Los talibanes han comenzado el asalto a Kabul y están comenzando a entrar en la capital afgana, luego de que la caída de Jalalabad, la otra gran ciudad que aún estaba en manos del gobierno afgano, cayera este domingo por la mañana. La ofensiva vertiginosa de los fundamentalistas corre el riesgo de provocar la caída del Ejecutivo. La milicia islamista está asediando la ciudad en todos los frentes, según el Ministerio del Interior, citado por Reuters. El mismo organismo asegura que la cúpula guerrillera insurgente ha pedido a sus soldados que eviten la violencia en la toma de la capital.
«No queremos que un solo civil afgano inocente resulte herido o muerto mientras tomamos el poder, pero no hemos declarado un alto el fuego», dijo a Reuters un líder talibán.
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Se ordenó a los combatientes talibanes que no ingresen a la capital afgana, dijo un portavoz de la milicia en declaraciones recogidas por France Presse (AFP) el domingo.
«El Emirato Islámico ordena a todas sus fuerzas que permanezcan en las afueras de Kabul, que no intenten entrar en la ciudad», tuiteó Zabihullah Mujahid, portavoz de las milicias islamistas. Poco antes, los residentes de la capital habían informado de la presencia de los talibanes en la ciudad. «Hay combatientes talibanes en nuestro barrio, pero no hay combates», dijo un ciudadano a la AFP.
La evacuación del personal diplomático se ha acelerado y Estados Unidos ya ha comenzado a evacuar su embajada tras enviar tropas para proteger al personal. Este sábado todavía se creía que los talibanes tardarían al menos otras 72 horas en apoderarse de la ciudad. El domingo, el personal de EE. UU. Y la UE está buscando formas de garantizar su seguridad.
Según fuentes estadounidenses, miembros de equipos estadounidenses esenciales trabajan desde el aeropuerto de Kabul. Los oficiales de la OTAN y otro personal europeo han sido trasladados de forma segura a la capital.
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