octubre 10, 2024

Industria automotriz: La pandemia terminó el año pasado con 400 empresas automotrices | Economía

Industria automotriz: La pandemia terminó el año pasado con 400 empresas automotrices |  Economía
Varios clientes miran los vehículos en un concesionario de Barcelona.CRISTOBAL CASTRO / EL PAÍS

La industria automotriz sufrió otra interrupción durante los intensos meses de la pandemia del año pasado. No se trata solo de ERTE, que afectó a 60.000 de sus trabajadores, o de la caída de las ventas. El problema concierne a las 409 empresas que no pudieron soportar el stop y que entre febrero y diciembre acabaron bajando las persianas. Esta mortalidad representa el 14% de las empresas del sector inscritas en la Seguridad Social General, que al final del año sumaba 2.448 empresas. Es la cifra más baja de la serie, que comienza en 2009.

El dato aparece en el último informe que CaixaBank Research dedica a la industria manufacturera en España y en el que augura una lenta recuperación para los fabricantes de vehículos y toda la constelación de proveedores. El contexto de incertidumbre, subraya, «favorece el ahorro preventivo para las familias y el retraso en los planes de inversión para las empresas», condiciones agravadas por el aumento de la tasa registral hasta julio y la finalización del plan Renove en diciembre del año pasado. Anfac espera cerrar este año fiscal con solo 925.000 vehículos vendidos.

El problema de la pandemia es que, en el caso de la industria automotriz, llovió con lluvia porque incluso los datos de años anteriores no habían sido positivos. El negocio de la automoción creció apenas un 0,1% en 2019 y provino de caídas del 1% en los dos años anteriores. La producción cayó un 99% unos meses el año pasado debido a la hibernación de la economía para tratar de prevenir la propagación del virus. La producción final, con 2,27 millones de vehículos (un 19,6% menos), fue la cifra más baja de los últimos siete años. El Índice de Producción Industrial muestra que una de las empresas más afectadas en 2020 fue la fabricación de automóviles, con una caída del 18,5%, la más alta desde 2009.

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Tras el durísimo golpe de la pandemia, la reactivación fue superior a la de otros sectores, pero se quedó en cualquier caso a la mitad. No se había producido una recuperación completa el pasado mes de abril: el empleo era un 6% inferior a los volúmenes del mismo mes del año anterior. La industria automotriz envió a 60.000 personas a prácticas de regulación del trabajo temporal (27% del total) y estos efectos se reactivaron antes del verano debido al impacto que dejó la caída de los semiconductores en la industria global.

Las ventas no han bajado tanto gracias a la solidez del mercado exterior, con descensos inferiores a los del mercado español, aunque descendiendo en los últimos años. Este descenso se explica, por un lado, por una mayor competencia internacional. Pero también por la falta de especialización en coches eléctricos e híbridos de las nueve fábricas españolas que ensamblan coches y SUV. Por tanto, asumen una menor demanda de otros mercados europeos, donde se dirigen alrededor del 80% de las ventas de vehículos producidos en España.

Mejora en la segunda mitad

Sin embargo, el servicio de investigación del banco espera «una mejora notable» en el segundo semestre del año, de la mano de la recuperación de la confianza del consumidor y gracias al plan de incentivos Moves lanzado por el gobierno para incentivar la compra de vehículos electrificados. El horizonte que pinta la relación El renacimiento del sector tras la pandemia Es complejo, sobre todo por la descarbonización que exige la normativa europea. Una oportunidad también para las fábricas españolas, ya que en los próximos años los fabricantes tendrán que decidir dónde construir estos nuevos vehículos que ayudarán a evitar multas si no se respetan los límites de contaminación marcados por la UE: 95 gramos de CO₂ por kilómetro recorrido a partir de 2021, 80 gramos en 2025, 65 gramos en 2030 y cero emisiones en 2040.

Y allí España todavía tiene un largo camino por recorrer, ya que solo el 6% de todos los vehículos que produce son eléctricos o híbridos. Un informe de KPMG identificó a las fábricas españolas entre las más competitivas de España, junto con las de Alemania y Reino Unido. CaixaBank va por el mismo camino en lo que a automatización se refiere, con unos 1.000 robots por cada 10.000 empleados en las fábricas españolas, «una cifra comparable a los 1.311 robots de las fábricas alemanas».