Tres de los distribuidores de medicamentos más grandes y la compañía farmacéutica Johnson & Johnson están a punto de llegar a un acuerdo de $ 26 mil millones que sellaría miles de demandas por su papel en la crisis de los opioides. Solo en 2019, alrededor de 140 personas murieron todos los días por sobredosis de esta sustancia y representaron más del 70% de las muertes por sobredosis.
Según este diario del martes Los New York Times, el acuerdo podría anunciarse esta semana, aunque fuentes familiarizadas con el asunto advirtieron que aún podría romperse o sufrir cambios importantes. El periódico El periódico de Wall Street informó que el pacto involucra (además de J&J) a los distribuidores de opioides AmerisourceBergen, Cardinal Health y McKesson, y también incluye $ 1,000 millones adicionales para resolver algunas quejas del estado de Nueva York.
Si hubiera un acuerdo, pondría fin a una disputa que durará más de dos años con administraciones en 44 estados y varias otras jurisdicciones, informaron el lunes varios informes de medios estadounidenses. El acuerdo fue alcanzado entre un grupo bipartidista de más de una docena de fiscales generales y fiscales que representaban a pueblos pequeños. Uno de los pilares de este eventual acuerdo es que, a diferencia de los anteriores, cuenta con el apoyo de la inmensa mayoría de estados y prevé una cifra de $ 2 mil millones para pagar a los abogados de los demandantes. Los estados informantes tendrán un período de 30 días para decidir si aceptan el acuerdo. Miles de comunidades, incluidas ciudades, condados y tribus nativas americanas, entre otras, también se pelearon en esta época.
Sin embargo, según un comunicado de Johnson & Johnson, «el trato no significa una admisión de culpabilidad o delito, la empresa continuará defendiéndose de cualquier demanda que no esté incluida en el pacto» que se acaba de describir. Los $ 26.000 millones del acuerdo incluyen $ 21.000 millones a pagar por los distribuidores y $ 5.000 millones a pagar por Johnson & Johnson.
En 2020, más de 93,000 personas murieron por sobredosis de drogas en los Estados Unidos, un aumento del 30% con respecto a la cifra de 2019, que ya había alcanzado su propio récord, según el Centro Nacional de Estadísticas de Salud de EE. UU. , alrededor de 70.000 se debieron a sobredosis de opiáceos.
La crisis de los opioides comenzó en la década de 1990 y, según los denunciantes, no fue algo que sucedió de la noche a la mañana, sino que fue «fabricado» desde el principio. Según los expertos, el principal culpable de la crisis fue el lanzamiento al mercado de OxyContin, un opioide para el dolor. Los demandantes acusan a la industria farmacéutica de engañar a sus clientes al comercializar opioides con mensajes que minimizan sus riesgos y a los distribuidores de no haber detectado o bloqueado pedidos sospechosos (por su tamaño o frecuencia) a la Drug Enforcement Administration.
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