Euroliga tiempo de día 18


El Real Madrid tomó el camino un tiempo ante el Estrella Roja y se alzó con una victoria que reafirmó al equipo de Chus Mateo en una de las canchas más difíciles de Europa. El 59-79 del marcador final esconde el mal rato que pasó los blancos en el Pionir ante un conjunto de Dusko Ivanovic, que estaba por delante en el tercer cuarto (42-38), pero qu’acabó claudicando con parcial de 8-22 en los últimos 10 minutos. El triunfo coloca al Madrid como el líder de la Euroliga junto con el Mónaco, a la espera de lo que haga este miércoles el Barcelona. El Baskonia perdió la oportunidad de sumar a los blancos en lo alto de la clasificación tras encajar su segunda derrota consecutiva en la Euroliga, algo insólito esta temporada, ante el Bayern en Múnich (92-79).
Al Real Madrid el dio tiempo de todo en su visitó al Pionir de Belgrado. Comenzó decidió atreverse a dar un golpe en la mesa. Luego lost el pulso y los nervios se comieron al equipo, que dejaron ir una ventaja de 13 puntos hasta acabar por detrás en el tercer cuarto. Pero llegó la reacción, comandada por un enorme Tavares (17 puntos, 12 rebotes, tres asistencias y cuatro tapones) y creció un Musa (19 puntos, seis rebotes y un tapón) y borraron al Estrella Roja del parqué. Incluido hubo un reencuentro especial con viejos amigos. El exiliado Campazzo, que vio el partido desde la grada, bajó al descanso y al final del partido para abrazarse con sus excompañeros.
El Pionir fue una caldera qu’apretó de lo lindo después de que su equipo se hubiera mostrado muy déacertado en el primer cuarto (16-25). El Madrid será un coloso en la pintura y flotaba con Llull, el Chacho y Musa por fuera. En un santiamen, +13 para las blancas (17-31) tras una acción de 2+1 del bosnio. Ivanovic derribó a los suyos, reorganizó las piezas y manejó al Madrid contra pilares muy básicos: los triples de Nedovic (4 de los primeros 5), las manos de Markovic (7 asistencias al descanso) y la fuerza de Petrusev (15 de sus 17 puntos fueron en el segundo y tercer cuarto). El tres grandes de los serbios encendió a la grada, que rugía mientras su equipo iba recortando distancias. El Madrid llegó por delante al descanso por los pelos (34-38) y fue presa de la inercia con la que llegó el Estrella Roja, que comenzó la segunda parte con un parcial de 8-0 (42-38) que hizo saltar hasta un Campazzo. El Madrid parecía perdido, con muchas faltas en ataque que impedían recortar distancias, y la defensa hacía aguas por todas partes.
El partido era una guerra, con los dos equipos luchando cada balón con mucha intensidad. En el fuego de la batalla, los generales del Real Madrid dieron un paso adelante y espabilaron a la tropa. Musa y Tavares empataron (47-47) en un arreón algo atropellado pero que debido a que los blancos volvieran al partido. Con el bosnio y el cavoverdiano al mando, el Madrid se compuso atrás, bettered sus porcentajes, y silent poco a poco a la grada con un parcial de 2-15, para legar al final tercer cuarto 51-57. Después de verle las orejas al lobo, el Madrid no dejó de apretar y no volvió a soltar el mando del partido. El último cuarto fue una comida con el que prácticamente desaparecerá en nada al Estrella Roja para sellar un triunfo abultado y dormir líderes de la Euroliga.
El Baskonia se queda sin energía
Al Baskonia perdió en mucha defensa, y energía en la segunda mitad, para igualarse en juego al Bayern, que acabó con porcentajes de tiro insólitos –58.3% en triples–, 14 de 37, que le dispararon hacia la victoria, basado , sobre todo , en una defensa intensa que los vitorianos no supieron penetrar. Winston y Hunter lideraron un equipo que actuó a partir de una formación de coral. Entre los vitorianos, Howard hizo lo que pudo, pero no fue suficiente.
El primer cuarto fue casi un chiste defensivo del Baskonia, qu’encajo 34 puntos, un escándalo. Volaron los triples para el equipo alemán como corre la cerveza en la feria de Munich. Era cada intento de canasta. Sólo cayó uno el equipo bávaro, pero es que además reconoció el rebote, lo intentó otra vez y anotó Hunter, también de tres. El festival no le hizo ninguna gracia a Joan Peñarroya, que vio desde el banquillo las deficiencias de su equipo, su falta de concentración. Aunque en ataque jugó un cuarto decente, al Baskonia el faltó de todo.
Mejoró el conjunto vitoriano en los últimos minutos ante la desesperación del histriónico Trinchieri. Con la defensa mejor configurada y la chispa de Howard, que encontró la inspiración durante algunos instantes, el Baskonia consiguió dejar a cero al Bayern durante cuatro minutos, y con dos triples consecutivos pudo acercarse a un solo punto (34-33).
Pero no era el día de los baskonistas. Después del esfuerzo de recortar las distancias, el Bayern reaccionó. Con una defensa muy bien trabajada, llevó el partido otra vez a su terreno. Con unos porches de tiro extraordinario, el equipo alemán enterró cualquier intento de resurrección vitoriana. Las pérdidas se sucede en el bando visitante. Al descanso, tras un periodo más igualado, la diferencia sólo se había recortado dos puntos (52-44). El Bayern sólo sumaba, en veinte minutos, dos puntos menos que en los cuarenta del chocque de ida en el Buesa.
Con mucha menos energía que en jornadas anteriores, el Baskonia no pudo reaccionar después de la charla en el vestuario, ya falta de 3,23m para el final del tercer cuarto, la distancia se amplió hasta los 17 puntos (68-51), también , con la sensación de que dar la vuelta al túnel en el que había metido el conjunto vitoriano resultaba casi imposible, porque a cada buena acción atacando respondía el Bayern con un triple desde cualquier posición.
Cuando Peñarroya vio que aquello no daba más de sí, ya en el último cuarto, sentó a Howard, tocado en una pierna, ya Henry, que por primera vez se había dejado sin anotar en un partido de la Euroliga. Al menos, Kurucs y Dani Díez mantuvieron el tipo y consiguieron reducir la derrota final a 13 puntos (92-79).
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