
Las cosas van rápido en el Real Madrid para las mujeres. En el inicio de su tercera temporada, el equipo ya afronta su primer intento de disputar la Champions League, rubicón imprescindible tarde o temprano para el crecimiento del proyecto. Este miércoles se jugará el partido de vuelta del sorteo anterior ante el City, dando acceso a la fase de grupos (20.00 horas, 1-1 en la ida). El torneo femenino aún no es como el masculino y solo la campeona de la liga española (Barcelona, que también es campeona del gran título europeo) tiene entrada directa. Madrid, segundo el año pasado, y Levante, tercero, deben superar la revalidación de septiembre para subir al primer escalón continental (el granota verá a las 18.00 horas ante el Lyon, el rey destronado, la remontada tras el 1-2 en Valencia).
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En los primeros pasos del Real Madrid femenino en la máxima categoría, los despachos lamentaron haber llegado tarde al mercado de fichajes en algunos casos. Los trámites de adquisición por parte del club blanco de Tacón a mediados del verano de 2019 tras pagar alrededor de 400.000 € dejaron la sensación de que algunos jugadores se les habían escapado. Su primer curso fue discreto, por momentos incluso traumático (9-1 y 0-6 ante el Barça), y también ocupó brevemente los puestos de descenso. Pero, tras ese despegue forzoso, el barco empezó a enderezarse.
Cuando tuvieron el tiempo que tanto faltaba al principio, los movimientos en Madrid fueron claros: acumular producto nacional y, en gran medida, joven. Jugadores que conocen la liga y que ofrecen tanto resultados inmediatos como luces largas. Con un Barcelona en otra dimensión, intocable en España y ya triunfante en Europa, el conjunto merengue ha maniobrado para asegurar cuanto antes un segundo paso que les ponga por delante de la puerta de entrada a la Champions League.
La Champions League se presenta a Valdebebas como un tema estratégico, fundamental para dar otro empujón. Competir con el gancho del Real Madrid actuaría como un pretexto para atraer más producto internacional de primer nivel, así como más ingresos, y luego pensar en la siguiente etapa: mirar al Barcelona a la cara. El proyecto creció rápido (segundo en su segundo año), pero ahora tiene el salto imperativo en Europa. Su rival en el primer intercambio, el City de la ex Azzurri Vicky Losada, no para.
Aún con el técnico con el que ascendió a Prima con el nombre de Tacón, David Aznar, los merengues se hicieron este verano con la munición arriba: alcanzaron la segunda máxima goleadora de la pasada temporada (Esther González, 29 goles con el Levante, dos de Jenni Hermoso); el delantero de la selección Nahikari, que se marchó tras años de intriga su Real Sociedad natal (104 tantos); la lateral Athenea del Castillo y la mediocampista Claudia Zornoza, entre otras adquisiciones.
La partida de Jakobsson
Un año antes había afianzado la defensa, su agujero negro hasta entonces, con el portero Misa (trofeo de Zamora el año pasado), y los defensas Kenti Robles, Ivana Andrés y Corredera. Y tres jóvenes claves en el medio y en ataque completaron la apuesta: Teresa Abelleira, Maite Oroz y Marta Cardona (14 goles la temporada anterior).
Estos dos últimos, sin embargo, no estuvieron en la ida ante el City por lesión ni siquiera en Manchester, dos delicadas derrotas que también sufrió el equipo ante el Levante el domingo (4-0). El técnico hace que Asllani se recupere (16 goles) tras superar el coronavirus. La sueca, junto a la francesa Kaci (del Atlético) y su compatriota Jakobsson, se convirtieron en los pilares sobre los que empezó a construir este Madrid. Un inicio internacional que pronto se materializa con las selecciones.
Jakobsson, sí, ya no está en Valdebebas. Según ella, contra su voluntad. «Mi intención era quedarme», comentó. Su reputación fue más allá. “Lo mismo le pasó a Sergio Ramos. Recibimos una oferta del club, al día siguiente nos dijeron que no era válida y no propusieron otra oferta (reducida). Nunca pudimos negociar. Solo tuvimos la oportunidad de decir sí o no «, explicó a As el agente del jugador, hoy en el Bayern.
Jakobsson y Asllani, terceros en el Mundial de 2019 y candidatos al Balón de Oro ese año, fueron las primeras grandes apuestas de ese nuevo Real Madrid, ahora muy español. Al principio, como reconoció el técnico David Aznar en el documental Un verdadero sueño, todo fue más complicado. «Cuando llegan las estrellas y ves a los jugadores tomándose selfies con ellas en el vestuario, piensas, ‘bufa, aquí está el trabajo». Dos temporadas después, esa grada mira a la Champions League.
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