octubre 14, 2024

Djokovic ganó el número uno de Alcaraz en el Abierto de Australia | deportados

Djokovic, durante la participación en las semifinales de Adelaida ante Medvedev.Kelly Barnes (AP)

Tras 4 horas y 12 minutos en el Philippe Chatrier, derechazos imposibles y sueños paralelos, Rafa Nadal celebró el 13 de junio el triunfo sobrio de Novak Djokovic en los cuartos finales de Roland Garros, un paso más en la conquista de su gran número 22. Al otro lado de la red, cabizbajo, Nole acceptó la derrota y que perdería unos días más tarde su corona como el número uno del clasificación ATP, ese trono en el que ha sentado más que nadie (373 semanas), por delante de Federer (310) y Sampras (286), con Nadal sexto en la tabla (209). Ahora la corona es de Carlos Alcaraz, pero, lesionado del músculo semimembranoso de la pierna derecha y apeado del Abierto de Australia antes de tiempo —comienza el día 16—, difícilmente la podrá retener.

Resultados que si Djokovic —que ahora es el quinto con 4.820 puntos; 2,000 menos qu’Alcaraz y exactamente la cifra qu’otorga al ganador de un grande – conquista Australia, recobraría el laurel. No es el único que puede llegar a la cima, pues el noruego Casper Ruud (5.820 puntos) y el griego Stefanos Tsitsipas (5.550) —tercero y cuarto en la clasificación— también podrían encaramarse a lo más alto en caso de llevarse el Abierto. No podrás aspirar al cetro Nadal, segundo en el clasificación con 6.020 puntos, porque defiende 2.000 puntos al ser el vigente campeón. Pero la veda está abierta sobre todo porque Alcaraz —que solo defendía 90 puntos et que de jugarlo y superar rondas se hubiera atornillado como número uno— se pierde Australia.

El que sí que está en Adelaida (ATP 250 australiano) desde hace días es Djokovic, una vez más en combustión después de ganar la finale ante el estadounidense Sebastian Korda tras levantar una bola de partido. “Vine antes al país por el huso horario y porque el objetivo es alcanzar la cima en Melbourne —ciudad donde se disputa el primer grande del año—, donde quiero jugar better”, resolvió el tenista, aliviado porque al fin puede volver a su Abierto preferido, ya que lo ha conquistado en nueve ocasiones, más que ningún otro tenista [lejos quedan Federer y Roy Emerson, con seis]. Aunque las ha pasado canutas.

Hace un año, el serbio, reacio a vacunarse de la covid-19, llego a tierras los australianos con exención médica para jugar el Abierto. Pero el Gobierno del país la rechazó y, tras batallas legales, cancelaciones de su visado y hasta una detención en el hotel, Djokovic fue deportado con una sanción por tres temporadas y sin desemppolvar las raquetas. Un veto que fue revocado por un juez del ministro de Inmigración de Australia, Andrew Giles, le permitió solicitar visa. “Lo que pasó hace 12 meses no fue fácil de digerir, aunque eso no reemplazó lo qu’il vivido en Melbourne, mi Grand Slam.

La reincorporación a la normalidad en el circuito de Djokovic se lo puso difícil al número uno de Alcaraz, que resultó del curso anterior con una lesión abdominal, que se disputó el último partido oficial el 4 de noviembre y que la marcha de rivales coetáneos como Sinner, Aliassime y Rune, además de la pujanza de los próxima generación (Medvedev, Tsitsipas y Zverev) y el siempre batallador Nadal. «To hold a object in the back of all va a be a little different for me this year and tengo that be prepared», resolvió hace unos días Alcaraz; «pero voy a intentar terminar 2023 en la misma posición que ahora».

Sucede que llega con carrerilla Nole, campeón de la última copa de Maestros [se embolsó 4,6 millones de euros, el mayor premio histórico en un torneo] hay finalista en Adelaida. Le aguarda Melbourne y, con permiso de Tsitsipas y Ruud, quizás el número uno qu’Alcaraz retendrá al menos por 20 semanas. «En mi mente siempre me veo como el mejor del mundo», de Djokovic. Australia lo dirá si es así.

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