La nueva Política Agrícola Común (PAC) desarrollada por la Comisión Europea para el período 2023-2027 carece actualmente del consenso necesario para su aplicación nacional. Andalucía, la comunidad que genera casi el 50% del empleo agrario del país y el 30% de los agricultores en activo, se rebeló contra la propuesta elaborada por la Consejería de Agricultura para el desarrollo de los denominados eco-regímenes, una nueva línea de ayudas directas (sustituyendo el actual pago verde) que dará prioridad a las prácticas agrícolas que contribuyan al medio ambiente y a la lucha contra el cambio climático. El sector agrario andaluz ha producido piña y se ha opuesto al diseño de estas prácticas, estimando que supondrán una pérdida de ingresos de 50 millones anuales entre los más de 200.000 beneficiarios de fondos comunitarios de la región.
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«De salir adelante la propuesta del ministerio, el campo andaluz sufrirá una reconversión brutal y una ruina sin precedentes», advirtió este martes Miguel López, secretario regional del COAG, quien, junto a los dirigentes de Asaja, UPA y cooperativas agroalimentarias, advirtió este martes. . , mostró el rechazo unánime de la campaña andaluza a unos eco-esquemas que representarán hasta el 25% del presupuesto nacional de la PAC (más de 1.100 millones de euros). El formato final de estos eco-esquemas debe estar incluido en el plan estratégico de la PAC, que el Ministerio de Agricultura quiere tener listo a finales de año.
Las cooperativas y organizaciones agrarias andaluzas justifican su temor a los recortes de renta en el proyecto que lleva a cabo el departamento que preside el ministro Luis Planas. Por lo tanto, si a nivel nacional ya existe un principio de entendimiento para la creación de 20 regiones productivas que actuarán como base para la distribución de los fondos de la PAC, para aplicar prácticas relacionadas con la sostenibilidad, el Ministerio ha diseñado solo ocho regiones agroecológicas. Esto, según el sector agrario andaluz, se traducirá en una transferencia de ingresos a otras comunidades menos productivas.
“Hacemos un llamado a una distribución equitativa entre regiones y proporcional al esfuerzo que los agricultores ya vienen haciendo desde hace algún tiempo para mantener las cubiertas vegetales y las prácticas agroambientales”, dijo el secretario regional de la UPA, Cristóbal Cano. La Junta de Andalucía también pidió que se consideren al menos 20 comarcas agroecológicas para el reparto de estos fondos verdes y cree que si finalmente se aprueban ocho comarcas, sería una tarifa plana que perjudicaría gravemente a la principal zona productora agrícola.
«Si queremos que los agricultores y ganaderos consideren atractivo y posible dentro de sus regiones implementar una práctica de eco-esquemas, estos deben estar diseñados de acuerdo a las regiones productivas y tener una cantidad unitaria diferente en función de las 20 regiones», dijo. . Indicó Vicente Pérez, secretario general de la Consejería de Agricultura de Andalucía.
Asimismo, el sector agrario andaluz sostiene que aunque los productores quieran aplicar voluntariamente más de un ecosistema, el sistema propuesto no lo permitirá ya que solo prevé la aplicación de una única unidad de ayuda por explotación. En el caso del pastoreo extensivo, se argumenta que se permiten hasta dos unidades de ganado más grandes (UGM) por hectárea para definir la carga de ganado. Otro temor del campo andaluz es que ahora el presupuesto de la PAC (España recibirá 47.724 millones de euros para el periodo 2021-27) se repartirá en más hectáreas, ya que la normativa de la UE permite zonas que ahora no tienen que explotar eco-regímenes de. derecho al pago.
Las organizaciones agrarias andaluzas advierten que, si es necesario, volverán a poner los tractores en la carretera «para que la hoja de ruta de Luis Planas, que habrá que definir técnicamente a finales de septiembre, sea un documento elaborado en base a consentimiento». colaboración y reconocimiento del peso estratégico que tiene Andalucía en toda la agricultura y ganadería en España ”, indicaron en la rueda de prensa celebrada este martes en Sevilla.
Cooperativas y organizaciones agrarias recuerdan que el complejo agroalimentario andaluz es un motor socioeconómico fundamental para la región, que da energía al medio rural, genera más del 10% del empleo comunitario y supera los 18.000 millones en facturación. De la misma forma, equilibra la balanza comercial (con un saldo positivo cercano a los 6.500 millones), contribuye a la conservación del medio ambiente y fija la población al territorio.