febrero 12, 2025

El camino conduce al capitalismo exitoso

El camino conduce al capitalismo exitoso

La economía argentina necesita sincerar precios relativos, desregular, equilibrar la macroeconomía y promover fuertemente la inversión y el empleo, para reiniciar el proceso de acumulación de capital, cumplir una década y fiscalizar el subdesarrollo. Estamos ante un país capitalista medio exitoso.

Durante un largo período de administraciones populistas, que generaron excesos de regulaciones insalubres para el funcionamiento de la actividad económica, fue necesario destruir este margen para que la economía pudiera iniciar un proceso de desarrollo de sus fuerzas productivas.

La idea de un “paquete de reformas amplias”, lanzada al mismo tiempo, es correcta: puede dar el mismo ritmo a una señal fuerte a favor de una reversión, inquebrantable para mostrar un cambio de ritmo profundo.

Lamentablemente, todas las reformas propuestas han sido adaptadas para fortalecer el proceso inverso y el empleo privado, debido a las características específicas del funcionamiento de los diferentes sectores económicos.

Tampoco parecen todas las reformas de necesidad y emergencia ni del mismo nivel de prioridad por lo que muchas de ellas están contenidas en un DNU.

En cuanto a las formas, dialogar y negociar con los sectores interesados ​​no tiene deficiencia significativa ni tener que ceder ante el punto de vista, salvo que la oportunidad de los sectores se exprese y se proteja, como empezar a hacerlo para que los Congresos tengan el proyecto de ley ómnibus. . Las referencias en esta nota serán parciales, debido a la escala de las reformas implementadas y la diversidad de los sectores cubiertos.

Hemos emprendido ciertas reformas, especialmente aquellas que se consideran importantes e importantes para destruir el proceso de inversión y empleo, en general y en sectores específicos. Lo que más me sorprendió es el pragmatismo del presidente que expresa el régimen revolucionario de incentivos a las grandes inversiones (RIGI) que puede poner fin a un proceso de inversión de una economía que puede modificar en un momento el perfil de la Argentina.

La transformación en ella registró en ese momento el impulso que permitió la consolidación de grandes empresas productoras de seguros industriales básicos (aluminio, cerámica, petroquímica, siderurgia, papel prensa) a partir de 1958 y en los años 1970.

El capítulo laboral reduce los litigios, ataca a la industria del jugo y adapta los cambios tecnológicos a las formas de contratación. La política de cielos abiertos, que amplía la oferta aérea con líneas de bajo coste, supone una revolución en este campo. Medidas como prohibir al poder ejecutivo restringir las exportaciones brindan seguridad jurídica para revertirlas en un país que abusa de este tipo de restricciones arbitrarias.

Respecto a las modificaciones impulsivas que resultan en los objetos, consideramos que, en algunos casos, podemos presumir desconocimiento, en otros prejuicios ideológicos y, finalmente, diferencias conceptuales con los principios que surgen.

La eliminación de actividades políticas para promover la producción local parece responder a prejuicios ideológicos. Me refiero al contrato nacional, que tiene las mismas condiciones en las licencias públicas prioritarias, con un margen de preferencia al proveedor local, y al proveedor de proveedores, diseñado para ayudar a fortalecer sectores estratégicos, propio de todos los países desarrollados.

Una ingeniosa regulación del comercio exterior, basada en la idea de que quien puede importar, sin necesidad de determinar requisitos legales ni bienes, no ostenta en la Aduana la fuerza institucional necesaria, puede levantar el control del contrabando y la subfacturación como ocurrió durante la década de 1990.

Se emprenderán reformas en un gran número de sectores económicos importantes, incluida la pesca, el sector naval, los biocombustibles y las sociedades de gestión colectiva. La eliminación de la administración del comercio exterior del azúcar, en el mercado del Mercosur, que impide que, en caso de exceso de oferta en el mercado brasileño (segundo productor mundial), inunde nuestro mercado con precios bajos y destruya la producción local. una falta de comprensión del funcionamiento específico de este sector. Todos los países del mundo tienen el tipo de regulaciones de comercio exterior.

La derogación de la ley del libro que establece el precio único del mismo, con el fin de la defensa de la bibliodiversidad y la existencia de bibliotecas en todo el país, genera un límite al poder de mercado de los grandes actores. La apertura de la posibilidad de privatización de empresas públicas como Banco Nación, BICE, INTI e YPF también es cuestionable, por diversos motivos.

Será posible generar una mayoría política reformista liberal-desarrollista con expresión parlamentaria, que impulse “las buenas reformas”, cuya expresión será más efectiva en el revolucionario Proyecto de Ley de Inversión (RIGI).

El escenario en cuestión es aquel en el que todo el proceso de reformas se da por la incapacidad del funcionario de priorizar los capítulos más relevantes de las reformas, por encima de aquellos que existen con consenso social, contaminados por reformas sectoriales menores mal pensadas.

La confusión original respecto de la jerarquía de las reformas podría conducir a la autoridad política o al fanatismo ideológico de los actores del proyecto.

Espero que, en primer lugar, una vez superado el organismo de recuperación, haciendo muchas cosas en el sector y en las fábricas regionales, pueda avanzar sin renunciar a la fábrica básica para sinceramente, liberalizar, equilibrar la macro y fomentar inversión y empleo, condiciones. necesarios para el acelerado e imparable desarrollo de nuestro país.

Federico Poli es economista. Director de Sistemica