marzo 28, 2024

El ex embajador de España en Afganistán sintió «alivio y tristeza» después de salir de Kabul | España

El ex embajador de España en Afganistán sintió "alivio y tristeza" después de salir de Kabul |  España

El ex embajador de España en Afganistán, Gabriel Ferran, sintió «una mezcla de alivio, pero también de tristeza» cuando abandonó Kabul. Fue en el último de los aviones del Ejército del Aire que salió de la capital afgana el 27 de agosto. Había 80 personas a bordo, entre diplomáticos, soldados y policías; y entre ellos, según Ferran, se ha generado un espíritu de camaradería durante dos semanas en el aeropuerto de Kabul, coordinando la salida de los colaboradores afganos, con la ciudad ya en manos de los talibanes.

Ferran recibió este martes la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil de manos del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. Junto a él, fueron condecorados otros 23 empleados de la Embajada en Kabul y personal que trabajó en la operación de evacuación española, que permitió la expulsión del país de más de 2.000 personas.

En una breve entrevista con periodistas, el ex embajador reconoció que el rápido avance de los talibanes «tomó a todos por sorpresa» – «en una semana las previsiones eran cada vez más negativas» – y, aunque la seguridad aeroportuaria estaba garantizada por la protección de la OTAN tropas, se enfrentaron a una situación impredecible, con grandes multitudes a la entrada de personas que intentaban huir del país y «controles talibanes muy estrictos» en el acceso a las instalaciones. «No sabíamos si podíamos eliminar a todos nuestros colaboradores», reconoce.

El ex embajador asegura que desconoce cuántos de los afganos que trabajaron para las Fuerzas Armadas y la cooperación española se encuentran todavía en el país, pero asegura que «la mayoría de las personas que querían irse han sido rechazadas». La operación, explica, comenzó antes de que la embajada tuviera que ser evacuada y la clave del éxito radica en la «perfecta coordinación» entre la UE y los países de la OTAN presentes en el aeropuerto.

El diplomático, que pasó tres años como embajador en Kabul, recuerda que durante los dos primeros años, a pesar de las condiciones de seguridad, tuvo «una relación bastante fluida con la sociedad local», lo que le permitió entablar amistad con la comunidad local. ‘Afganistán , para lo cual aún mantiene contacto, aunque ya no trata con ese país de manera profesional. «La sensación que me dan todos es de incertidumbre y preocupación», confiesa.

Aunque el ministro elogió que haya decidido quedarse hasta el final, a pesar de que su relevo ya estaba en marcha. Ferran restó importancia a su gesto. “Fue una educación. ellos me preguntarón [que me quedara] y por supuesto cumplí con mi deber. [Pero] No hubo voluntariado personal y hubo una política de gobierno para estar ahí ”.

En el acto, al que asistió la ministra de Defensa, Margarita Robles, Albares insistió en su compromiso de expulsar a todos los colaboradores españoles restantes de Afganistán y anunció que propondrá al Consejo de Ministros la concesión de la ciudadanía española a un traductor de la Embajada afgana que se ofreció a evacuar y Prefería quedarse hasta el final.