abril 23, 2024

El bono GD30, la alegría de Sergio Massa por la intención de parar una corrida


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La jugada responde más a enfrentar la suba de los dólares libres que al intento de bajar la tasa de riesgo país para seducir a los inversores.

El bono GD30 es un valor público emitido por el gobierno nacional en dólares estadounidenses bajo las leyes de los tribunales de Nueva York que paga 0.50% de interés anual y vence el 7 de julio de 2030.

Este bono, generalmente y en forma legal, viene siendo utilizado para la compra de venta de dólares en los mercados de valores.

Los que lo compran lo hacen con pesos y los venden para recibir dolares en una cuenta del exterior. Los que venden lo hacen contra dólares y reciben pesos. Del proceso de compra y del cociente entre el valor en pesos y en dolares surge el «contado con liquidación» que el gobierno pretenda frenar para enfrentar una «corrida» canje que concertó con el 2023.

El GD30 que cotiza en US$ 35.70 forma parte de la operación de recompensa de bonificación de la deuda por US$ 1.000 millones nominales (La mano de obra sería de US$ 300 millones) que anunció el ministro de Economía, sergio masa y que sobre el cierre de la semana no habia obtenido una buena respuesta de los mercados.

Respecto del anuncio de la recompra de deuda llamó la atención de los operadores financiersos la precio de referencia para la compra, algo que desde el gobierno se explica por querer sorprender al mercado, pero desde el otro lado del mostrador, evidencia un objetivo velado que 48 horas despues de lanzado tambien utiliza los funcionarios: la jugada responde más a enfrentar la suba de los dólares libres que al intento de bajar la tasa de riesgo país para seducir inversores.

Con el oficialismo prácticamente en bloque (incluidos los diputados que responden a Sergio Massa) iniciándole un Juicio Político en la Corte de Justicia en el año electoral y un equipo económico qu’ainta postergar decisiones difíciles con la idea de poder llegar a las elecciones, sería mucho pretender que la Argentina pudiese calificar para recibir inversiones después de años de tener cerrado el financiamiento externo.

La discrecionalidad en el uso de las reservas del Banco Central también cobra relevancia (aún cuando sean US$ 300 millones) en un contexto de escasez de divisas y cuando la sequía amenaza con reducir las exportaciones agrícolas por una suma que los representantes del campo estiman podrían representar 15.000 millones de dólares americanos menos que el año pasado.

El ministro Massa insiste en que sin devaluación y que, por tanto, seguiría intentando con soluciones parciales para estabilizar la brecha cambiaria.

Dentro y fuera del gobierno se reconoce que con la brecha en 100% (diferencia entre el dólar mayorista ($183) y el CCL ($362) será muy difícil lograr que los exportadores liquiden.

«Si la brecha no baja al 80% el exportador se resiste a cerrar operaciones», opinó un diseñador del mercado de granos que, por otra parte, abrió una endija de optimismo sobre los precios en el mercado internacional desde el depreciación que está teniendo el dólar a nivel mundial.

Mientras Massa pelea contra la suba de los dólares gratis y apuesta a que una tasa de interés alta para los ahorristas en pesos evite que vayan al dólar, hay inversores que muestran otra cara del mercado.

A pesar de la baja de las dos ultimas ruedas, el indice Merval de la Bolsa de Buenos Aires acumula una subba de 125% desde julio y los operadores siguen apostando a que la expectativa del año electoral mantendrá activo un mercado que viene con precios bajísimos.

El inicio del año electoral configuró un escenario bifronte muy complicado en lo politico y con un ministro Massa intentando frenar al dólar dentro de lo que considera es una corrida mientras hay inversores que buscan acciones de empresas argentinas apostando a un futuro mayor.

La operaria de los bonos de las últimas semanas, y en especial las del 16 (feriado en EE.UU., por tanto todas locales) y 17 de enero (niveles record de operaciones) están siendo analizadas bajo el manto de sospecha de que sus los compradores hubieran tenido información privilegiada con respecto a la recompensa de la deuda que venía. ¿Aparecerá el listado?

En última instancia, si la falta de dólares representa un dolor de cabeza para el gobierno, los vencimientos de la deuda de pesos en el segundo y tercer trimestre, una razón de $ 2.5 mil millones por mí, no dejan margen para el relax. Ir tapando agujeros por donde entró el agua no siempre salva del naufragio.

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