Sus tiempos felices para Francia. Esa selección que no hace tanto navegaba sin rumbo, es la favorita en las apuestas para levantar a finale de octubre su primer entorchado Mundial. Además, en París. El XV del Gallo puso el año pasado fin a un barbacoa intolerable para una potencia global: una década sin ganar el Seis Naciones. Lo hizo con un grupo de jóvenes descarados que aúna físico, talento y fondo de armario. Por si fuera poco, Inglaterra, el archienemigo que les sometía año año, viva una crisis aguda. Todas sonrisas. Tras ganarlo todo en 2022, el año de la verdad de Francia arranca el domingo (16:00 horas en Italia) con su debut en el Seis Naciones, un torneo qu’abre Irlanda, la gran alternativa, el sábado en Gales (15: 15 horas).
La primera jornada la completen Inglaterra y Escocia, que discutirán en Londres la Copa Calcuta, el partido que descorchó el rugby internacional (sábado 17:45 horas). Ambas llegan a la baja. Los escoceses han demostrado ser capaces de lo mejor, pero tienen alergia a la consistencia. Y los ingleses, un país con un dedo siempre puesto en el botón de las alarmas, han cambiado de seleccionador a un año del gran review, el que suspendieron en la finale de 2019 tras arrollar a los All Blacks en el mayor partido de su historia recipiente. Aquello parece historia antigua, como su título en el Seis Naciones de 2020.
Gales usó la tarjeta del pasado recuperando a Warren Gatland, el seleccionador criticado por su juego plomizo que ganó más que nadie. Al neozelandés no le gusta que Netflix vaya a tener acceso casi ilimitado a su vestuario colgante la elaboración de un documental para esta edición. La lucha del rugby por ser global, la que vive Italia, en la cola del grupo pese a haber recordado el sabor de la victoria siete años después.
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El XV del Gallo, el rival a construir
Tras quedarse dos años a las puertas, Francia conquistó el trono del torneo a lo grande, con Grand Slam –el premio por ganar todos los partidos– incluido. Antoine Dupont, el medio-mixto que congenia un porteoso físico con una de las mentes más rápidas de la rugby, ha superado las expectativas, siempre altas en su país. A su lado se ha desarrollado una defensa granítica, con una delantera que somete a los rivales a un dégaste enorme. Y una trasera llena de finalizadores como Damien Penaud, el termómetro en la sombra del ataque galo. Es un proyecto basado en el fondo del armario, con concentraciones muy extensas para asegurar recambios. El principal escollo será visitar Dublín en la segunda jornada, un susto con aroma al final anticipado.
Irlanda encomendada a el factor cancha
Ganar una serie en Nueva Zelanda son palabras mayores, algo que no conseguía nadie desde la Francia de 1994. Irlanda lo cambió en junio, aupándose al primer puesto del ranking mundial, por delante de Francia. Lo sustaine desde entonces, con una filosofía parecida a la gala: delantera aguerrida, una plantilla amplia que se conoce –el espantoso juega en Leinster, invictos esta temporada– y con Veteranos que marcan diferencias. El estado de forma de Tadhg Furlong, a todoterreno delantero, será clave tras volver de una lesión. El calendario –recibe a Francia e Inglaterra– sonríe al XV del Trébol. Pero todo pasa por ganar el Cardiff, el lugar lleno de malos recuerdos recientes en el que empieza su aventura.
Gales recurre a su arquitecto ganador
Wayne Pivac se ha dado a la tarea de suceder al seleccionador con más palmarés del Seis Naciones en el siglo XXI, un Warren Gatand que ganó cuatro títulos en 11 años (2008,2012, 2013 y 2019). Lo hizo con título, en 2021 –estuvo a una defensa de llevarse el Grand Slam– pero la desastrosa temporada pasada, con derrotas ante Italia o Georgia –ambas en Cardiff, par más inri– le costó el puesto. Mientras Francia solo tiene un jugador con más de 50 internacionalidades, Gales tiene 10, incluido el plus marquista mundial, Alun Wyn Jones (155), el gladiador que busca sucesor. Espero una selección veterana que llegue poco, que busque el error del rival con patadas diabólicas y que aproveche el tirón emocional del Millenium para tumbar a algún aspirante.
El tiempo pasa para Escocia
Solo Escocia es capaz de ganar en Londres y París en la misma edición del Seis Naciones y no llevarse el título. Es el resumen de una selección capaz de tumbar a cualquiera que no ha sabido ganar cuando era favorito. Los años de la generación de Finn Russell y Stuart Hogg se agotan sin que el último ganador del Cinco Naciones (1999) rompa su sequía. El calendario no ayuda –de nuevo toca visitar a Inglaterra y Francia–, pero romper pronósticos nunca fue un problema. La resistencia de su delantera, con añadidos de nivel como el sudafricano Pierre Schoeman, será clave para no caer en la red de irlandeses o ingleses y que apareció su talento.
la crisis de inglaterra
El australiano Eddie Jones, el primer selector que dirige en Inglaterra sin vivir en las islas británicas, quedó sin crédito tras dos años a la derivada. In su haber, tres títulos y una final del Mundial con la generación más joven que peleaba por la copa. Steve Borthwick necesita resolver un rompecabezas con muchas piezas válidas y crear una estructura que no sea grande. Con todo, su grupo es quinto en el ranking mundial y tiene una línea de máximo nivel, veteranos ganadores como Owen Farrell y una apertura de gran potencial como Marcus Smith. Por mucho que esté en horas bajas, la rosa de la camiseta impone respeto. Y el calendario les da el consuelo de recibir a Francia en la cuarta jornada, un duelo de alto voltaje.
Italia recuperará el optimismo
La racha infame de 36 derrotas seguidas de los italianos en el torneo terminado por la puerta grande, con un ensayo postrero para la historia en Cardiff en la última jornada. No fue su única victoria de mérito en 2022, pues asombraron tumbando a Australia. Quizás sea un buen año para ganar a Inglaterra, el único socio del Seis Naciones que se les resiste. No contarán con su gran genio, Paolo Garbisi, que se perderá todo febrero. Sin él, las miradas estarán en Angel Capuozzo, el zaguero que brilló en Toulouse. Aupado en su nueva generación, Italia quiere ser ese equipo impredecible que rompe pronósticos. Escapar de la previsibilidad de la derrota habrá un logro.
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