
¿El ambiente en Ljubljana (Eslovenia), el sábado 23 de junio, tendrá sabor a Mundial de Fútbol? Cinco años después de Kylian Mbappé y Antoine Griezmann -en la Copa del Mundo de 2018-, la selección femenina de baloncesto de Francia se enfrenta a Bélgica por un puesto en la final de una competición internacional.
Un gran desafío aguarda a Sandrine Gruda y sus compañeras en la cancha del Arena Stozice, en la que será su octava semifinal continental consecutiva. Eliminados de la Copa del Mundo en 2018 por los Gatos belgas, los Blues no tendrían nada en contra de una revancha.
Pero, a diferencia del equipo francés, lento en la fase de grupos, los belgas han causado una impresión muy fuerte desde el inicio de la competición. Ganaron fácilmente tres veces en la primera ronda (contra Israel, la República Checa e Italia), luego vencieron con fuerza a los campeones defensores Serbia en los cuartos de final (93-53).
Consciente de que “el adversario no será el mismo” Recién para los cuartos de final, donde Francia puede no haber dejado esperanzas en Montenegro (90-46), el técnico francés, Jean-Aimé Toupane, apuesta por la potencia física de sus jugadores para llegar a una sexta final del Afiliado Continental.
«El comienzo, el equipo aceleró»
Si ganó todos sus encuentros, la selección de Francia ganó un comienzo de torneo flojo, debilitado por la ausencia de sus dos principales armas ofensivas (Marine Johannès y Gabby Williams). «El comienzo, el equipo aceleró», insistió Jean-Aimé Toupane, el entrenador de los Bleues, antes de los cuartos de final. Confiado, recordó que “Ya hemos visto equipos empezar despacio y acabar muy fuertes”. El juego de sus jugadores contra los montenegrinos le dio la razón.
Pese a la ausencia de la interior Iliana Rupert -lesionada en el hombro ante Eslovenia-, la selección francesa se deshizo fácilmente de Montenegro. Arrastrados por un sector interior sólido y una dirección formidable, los Azules recuperaron, en estos cuartos de final, su fluidez colectiva.
Lo necesitarán contra su próximo oponente. “Podría haber sido una final”, observa interior tricolor Janelle Salaun. Bélgica ya no es la selección «sorpresa» del Mundial Rusia 2018, segura de su solidez, las compañeras de Emma Meesseman, formidables desde el inicio de la competición, están «lugares para una medalla»insistió la líder Julie Allemand.
Lejos de verse afectados por las tres últimas derrotas ante Les Bleues (una en la Eurocopa 2019 y dos en amistosos de 2022), los pupilos de Rachid Meziane están jugando su partido de baloncesto -como el triple doble (15 puntos, 13 rebotes y 10 asistencias) de Meesseman en cuartos de final.
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