marzo 28, 2024

Iberdrola da un ultimátum a sus grandes clientes: suben energía o cancelan sus contratos por el plan de choque del Gobierno | Economía

El precio de la electricidad vuelve a subir hasta los 135,6 euros el megavatio hora tras subir más de ocho euros en un día |  Economía
Una torre eléctrica en Bilbao.Luis Tejido / EL PAÍS

El plan de choque del gobierno para reducir las facturas de electricidad ya ha generado cambios de política en las empresas eléctricas. Iberdrola es la primera de las grandes empresas que ha puesto en marcha un plan de llamadas y envío masivo de cartas a sus clientes empresariales para informarles que los contratos a largo plazo que tiene con ellos ya son insostenibles y que solo hay dos alternativas: renegociar el condiciones de suministro o cancelarlo. “Existe una situación de manifiesto desequilibrio de los beneficios del contrato por una circunstancia extraordinaria, imprevisible e imprevisible que hace insostenible su continuidad en las condiciones económicas aplicadas”, se lee en una de las cartas dirigidas a un cliente de la empresa.

Más información

Fuentes de la empresa que preside Ignacio Sánchez-Galán aseguran que esta situación no concierne a los consumidores domésticos, y que se está dando solo hacia empresas y grandes clientes industriales con contratos de precio fijo a varios años o PPAs (contratos de compra y venta a largo plazo). venta de energía entre un generador y un comprador). Son unos miles de clientes con los que Ibedrola está contactando para proponer una renegociación del suministro, citando «una situación de manifiesto desequilibrio». Entre las empresas clientes, algunas de las cuales son pequeñas y medianas, existe un malestar por el hecho de que la empresa no respeta las condiciones pactadas en sus contratos.

A mediados de septiembre el Gobierno aprobó un paquete de medidas urgentes y transitorias para mitigar el aumento del costo de la electricidad, que se ha disparado en el mercado mayorista desde hace meses, impulsado por el aumento del precio del gas y la emisión de CO₂. . Solo en septiembre, el precio de la electricidad batió el récord en ocho ocasiones. El último, este mismo miércoles, con 189,9 € el megavatio hora (MWh).

El plan elaborado por el Ejecutivo prevé una gran batería de medidas. Entre ellos, la profundización de la desgravación fiscal -ya a principios del verano se había reducido el IVA al 10% y suspendido el impuesto a la producción de electricidad- con la rebaja del impuesto especial a la electricidad del 5,11% al 0,5% , obligan a las grandes eléctricas a subastar energía en el largo plazo para restringir el mercado mayorista y recortar, temporalmente hasta marzo de 2022, una parte de las «ganancias extraordinarias» de las plantas que no emiten CO₂, que obtienen un ingreso extra por el vertiginoso precio del gas ya que todas las plantas son recompensadas al precio fijado por la tecnología más cara que ingresa al sistema para satisfacer la demanda.

Esta última medida es la que ha puesto en pie de guerra a las empresas, que han amenazado con cerrar sus fábricas y emprender acciones legales. Afecta principalmente a centrales nucleares e hidroeléctricas, así como a renovables de primera generación. El Gobierno, por su parte, prevé recuperar 2.600 millones de euros de las empresas energéticas hasta el 31 de marzo de 2022 por la medida, lo que le permitirá intentar respetar el compromiso anunciado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: que el recibo de La electricidad de 2021 está al mismo nivel que la de 2018.

Contratos fijos

Las empresas argumentan que los contratos a largo plazo formalizados antes de los cambios regulatorios tienen precios más bajos de lo que ha fijado el mercado mayorista en los últimos meses, por lo que recortar sus beneficios supondrá tener que devolver más de lo que reciben los clientes. Iberdrola insiste en sus cartas en que las renegociaciones que propone vienen dictadas por el plan de choque del Gobierno, e incluso se compromete a devolver el “importe correspondiente” en caso de que las medidas del Ejecutivo “puedan ser anuladas por decisión del Gobierno. o jueces «. y tribunales «.

Desde Endesa, la compañía más afectada junto con Iberdrola por el recorte, aseguran que hasta el momento y pese a «la situación excepcional de precios altísimos» han mantenido inalteradas las condiciones de los contratos fijos de sus clientes comerciales, pero no se excluyen comenzando a proponer renegociaciones. “Endesa está analizando las distintas alternativas para mitigar el impacto inmediatamente posterior a esta normativa y por supuesto entre ellas estamos contemplando la renegociación de contratos con clientes cuyos contratos de precio fijo estén cubiertos por las plantas afectadas por la nueva legislación”, argumentan. Desde Naturgy, por su parte, explican que todavía están analizando el impacto de las nuevas medidas.

Consumidores domésticos

El aumento del coste de la electricidad tiene un impacto directo en los bolsillos de los más de 10 millones de clientes cubiertos por la tarifa regulada (denominada PVPC), que está vinculada a la fluctuación horaria de la electricidad en el mercado mayorista. Los 16,1 millones de clientes del mercado libre, en cambio, pagan el precio que acuerdan con su comercializador y no se han visto afectados por el incremento. Al menos aquellos cuyo contrato aún no ha expirado.

Aunque las eléctricas han excluido a los hogares de la batalla con el Ejecutivo, las renovaciones habituales de contratos en el mercado libre presumiblemente tendrán el impacto de la escalada de precios en el mercado mayorista. “Ya hemos visto fuertes incrementos en la rescisión de contratos”, dice Enrique García, portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), quien señala que las empresas están obligadas a comunicar cualquier cambio de tarifa a sus clientes de forma transparente.

La OCU calcula que las últimas medidas adoptadas para contener el precio de la electricidad supondrán una reducción de entre 25 y 28 euros mensuales en la factura de la luz de una vivienda media. «Mientras ese precio no siga subiendo», aclara García.