abril 25, 2024

Peter Sagan anuncia su retirada del gran ciclismo a finales de año | deportados

Peter Sagan, en el podio de la Roubaix, en 2018.François LO PRESTI (AFP)

Mojitos, caipiriñas y daiquirís en el autódromo, aunque los casipijos piden Rociaruna pantalla gigante con extravagancias y hazañas, los mejores goles, en bucle de Peter Sagan, la primera estrella de rock del ciclismo, y en un escenario gigante, La Beriso, rock callejero de Avellaneda, a guitarrista zurdo y Rolo Sartorio, melancólico a su pesar, miles de personas, móviles encendidos, amor. El día de descanso, la víspera de la etapa reina, la Vuelta a San Juan, una fiesta, festeja el 33º cumpleaños de Sagan, un ciclista que no es como los demás, que no puede ser como los aunque demás lo intente, y que con una camiseta de bufón blanca anuncia cerca de la medianoche, antes de brindar con prosecco, que esta es su última temporada en el WorldTour, que su momento «ha llegado». «Esta temporada disputó a todas las carreras, intentó lo máximo, alguna clásica, el octavo jersey verde del Tour, todo», dice el ciclista del Total Energies a quien la covid ha afectado más que a la mayoría y desde 2020 no es el mismo . «Después, en 2024, seguiré siendo ciclista, pero en carretera solo haré pruebas pequeñas, de tercera, porque mi gran objetivo es clasificarme para la competición de mountain bike de los Juegos Olímpicos de París». Asi habla en pequeño comité. Después se entrega a su público argentino, con quien tanto ha amado. Sube al escenario y le cantan el cumpleaños feliz desafinado.

Sagan, eslovaco, fue conducido por el pelotón igual que llegó, en 2010, haciendo mucho ruido, un novato de 19 años que llegó a la primera etapa de su primera carrera un metro en fuga con Lance Armstrong regresó, 19 años mayor que él, un tiempo que dijo adiós. Sin Sagan, sin su manera de listener el ciclismo como un show que los chavales deben dejar de ver como cosa de abuelos, el deporte «aburrido» del que se quejaba, quizás no crecerán las figuras de ahora, Van Aert, Van der Poel , Pidcock, los que le dan al ciclismo un tono entre frenético, aventurero e intenso, el ciclismo sin miedo. un ciclismo contra el sistema estelar, de estrellas El eslovaco creó el escenario con sus locuras y con su solidez: 121 victorias, tres Mundiales consecutivos (el único), una Roubaix, un Flandes, 14 etapas del Tour, siete maillots verdes (a record), caballitos en el Tourmalet y en cualquier montaña, voz de barítono que parece seria y tiene eco de carcajada, cuatro etapas en la Vuelta, dos en el Giro… Todo en una sola década.

En la barra del tinglado periodistas argentinos jóvenes hablan con los veteranos que llegan del mundo. The comentan, los veteranos, a cartel in the salida de la ciudad, Malvinas 2.538, y hablan de Argentina 1985, la película, y de su memoria de aquellos años, la infamia. Y el periodista argentino joven se maravilla, ¿pero cómo, le interesa la historia? Y, perplejo, el Veterano, ¿pero qué historia, si yo tenía 18, 20 años, cuando todo esto ocurría?

Seguramente, Sagan antes de que el año ya será historia para los más jóvenes, uno del que se acordarán solo los que lo han vivido. Lo mismo les sucederá, seguramente, a Thibaut Pinot, también de la generación de Sagan que también ha anunciado su retirada de un ciclismo que ya no entiende, oa Nibali, a Valverde, a los que ya acaban de dejarlo.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook allá Gorjeoo apuntarte aqui para recibir boletín semanal.