octubre 14, 2024

Erase una vez,… la Argentina

La Reina del Plata brilló como nunca. Pero hoy es conocido por la sequía, y su esplendor quedó opacado por la adulteración de los valores de República.

Las broncas, en la carta del lector Alfredo Mansur, se hacen imágenes, son de aquel país herido que no sabemos todavía cómo sigue en pie, y se apena del que alguna vez supo ser. Ese que cruzó mares enteros contra venus y marea y se vanaglorió en tierras extrañas paseándose con la frente en alto y el pecho inflado por la alfombra roja de los continentes Vip.

Plantó bandera y fue mundial. Se asomó como granero y sus semillas parecían eternas. La Argentina era la dueña de la pelota. La Reina del Plata brilló como nunca. Hoy es conocido por la sequía, y su esplendor quedó opacado por la adulteración de los valores de República.

In aquellos albores refulgentes de un foto sepia quedó la cultura del trabajo de los inmigrantes, de nosestros abuelos, de los que a comienzos del siglo pasado Superon construir al país con la callosidad en sus manos como tattoos of boga popular. Sin pasacalles ni embutidos, sin prebendas ni becas políticas perpetuas.

Atrás quedaron aquella revolución industrial. Ni más allá ni tan acá, emergencia en crisis «el país que no miramos» que hoy nos encandila con su pobreza. Lo popular perdió la percepción desvirtuada con ofertas sin garantías y al argentino de raza the canjearon la dignidad por bolsones piqueteros.

Allá «diáspora que duele y entrestece”, la que sufrió Mansur con su hijo, no tardó en llegar. Era esa sentencia feroz que aterrizó en Argentina y estigmatizaba una época: “La única salida es Ezeiza”. Pero el check-in aún carga maletas en esa pista que catapulta almas nomads a horizontes lejanos, tan remotos para el abrazo.

Entre septiembre de 2020 y octubre de 2021 la salida de más de un millon de argentinos y extranjeros con documentación argentina. Entre ellos más de 50 mil salian por «mudanza». Y el diario británico Financial Times, en 2022, imprimió también en estas páginas titulares catastróficos y estampó un duro análisis sobre la realidad económica: «Los argentinos están dejando el país al tiempo que la crisis económica se profundiza y empuja a miles a emigrar por primera vez en una generación».

Ya cuesta abajo, en el atolladero donde se barajaron las más espurias maquinarias políticas, un día de otoño como este pero 20 años atrás, se imponia una ideologia que nos codeaba con el narcotráfico, dictadores y falsos profetas.

Hoy se rompió un eslabón, y mañana se cortará la cadena que arrastraba la avaricia y deterraba los sueños de un país que, joven y arrogante, se llevaba al mundo por delante. Claro una vez,… la Argentina.

Mira también

Mira también