abril 18, 2024

Portugal: Los socialistas pierden Lisboa y Coimbra, pero ganan las elecciones municipales portuguesas | Internacional

Portugal: Los socialistas pierden Lisboa y Coimbra, pero ganan las elecciones municipales portuguesas |  Internacional
Carlos Moedas celebra esta mañana los resultados que le dieron la victoria como alcalde de Lisboa.RODRIGO ANTUNES / EFE

Los socialistas ganaron las elecciones municipales en Portugal, con casi el 33% de los votos (cinco puntos menos que en 2017), pero la pérdida de Lisboa y otras ciudades importantes como Coimbra o Funchal agrió su victoria. El excomisario europeo Carlos Moedas, político del Partido Socialdemócrata (PSD, centro-derecha), jefe de la coalición electoral de Novos Tempos, derrotó al actual alcalde socialista, Fernando Medina, llevándolo con unos 6.000 votos. Ninguna encuesta durante la campaña había anticipado el punto de inflexión en la capital portuguesa. El propio Moedas vivió su triunfo como algo excepcional: «Ganamos a todo y a todos», proclamó esta mañana pasadas las 2.30, cuando se confirmó su triunfo. “La gente de Lisboa ha dicho alto y claro que quiere un cambio. Hoy comienza un nuevo ciclo, Novos Tempos. Y estoy convencido de que comienza en Lisboa, pero no termina en Lisboa ”, dijo en referencia a las elecciones legislativas de 2023.

El diputado de Medina en la Cámara Municipal de Lisboa, que estaba en manos socialistas desde 2007, fue comisario europeo de Investigación, Ciencia e Innovación entre 2014 y 2019 y participó en la gestión del último primer ministro portugués a la derecha, Pedro Passos Coelho. Ingeniero civil y economista, trabajó en Goldman Sachs y Deutsche Bank en Londres y en la Fundación Calouste Gulbenkian en Lisboa. Es hijo de un militante comunista histórico de Beja, donde nació Moedas hace 51 años. Encabezó una coalición de cinco partidos y, entre sus principales promesas, estaba limitar la entrada de coches a Lisboa y crear una asamblea permanente de ciudadanos, un órgano asesor en temas trascendentales para la ciudad. Las decisiones que tomes en materia urbana y turística, uno de los principales problemas de Lisboa, serán de especial relevancia. Su antecesor Fernando Medina había anunciado el congelamiento de las licencias para transformar casas en apartamentos turísticos, dada la saturación alcanzada en algunos barrios históricos antes de la pandemia y que contribuyó a hacer subir los precios inmobiliarios.

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El punto de inflexión político en Lisboa también se produjo en otras ciudades como Coimbra y Funchal, la capital de Madeira, donde el PSD arrebató el gobierno local a los socialistas. La jornada dio un gran respiro al líder del centro, Rui Rio, que ha sido muy cuestionado en los últimos meses y que ha visto en peligro su continuidad como presidente del PSD. Los socialistas se consolaron al repetir la victoria. Gobernarán en 147 cámaras municipales frente a las 114 que estarán en manos de su principal oponente, el PSD y sus distintas coaliciones.

António Costa, primer ministro y secretario general del Partido Socialista, intentó centrarse en la victoria global de sus candidatos y en el hecho de que, por tercera vez consecutiva, hayan ganado las elecciones locales. Pero la erosión socialista es clara: ha perdido poder en las ciudades más pobladas. Además de las derrotas en Lisboa, Coimbra y Funchal, no consiguieron arrebatar Porto y Braga a sus actuales alcaldes, el independiente Rui Moreira y el conservador Ricardo Rio. Las principales alegrías vinieron de la mano de dos mujeres: Inês de Medeiros y Carla Tavares, que obtuvieron una abrumadora mayoría en Almada y Amadora. Las próximas citas electorales nos permitirán comprobar si lo ocurrido este domingo es el inicio de un cambio en el ciclo político en Portugal o un descontento temporal con el partido que gobernó el país durante los difíciles meses de la pandemia.

Lo que quedó claro es la indiferencia de la ciudadanía hacia las urnas. La abstención fue del 46,3%, el segundo récord más alto desde las elecciones de 1976. La formación de extrema derecha, Chega, no logró mantener el considerable apoyo que obtuvo en las elecciones presidenciales de enero, cuando se convirtió en la tercera fuerza. La mayoría votó con casi el 12% de los votos. Su líder, André Ventura, no obtuvo los votos suficientes para presidir la asamblea municipal de Moura por la que optaba, aunque la formación llegó a casi una veintena de concejales de todo el país. Tampoco ha sido un buen día para el Partido Comunista de Portugal (PCP), que ha perdido algunos de los alcaldes de sus bastiones históricos ante socialistas como Évora o Loures.

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