noviembre 30, 2023

Liga Santander: El Madrid está en Babia | Deportes

Liga Santander: El Madrid está en Babia |  Deportes

El Madrid está en Babia, absorbido por el virtuosismo de Benzema, y ​​va de derrota en derrota, batido por el sheriff y el Espanyol, tras haber empatado ante el Villarreal. Ancelotti no para de mascar chicle, los jugadores sin sentido van y vienen y el equipo no encuentra la forma de volver sobre los pasos que le llevaron a liderar el campeonato. El Real penalizó la solemne actuación de Benzema. La victoria del Espanyol fue indiscutible incluso cuando las estadísticas anunciaban una derrota de los blancos por sus 11 victorias en 13 partidos en el estadio del RCDE. El biancoblu penalizó el mal juego de un rival que no jugaba al fútbol sino que jugaba alrededor de Benzema, que marcó nueve goles, insuficientes para compensar la inconsistencia y el revuelo del Real Madrid.

Ancelotti durmió poco y mal durante la semana debido a los malos resultados y tuvo mucho tiempo para pensar en la formación a la que se enfrentaría el Espanyol. El insomnio acabó con Casemiro en el banquillo y Alaba en la izquierda, mientras que Nacho se entrenaba como defensa central junto a Militão. Aunque en ocasiones recurrir a la convencionalidad del 4-4-2 es suficiente para recuperar la confianza perdida, este no fue el caso del Madrid. La estela de Ancelotti se incrementó muy pronto, después de que las piernas del Espanyol dejaran de temblar ante el imponente poder de Modric, Kroos y Benzema. Eso explica por qué Pedrosa cedió a Vinicius un balón de gol que el madridista arruinó porque quería convertirlo en una asistencia para Benzema.

Vinicius dribló de afuera hacia adentro, mientras que Camavinga corrió sin motivo ni motivo. Al Madrid le costaba más defender que atacar porque sus medios perdían el balón y facilitaban las transiciones del Espanyol. El equipo de Ancelotti no cerró bien la suerte de Embarba, que desbordó a Alaba y puso el balón en el primer palo para el disparo de Raúl de Tomás. Los errores en el paso de Kroos y Modric contrastaron con el éxito de Melendo. El centrocampista blanquiazul manejó el partido con autoridad y soltura, excelente en el juego entre líneas, dueño del núcleo junto a Darder ante la inocencia del Real Madrid. El equipo de Ancelotti tenía un hueco en la brecha y no doblaba bien a la velocidad del Espanyol. Había muchos jugadores fuera de lugar en el Madrid. El único faro era el siempre admirado Benzema.

El mayor peligro para el Espanyol, muy estabilizado en torno a Darder, fue el agitador Embarba porque jugó la expulsión de cargar con tarjeta amarilla por un pisotón a Camavinga. El ritmo blanquiazul supera a un Real Madrid adinerado, confuso y falto de ayudas defensivas por el desinterés de Vinicius y el desplazamiento de Camavinga, sustituido por Rodrygo.

El apoyo de la afición

Real pase al 4-3-3, abre el campo por los flancos con Vinicius y Rodrygo y obliga al Espanyol a retirarse. El guión evocaba por un momento el partido bien planificado y mal resuelto del Espanyol ante el Atlético. El estado de ánimo de los aficionados apoyó al equipo después de que Militão falló un tiro de esquina. Vicente Moreno no tardó en reemplazar a Melendo por Morales.

El técnico del Espanyol no quería sorpresas. Ya castigados, siempre competitivos en partidos desafiantes, los biancoazzurri estaban bien ordenados y aplicaban mejor la concentración, tanto en defensa como en ataque, más malditos que el incauto Madrid. Los jugadores de Ancelotti se distrajeron con una falta y nadie interrumpió la carrera de Aleix Vidal, la conducción excelente, el contraataque de Nacho y el disparo impecable ante Militão. Y si el Espanyol no contó el tercero es porque el disparo cruzado se le escapó por poco a Darder. El doblete del Espanyol torturó a un Madrid que por muchos jugadores que cambiaran -Casemiro, Jovic, Hazard, Rodrygo- siempre acababa confiando en Benzema. El delantero caminó hasta el borde del área como un equilibrista y regateó a tres defensas antes de rematar a Diego López.

El partido no ha dejado de girar en torno a Benzema. El madridista atacó, a veces a un artista ya veces a un jabalí, y el Espanyol se defendió lo mejor que pudo, apedreado tanto por el paseo, tenso por el recital de Benzema. El delantero, sin embargo, no encontró el gol en varias ocasiones, incluso con la ayuda de Courtois, y el líder abdicó, volcado por un Espanyol más orgulloso y mejor situado, superior en su coqueto y vibrante Estadio RCDE. Ancelotti tendrá otros 15 días sin dormir debido a la parada del campeonato.

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