Cada parte del mundo vive Halloween de una manera diferente. Aquellos que lo hacen, los 31 de octubre llevan a cabo diferentes tradiciones: disfraces, fiestas, cenas, etc.
En este sentido, vale recordar que los habitantes de un país en particular tienen la peculiar costumbre de comer todos los 31 de octubre un fruto muy especial. ¿Por qué?
El país es España. El fruto, la castaña.
En Cataluña, Aragón, las Islas Baleares, la Comunidad Valenciana. En muchas regiones del país todos los Halloween se practica la “castanyada”. Es en remembranza de la plantación masiva de castaños que antiguamente hicieron los romanos en el territorio.
Hay quienes afirman que a finales del siglo XVIII se hacían banquetes funerarios en los invitados consumían, entre otras cosas, frutos secos. Para sentirse en comunión con los muertos, muchos asaban castañas y rezaban tres partes del rosario.
También se dice que quienes doblaban las campanas por los difuntos durante la noche de Halloween ganaban fuerza a base de castañas.
La castanyera es una de las figuras que simbolizan esta tradición española. Es una señora mayor que viste ropas humildes que asaba castañas en la calle y las vendía envueltas en cucuruchos de papel.
En otras zonas del país -las menos-, las castañas son acompañadas de alimentos más contundentes. En Asturias, por ejemplo, se come mucho guiso de castañas acompañados de sidra dulce. Si sobran castañas se arrojan al suelo como ofrenda a los muertos.
Hay partes, como la Sierra de Aracena, donde la tradición de las castañas en Halloween tardó en llegar. Allí se suelen quemar varas de olivo con hojas de castaño para realizar estelas en el aire y festejar el tostón de la castaña.
¿Por qué se celebra Halloween?
A diferencia de lo que muchos creen, esta festividad a la que comúnmente se la asocia con disfraces que inspiran terror, calabazas y golosinas no tiene su origen en América del Norte sino en Europa. Y el lugar en donde todo comenzó también tiene que ver con el significado del término.
Hay que ir por partes. En primer lugar, la palabra «Halloween» tiene origen en Escocia: proviene de «All Hallow’s Eve», lo que en castellano quiere decir «Víspera de todos los Santos», y se remonta muy atrás en el tiempo, al Siglo XVI.
Ahora masiva, Halloween empezó siendo una celebración pagana con raíces en el «Samhain», un antiguo festival celta que se realizaba en Irlanda cuando la temporada de cosechas se terminaba. Esto también daba inicio al Año Nuevo celta.
Ellos creían que en esta época los espíritus (tanto benévolos como malévolos) podían caminar entre los vivos, de ahí la necesidad de disfrazarse para ahuyentar a aquellos que quisieran hacerles daño.
Más tarde en el tiempo, en 1840, Halloween llegó a Estados Unidos a través de los inmigrantes irlandeses, y poco a poco fue transformándose en una de las festividades más populares del país del norte, una que comenzó a arraigarse cada vez más.
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