Uno de los pocos misterios por esclarecer, dentro del árbol genealógico de Ludwig van Beethoven (Bonn, 1770 – Viena, 1827), está vinculado a la familia de su abuela paterna, Maria Josepha Ball. Su apellido de soltera estaba mal escrito como Poll o Pohl. Theo Molberg lo demostró en 1999 durante un congreso de la WGfF, una de las principales asociaciones de genealogistas alemanes. Años más tarde, entre 2008 y 2009, fue posible localizar a sus antepasados. Maria Josepha era hija de Sebastian Ball, trompetista elector, en Bonn, y su madre se llamaba Bernhardina Mengal. Pero la grabación del bautismo de la abuela de Beethoven aún no ha aparecido y esto ha alimentado locas especulaciones sobre una supuesta ascendencia española, que estos días han resurgido gracias a un estudio de Jordi Cos, que fija los antepasados del compositor en el Maresme.
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Molberg acaba de resolver este acertijo en el último número del boletín Die Laterne, publicado en Bonn por el mencionado WGfF. La abuela paterna de Beethoven nació en Châtelet, una comuna belga cercana a la ciudad de Charleroi, donde está inscrito en los registros eclesiásticos su bautismo el 13 de febrero de 1713. La pista le la dio su colega de la Universidad de Harvard, Mario Valdés. localizar, en Châtelet, la inscripción del matrimonio de sus padres, el 7 de enero de 1712. El hallazgo, recogido en el catálogo de la biblioteca de la prestigiosa Beethoven-Haus de Bonn, permite montar todas las piezas.
Sebastian Ball está documentado como trompetista en Bonn hasta 1701. Más tarde se trasladó a Châtelet para servir en el Regimiento de Arré. Y allí se casó con Bernhardina Mengal, con dos trompetistas del mismo regimiento que asistieron a su boda. La documentación aclara no solo el citado nacimiento de la abuela del compositor en 1713, sino también el traslado de su familia a Bonn en el verano de 1715, donde vivió el resto de su vida. Allí se casó, en 1733, con Ludwig van Beethoven, el abuelo del compositor, quien se convirtió en el maestro de coro del elector. Y en Bonn también nació su hijo Johann, alrededor de 1740, el padre de Beethoven, después de que dos hijos murieran a una edad temprana.
El abuelo del compositor completó su salario con una bodega que dirigía internamente. Y parece que María Josefa tuvo serios problemas de alcoholismo antes de enviudar en 1773 y pasar los dos últimos años de su vida confinada en un convento. Todo esto se puede leer en la monumental biografía en tres volúmenes de Alexander W. Thayer, Leben. por Ludwig van Beethoven (1866-1879), quien atribuye los problemas de María Josefa a haber perdido a todos menos a uno de sus hijos. También se indica aquí el famoso apodo «Der Spagnol» (español) que se le dio a Beethoven durante su infancia en Bonn, según las memorias manuscritas de su amigo de la infancia, Gottfried Fischer, escritas en 1838, once años después de la muerte del compositor.

Este célebre apodo, que correspondía a su apariencia física, le sirvió al divulgador musical, Andrés Ruiz Tarazona, para esbozar una teoría errónea sobre un supuesto origen español de la abuela de Beethoven. Lo hizo dentro de su monografía España en los grandes músicos (Siruela, 2018), donde reelabora y amplía varios textos ya publicados. En concreto, el capítulo de Beethoven es una versión alargada de un artículo de 1977 en EL PAÍS, al que añade la teoría antes mencionada. La fuente en la que se sustenta esta teoría es la biografía de Beethoven de 1970, escrita por el guionista y divulgador David Jacobs y recomendada por el musicólogo y profesor de Harvard Elliot Forbes. Ruiz Tarazona asegura que en ese libro se dice que María Josefa era española. Pero no es verdad. Y en la página 12 se dice lo contrario: «De hecho, [Beethoven] No era español, sino de ascendencia alemana y flamenca. Originalmente, la familia de su padre procedía de Flandes. Abuela paterna [Maria Josepha] del español [se refiere al sobrenombre de Beethoven]Sin embargo, ella era alemana, como su madre ”.
Recibir este engaño ha tenido consecuencias nefastas. Uno de los más disparatados fue un estudio publicado en septiembre de 2019 por Cos, tanto en el solar de la Orquestra Simfònica del Vallès como en la fundación cultural Institut Nova Història. En él, no solo asegura que María Josefa era catalana, sino que también identifica la transcripción incorrecta de su apellido en el municipio barcelonés de Vilassar de Dalt. Un articulo de El confidencial Puse el trabajo de Cos este fin de semana como ejemplo de estudios revisionistas sobre la independencia catalana para apropiar personajes históricos de relevancia.

Todo ello coincide con la reciente publicación de dos rigurosos libros sobre la relación de Beethoven con España. Dos monografías elaboradas por profesores universitarios que incluyen abundantes aportaciones sobre la acogida de Beethoven tanto en España como en Portugal. En un lado, Beethoven de España: estudios interdisciplinarios y recepción musical, coordinado por los profesores de la Universidad de Castilla La Mancha Paulino Capdepón y Juan José Pastor Comín en la editorial valenciana Tirant lo Blanc. Y la catedrática de la Universidad de La Rioja Teresa Cascudo García-Villaraco acaba de publicar, en Comares, el libro Un Beethoven ibérico. Dos siglos de transferencia cultural. Estos son dos buenos ejemplos de la importancia de dar voz a los académicos.