
El Juzgado de Educación número 12 de Palma ha citado a la directora general de Salud Pública de las Illes Balears, Maria Antònia Font, para que declare como sospechosa de un presunto delito de detención ilegal tras haber ordenado la prisión forzosa en un hotel de Palma de 235 jóvenes considerados contactos cercanos de coronavirus positivos. La madre de uno de los estudiantes confinados durante un viaje de fin de año a la isla interpuso una denuncia contra el director general por un presunto delito de detención ilegal por la detención de estudiantes que dieron negativo al coronavirus en la planta, pero que Baleares El ejecutivo encontró que eran contactos cercanos de personas positivas. La aparición de Font estaba prevista para el 7 de septiembre.
En la madrugada del 27 de junio, el director general firmó una resolución que prevé la detención forzosa en custodia policial de 235 jóvenes en el hotel Palma Bellver que el gobierno de las islas ha habilitado para los turistas que dieron positivo o consideraron contactos cercanos de los pacientes con coronavirus. Un elevado número de jóvenes que seguían viajando a finales de año por la zona del Arenal de Llucmajor se negaron a realizar la prueba para ver si se habían infectado y querían volver a sus comunidades autónomas de origen sin someterse a ninguna prueba y evitando tener que pasar por cuarentena en la isla.

El Gobierno de las islas basó la resolución en los informes del Centro de Coordinación de Alerta y Emergencias Sanitarias y en diversas normativas regionales y nacionales. Sin embargo, la Fiscalía se opuso a la sentencia y un juez del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Palma anuló finalmente el encierro de los que dieron negativo o no se habían sometido a la prueba y ratificó el encierro de los que habían contraído la enfermedad. El magistrado consideró infundada la resolución porque no especificó las circunstancias que la llevaron a calificar a algunos jóvenes como contactos cercanos con otros.
El gobierno de las islas ha movilizado un barco, en el que ha reservado un espacio aislado para el regreso de más de un centenar de jóvenes que se dirigieron a Valencia y de allí a sus respectivas comunidades.
En un comunicado, el gobierno de las islas dijo que respetó las decisiones judiciales, pero insistió en que esto sea compatible con la defensa y apoyo de la acción de la Dirección General de Salud Pública y sus integrantes para controlar el macro brote. El Ejecutivo balear destaca que la actuación fue proporcionada y adecuada a la defensa y protección de la población. “Los jueces no respondieron a las solicitudes de habeas corpus, y los comportamientos de riesgo confirmados tras el seguimiento por parte de las autoridades reafirman que se han implementado las acciones oportunas ”, subraya el gobierno regional.
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