diciembre 1, 2024

El uso del terrorismo | España

El uso del terrorismo |  España

En unas semanas se celebrará el décimo aniversario del fin del terrorismo de ETA y, sin embargo, el espantapájaros de ETA sigue siendo utilizado políticamente por la derecha hispana y abertzalismo radical. El tema no da mucho en sí, pero Vox y el PP aprovechan las acciones del mundo nacionalista -algunas abusivas, otras no- para desgastar al gobierno del PSOE-Podemos bajo la excusa del apoyo específico que recibe de Bildu en logrando mayorías en el parlamento en temas sociales. Volvió a suceder con la polémica llamada telefónica del sábado.

La marcha de protesta iniciada en julio en Mondragón (Gipuzkoa) por Sare, una red de apoyo a los presos de ETA, a favor del interno Henri Parot, con 40 años de condena, de los que cumplió 31, se ha convertido, hace unos días, en una marcha a favor de la revisión de la legislación penitenciaria. Finalmente, como anunció ayer Sare, se realizarán manifestaciones en diversas localidades contra la «cadena perpetua» y a favor de los derechos humanos y la convivencia.

El juez no rechaza la citación porque en su propuesta no hay exaltación del terrorismo. La cuestión es política. Fue un grave error de Sare levantar la primera llamada en reconocimiento a Parot —31 kilómetros de marcha, los mismos que sus años de condena—, autor de los asesinatos más impactantes de ETA sin autocriticarse su actuación pasada. El reconocimiento de Parot provocó una lógica indignación en las asociaciones de víctimas que se opusieron a la citación.

Las correcciones posteriores de Sare reflejan que no hay unanimidad en el mundo nacionalista. Hay sectores que simplemente piden una reforma de la ley penitenciaria -el gobierno de Aznar ha aumentado el tiempo máximo para cumplir condena de 30 a 40 años- y otros que rinden homenaje al pasado terrorista de ETA y buscan un enfrentamiento con él. y PSE, radicalmente opuesto a los impuestos a los miembros de ETA.

A diferencia de los apologistas de ETA, el portavoz de Sare, Joseba Azkarraga, está a favor del reformismo. Ayer aseguró que no había intentado enfrentarse al Gobierno vasco, reconoció los avances en la convivencia que propiciaron el acercamiento masivo de los presos de ETA a las cárceles cercanas al País Vasco, canceló la marcha de Mondragón para evitar connotaciones de apoyo en Parot y la sustituyó por Manifestaciones a favor de una reforma del derecho penitenciario.

El evento revela las tensiones en Sortu. El partido sucesor de Batasuna, que contribuyó al fin del terrorismo hace diez años, enfrenta presiones internas que le impiden un reconocimiento autocrítico de su pasado apoyo a ETA. Esta autocrítica es necesaria para consolidar la convivencia, una memoria democrática en una Euskadi pacífica y evitar el uso del terrorismo por parte de la derecha reaccionaria.

El propio Arnaldo Otegi ha reconocido en ocasiones que ETA, en su fase final, jugó el partido de la derecha más reaccionaria. De hecho, ETA, desde que la democracia española promulgó una amnistía en 1977 y abrió el autogobierno vasco, ha jugado el juego de los golpistas durante la Transición; Favoreció la capitalización de la lucha contra el terrorismo por parte del aznarismo, con sus conquistas electorales y la exacerbación del nacionalismo español.

El PP de Pablo Casado, acosado por Vox, sigue utilizando el terrorismo. Así, ayer el Gobierno vasco PNV-PSE y la delegación del Gobierno en Euskadi rindieron homenaje a las víctimas del terrorismo y descalificaron el llamamiento inicial sobre Parot, acompañados del presidente de la Fundación Víctimas, que acogió con satisfacción el cambio de actitud de Sare. Pese a todo, el PP de Casado y Vox mantiene su llamamiento a Mondragón para acusar al gobierno del PSOE-Podemos de «complicidad con el terrorismo».