abril 19, 2024

El sorprendente descubrimiento de los nazis desempleados | Ideas

El sorprendente descubrimiento de los nazis desempleados |  Ideas
El líder de Vox Santiago Abascal rodeado por las banderas de sus seguidores en la Corte Suprema el 24 de junio.Pablo Blazquez Dominguez / Getty Images

En las ruedas de prensa canarias sobre la erupción llama la atención una frase que tienen a la vista, una etiqueta, «Más fuerte que el volcán». Ni siquiera lo piensas más, pero no sé qué me hizo dejar de pensar: qué diablos significa, y para qué, y por qué. Es una especie de lema que va más allá de lo político, para animar o algo así. Ya lo hemos visto con “Estevirusloparamosunidos”. Mensajes políticos de autoayuda, casi para hacernos creer que son nuestros compañeros. Todo lo que necesitan los pobres de La Palma es poco, pero es un síntoma de cómo vivimos ya imbuidos del lenguaje publicitario, que antes era solo una cuestión de publicidad. Lo que pasa es que con la publicidad sabes que todo es mentira, por eso tomamos todo igual. Antes, los anuncios te daban frases pegadizas que, por momentos, te perforaban el cerebro y se quedaban incrustadas hasta el final de tus días. Mira, ahora me viene a la mente: «Foskitos, regalos y cupcakes». Y no he comido uno en mil años. No me extrañaría que alguien en su lecho de muerte y en estado de delirio pudiera decir como última frase: «El cristal del coche cambia las reparaciones del cristal del coche». Y no algo lúcido, como Manolete: «Qué fastidio le daré a mi madre». Pero estas pequeñas frases, estas expresiones jabonosas, la agenda de la reunión, cosas así, ya te estás riendo antes de que terminen de decirlas, y ahí son muy serias.

Todo el mundo está ansioso por construir una imagen pública hasta el más mínimo detalle, con lo difícil que es mantener una en privado. Siempre que conoces a alguien cuya foto ya has cotilleado en sus perfiles públicos, invariablemente piensas que es mucho peor que su imagen. Pero la paradoja es que así conoces mejor a las personas. Esto dice mucho de ellos, aunque no en lo que creen, claro. Recordar El retrato de Dorian Gray, donde un joven nunca envejece mientras se hace un retrato de sí mismo que mantiene oculto, sino al revés: tenemos un retrato público perfecto mientras empeoramos.

Y qué cansado es mantener el tipo. Apoyamos modas muy tenaces, poderosas corrientes de emulación. Qué agradecido estaba con la pandemia por haber dejado de escuchar sobre Rosalía. Y ese tintineo constante para hacerte dudar de que estás a la moda, y pensar que el problema eres tú, siempre en el momento equivocado, y hay que tener más cuidado. Esta es la otra cosa que debes saber, que no te puedes perder. Las diez cosas que tienes que hacer no sé por qué. Qué imperativos urgentes. En tu ingenuidad, piensas que hay cosas que no van a colarse, pero luego tienes que rendirte a la evidencia de que, no solo la gente se vuelve fachada, lo que vamos a hacer, sino que él terminó dejándose ver a medias. solo para mostrar sus boxers de marca.

Es asombroso lo que la gente puede hacer, o lo que se puede hacer con la gente, con el estímulo adecuado. Vale, Vox y sus trolls, siguiendo a Díaz Ayuso, se meten con el Papa, pero con Federico Jiménez Losantos … Es que ya no se respeta nada. No sé si lo sabes: criticó a Santiago Abascal por no aclarar si estaba vacunado, por coquetear con las antivacunas, y desde ahí lo aplastaron en Twitter. Al. Incluso organizaron un scratch en la estación. Es asombroso ver todo el sitio que todavía está a la derecha. El cariñoso presentador lanzó insultos a modo de Capitán Haddock: ultras, bebedores, inmundicias intelectuales, ratas, extremistas insensatos, nazis desempleados. Todos escandalizados por la derecha. Él mismo comentó con alarma que entre estas personas hay incluso quienes niegan el Holocausto. Sí, sí, cómo lo sienten.

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