abril 25, 2024

Erradicar el hambre, una cuestión de voluntad | Red de expertos | Planeta futuro

Erradicar el hambre, una cuestión de voluntad |  Red de expertos |  Planeta futuro

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Chile es un país que en las últimas décadas ha presentado un nivel de desnutrición muy bajo: solo el 3.8% de su población padeció hambre entre 2017 y 2019, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Sin embargo, hoy en Santiago, su capital, las ollas comunes han reaparecido debido a la crisis económica provocada por la pandemia del covid-19, ya que de repente muchos chilenos no tienen suficiente comida.

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Ollas comunes en Chile, o ollas populares en Argentina o Perú, es como se conoce un fenómeno urbano que surge en tiempos de crisis y donde los vecinos colaboran para compartir un plato de comida.

Esto no solo está sucediendo en Chile, sino que se encuentra en toda América Latina y el Caribe, una región que ha dado grandes pasos hacia la eliminación del hambre, pero que ha experimentado un fuerte aumento de la inseguridad alimentaria en los últimos años.

Ya en 2019, según la FAO, unos 48 millones de personas no alcanzaban para cubrir sus necesidades alimentarias mínimas en la región. Al mismo tiempo, el sobrepeso y la obesidad se han convertido en dos de los principales problemas de salud pública: uno de cada cuatro adultos en la región es obeso. Dado el preocupante aumento de la desnutrición, se ha vuelto urgente emprender acciones de gran impacto y gran escala por parte de todos los actores de la sociedad.

Pero, ¿cuáles podrían ser esas acciones? La respuesta no es sencilla, aunque sin duda la clave está en avanzar hacia una profunda transformación de los sistemas agroalimentarios, razón por la cual el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, convocó este año la Cumbre Mundial sobre Sistemas Alimentarios. Pero promover esta transformación tiene una condición: voluntad política e innovación. Se necesitan políticas e instituciones estatales más integrales para abordar la complejidad de los problemas y considerar el empoderamiento de las mujeres y los más vulnerables como parte central de las respuestas.

Aunque la mayoría de los países de la región son presidenciales, los parlamentos juegan cada día un papel más importante en la toma de decisiones.

Actualmente, más de 500 legisladores de América Latina y el Caribe de diferentes partidos políticos están colocando en la agenda pública, de manera coordinada, la importancia de reconocer el derecho a la alimentación, tanto en las Constituciones como en los órganos legales: es el Frente Parlamentario Contra el Hambre en América Latina y el Caribe (FPH), que recibe apoyo técnico de la Cooperación Española, la Cooperación Mexicana y la FAO.

Solo durante la pandemia, el Frente Parlamentario contra el Hambre ya aprobó más de 20 leyes para crear sistemas alimentarios más sostenibles, saludables e inclusivos.

Solo durante la pandemia, FPH ya ha promovido más de 20 leyes para crear sistemas alimentarios más sostenibles, más saludables e inclusivos, incluida la ley de nutrición escolar de Ecuador, las leyes de Colombia y El Salvador sobre contratación pública de la agricultura familiar y la ley modelo sobre seguridad alimentaria y clima. cambio del Parlamento Latinoamericano y del Caribe (Parlatino).

Hasta la fecha, la FPH está presente en 21 congresos nacionales y en cuatro parlamentos regionales. En algunas cámaras es reconocido por resoluciones institucionales y es abordado por los medios de comunicación como una nueva fuerza política que traspasa fronteras.

Durante las Sesiones Parlamentarias Hambre Cero, uno de sus miembros, el senador chileno Guido Girardi, declaró que las ollas comunes son síntoma de un problema mayor «de un sistema alimentario que está enfermo y que se ha agravado por la pandemia». El legislador explicó que el hambre y la mala nutrición no pueden abordarse únicamente con la lógica del Estado-nación. «Necesitamos tener un acuerdo marco sobre alimentación saludable a nivel internacional que obligue a los países que lo firman a perseguir este objetivo», dijo.

Reconociendo esta realidad, en 2021 el Parlamento Europeo, a través de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana (Eurolat), ya ha mostrado interés en colaborar con la FPH y la FAO para asegurar que la alimentación y la agricultura sostenibles se consideren temas estratégicos en los planes de recuperación de casos de pandemia. .

A su vez, el Senado español tomó como referencia la experiencia de la FPH para crear una Alianza Parlamentaria Española por el Derecho a la Alimentación.

Lo anterior es un pequeño ejemplo de lo que nos propone América Latina y el Caribe. Si se fortalece, sin duda puede convertirse en una fuerza clave para lograr los objetivos de la próxima Cumbre de los Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Luis Lobo G. Es funcionario de la Alianza España-FAO para América Latina y el Caribe.

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