Padre de Valladolid no puede acercarse a su hija de 12 años después de darle lejía «para matar patógenos» | Mis derechos | Economía

La Audiencia Provincial de Valladolid prohibió a un padre acercarse a su hija de 12 años y comunicarse con ella después de darle una bebida de dióxido de cloro «para eliminar los metales nocivos de la radiación». Esta es una orden de protección emitida en el caso penal por un delito de lesiones. El texto está disponible en este enlace.

Según la declaración de la madre y las propias declaraciones de la niña, durante dos meses su padre le dio «una bebida llamada agua amarilla, que ella había bebido mezclada con agua». El padre «también le dio los biberones y la jeringa para que se lo preparara y se lo bebiera cuando estaba con su madre». Cuando se enteró, llevó a su hija al médico «para convencerla» de que el líquido «no era bueno». Tras someterse a un análisis, los médicos «le dijeron que no lo tomara más».

Mientras tanto, el padre dijo que le recomendó la bebida a su hija porque un médico le dijo que era buena «para matar patógenos y que la había estado bebiendo desde enero». No obstante, tal y como recoge la resolución, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) advierte que «el consumo de dióxido de cloro y clorito de sodio supone un grave riesgo para la salud», por lo que «no se recomienda en ningún caso» cómo se realiza. puede «causar graves daños a la salud». Su consumo directo, de hecho, puede provocar «dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarreas que pueden provocar deshidratación, insuficiencia renal, anuria, anemia hemolítica y metahemoglobinemia». Además, «sus vapores pueden provocar irritación de los ojos o del tracto respiratorio, broncoespasmo o incluso edema pulmonar».

En consecuencia, la Audiencia Provincial declaró que «el menor se encuentra en una situación objetiva de riesgo» y por lo tanto ratificó la decisión del juez de instrucción que emitió la orden de protección. También decidió suspender el régimen de visitas.