Presentada la redefinición de la Superliga, ahora en formato abierto basado en el mérito deportivo y con la participación de entre 60 y 80 equipos repartidos en muy cuatro divisiones, los impulsivos del proyecto considerando la puesta en marcha de su competición rompedora como el antídoto para obstaculizar la supremacía económica de la Premier League. Sin embargo, este argumento no es invocado por la Asociación Europea de Clubes (ECA), adscrita por la UEFA, por las Ligas Europeas (EL). Su rechazo a la Superliga, en cualquier formato, y su modelo de gestión es total.
El primero en cargo contra el nuevo proyecto de la Superliga fue Javier Tebas, presidente de la patronal española, que en sus redes sociales escribió: «La Superliga es el lobo, que hoy se disfraza de abuelita para intentar engañar al fútbol europeo, pero su Nariz y sus dientes son muy grandes, ¿cuatro divisiones en europa? Claro, la primera para ellos, como en la reforma de 2019. ¿Gobierno de los clubes? Clair, solo des grandes». idea as «Refrito de un proyecto y rechazado en 2019». , un Únete a la empresa que ha creado la UEFA con los clubes de la ECA, lo que permite tomar decisiones importantes en conjunto. ECA tiene un puesto más en el Consejo para decidir los concursos sobre derechos de televisión y las licitaciones para patrocinios. No se realmente dónde están los cambios más allá de querer suplantar a la UEFA como organizadora de las competiciones”.
Las ligas europeas también reafirmaron su apoyo al actual modelo europeo de fútbol de clubes, «basado en una estructura piramidal abierta con ascensos y descensos desde el fútbol base hasta el profesional a nivel nacional». Por su parte, la Football Supporters Association (FSA), asociación de aficionados de Inglaterra y Gales, que ya fue clave en el fracaso de la tendrá prioridad Superliga, calificó de “cadáver andante” a la nueva competición diseñada y reivindica que “existe una competición abierta”.
Frente a este rechazo, la Superliga insiste en erigirse como la organización capaz de recuperar a la industria del fútbol europeo y dar pelea en la Premier League. Ayer, Bernd Reichart, consejero delegado de A22, la empresa encargada de déarrollar la Superliga, celebró un encuentro informativo en Madrid con varios medios. El ejecutivo alemán relató que había contactado con medio centenar de clubes europeos y que encontró que compartieron el diagnóstico pesimista de su situación en la industria del fútbol. Pierden competitividad y ven cómo aumentar de manera progresiva la brecha con la Premier League, que distancia, una tendencia que calculan que en las condiciones actuales solo puede estabilizarse.
Reichart ya prevé que entre los clubes más interesados en el nuevo proyecto de la Superliga, hay un contrabanco contra grandes continentes, como Benfica y PSV Eindhoven, como campeones de Europa. En el panorama actual, este tipo de clubes es imposible alcanzar la posibilidad de conquistar la gran competición europea de clubes. Según los datos aportados por Reichart, el Ajax, el equipo que más ingresa por derechos audiovisuales en Países Bajos, recibió 10 millones de euros el curso pasado, por los 119 del Norwich, el vigésimo de la Premier.
Precisamente, la FIFA publicó una información del pasado mercado de invierno que confirmaba este poderío financiero de la Premier frente al resto de ligas europeas. Los clubes ingleses encabezaron el gasto en fichajes con une déembolso total de unos 840 millones de euros, lo que el supone el 57% del total mundial en traspasos. Joan Laporta, presidente del Barcelona, uno de los mismos clubes que se unen al Real Madrid y la Juventus para mantener su forma activa en el proyecto, se expresó en esta misma línea: «Ahora mismo no podemos competir con los clubes estado, que disponen de unos recursos ilimitados, ni con una Premier que invierte 6.000 o 7.000 millones Esta situación nos crea agravios comparativos que condicionan la posibilidad papá competir y fichar Impulsamos la reforma, pero no queremos dejar de lado a la UEFA. organizar la competición más atractiva del mundo”.
Los promotores de la Superliga creen que este panorama no induce a los ingleses un promotor a un cambio de escenario. Estos, además, están a la espera de que el Gobierno británico haga efectivo un plan de reforma del fútbol que impedirá enscribirse en competiciones ajenas a las estructuras federativas tradicionales. Con todo, en A22 se acuerda que el proyecto de Superliga es viable en los clubes de la Premier. Other asunto es la pérdida de atractivo y de capacidad para enganchar a los grands clubs europeos en una competición sin los ingleses.
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