marzo 28, 2024

Elecciones en Perú: El Cholo sedicioso | Opinión

Elecciones en Perú: El Cholo sedicioso |  Opinión
El candidato presidencial Pedro Castillo, en campaña electoral el pasado martes en Lima, Perú.SEBASTIAN CASTANEDA / Reuters

Pedro Castillo tiene todo el derecho del mundo a proclamar que la revolución de Túpac Amaru contra el virreinato no ha terminado, que el sistema de castas, el capital y el mercado dictan en el Perú criollo y que las Constituciones de 1979 y 1993 han sido forjadas por los palanganeros de las oligarquías económicas. y el Consenso de Washington, que redujo al ser humano a la condición de mercancía. El candidato presidencial preferido en las urnas se motiva cuando denuncia que las empresas estatales han pasado a manos de los testaferros de los privatizadores mientras los campesinos andinos siguen dos velas porque la conspiración neoliberal ha socializado las pérdidas y privatizado las ganancias.

Poco que objetar cuando el maestro emergente resume las violaciones de los derechos humanos de la democracia, las condenas que aprisionan a los pobres inocentes y liberan a los ricos culpables y los nichos de poder inexpugnables. Ejerce fe y libre albedrío meditando sobre el terrorismo de Sendero Luminoso, justificando la dictadura del general Velasco Alvarado, que nacionalizó la economía y amordazó a la prensa, y tachando a la izquierda tradicional de rendición porque ser de izquierda significa abrazar la teoría marxista y en su luz interpreta los fenómenos de la sociedad mundial, aunque yo no me declaro comunista para no asustar. Los ajustes estructuralistas de la década de 1960, los pilares ideológicos, políticos y culturales de mi presidencia impartirán auténtica orientación, justicia y socialismo: un estado normativo y empresarial, después de depurar la Constitución, las instituciones y los medios de comunicación que ignoran las demandas del pueblo, porque la verdadera libertad de prensa sólo será posible cuando se libere del yugo del capital. Las calamidades nacionales incluidas en el programa del partido, Perú Libre, fundado por el doctor Vladimir Cerrón, admirador de los legados de Lenin y Fidel Castro, serán resueltas por el politburó y la alianza de masas y jueces.

¿Enfoque de género? No. ¿Aborto? No hay forma. ¿Eutanasia? Personalmente no. ¿El matrimonio gay? Peor aún. ¿Marijuana? Obviamente no. Al candidato se le inculcaron los valores familiares y se le enseñó a cortarse las uñas, urbanidad que inculcará en las personas con orden y disciplina. El Perú olvidado tiene derecho a descargar la bilis de la frustración en las elecciones presidenciales de junio. Le fue otorgado por gobiernos hermanados con la corrupción y las élites enriquecidas desatando el peón. Los colos de los Andes y los barrios bajos de Lima, aplastados por el desempleo y la pandemia, no pretenden salir de Guatemala para ingresar a Guatepeor, posiblemente su próximo destino, pero se entiende que emprenden el viaje atraídos por los cantos progresistas de los Castillos. . La partitura no es obra suya: fue servida en bandeja por las sanguijuelas de los estados comprometidos con la inmoralidad y el olvido de sus víctimas, en Perú y en casi toda América Latina.