Joan Laporta llegó antes de zarpar y antes de la copa de cava. Después de una hora de regresar a Oporto y regresar a casa y asegurarse el paso a las ocho de la final de Champions -la primera en tres ocasiones-, el FC Barcelona celebra su 124 aniversario, con vistas al 125 del año que viene . Laporta, montado por las ilustres figuras del club, presidió la acción. Y encabezó, sacando pecho, su discurso: “Hay mucho que esperar esperando que perdamos contra el Porto. Siempre tienes esperanza. Sí, es una niñera, eh. No es nuestra oportunidad de ser fácil para el Barça». Pero el presidente no perderá a su hijo en un alegato desenfadado. “Estamos en constante sufrimiento. Pero es entretenido. Yo me lo paso pipa», aseguraba entre risas, improvisando su parlamento.
También divide la noche anterior. La alta tensión se hace patente antes del inicio ante el rival luso en la fase de grupos de la Champions. La crisis del juego y la identidad señalaba y cuestionaba al empresario Xavi Hernández, mientras el técnico reconocía el margen de mejora y atribuía parte de la culpa a la presión mediática. “Hay críticas excesivas”, afirmó en su momento el técnico catalán. “Queríamos superar obstáculos, los hemos sido súper adolescentes y los seguimos haciendo. El Barça vive muy intensamente”, admitió el presidente, con su oído atento. Laporta demostró que tiene un recuerdo referenciado al arbitraje del partido en Vallecas contra el Rayo: «Me sorprendió que durante toda la última semana tuviera sancionados y ningún penalti a Raphinha, y me pegó Lewandowski. Si es el paso al Real Madrid, lo ha estado haciendo toda la semana. Entonces no es victimismo”, asegura eufórico al público.
Se conformará, en Laporta, con el billete para los octavos de la final de Champions. Además, Xavi vivió uno de los momentos más críticos en su etapa al frente del banquillo del Barcelona hace dos años, y para el equipo recuperó un mes de sufrimiento para que el plantel no se separara del infierno: “Tengo muchas ganas de hacerlo él. Estoy contento con todos los culés, pero con todo lo que ha hecho Xavi, que ha superado muchas situaciones difíciles, con muchas lesiones. También me alegro de marcasen João Félix y Cancelo, que hicieron una fiesta. Véase también a Frenkie, con el que recibió el balón. Ahora somos imbatibles”.
“Nosotros para ganar tendríamos que ser mucho mejores que los rivales y tenemos las cosas difíciles”, le dijo al presidente. Y también miraba al futuro: «Hoy venimos ante el Porto, y tenemos la moral de ayer para hacerlo también contra el Atlético y el Girona». Y a reír, a pasarlo pipa, un conmovedor en las palabras de despedida del acto. “Somos unos privilegiados. Pediría a los barcelonistas que les hicieron felices, que deben ser dignos de estos momentos históricos, y que viven los más unidos que mueren ante la adversidad», concluyó Laporta. Y compartió algunas palabras intercambiadas con Xavi durante la victoria en Montjuïc. en la ropa, donde inmortalizó un brazo entre ambos: “Hemos ganado un plus de tranquilidad”. Y también, con calma, apagaba los velos del pastel.
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