferible a la negación neopuritana y disimulada.