La luna, el único satélite natural de la Tierra y el quinto más grande del sistema solar -tiene un diámetro algo menor que la anchura de China-, pasa por cuatro fases o estados principales: luna llena, luna nueva, cuarto creciente y cuarto menguante. Y emplea aproximadamente 29 días y medio en completar el ciclo de las cuatro fases, es decir, casi un mes.
Es por ello por lo que lo normal es que solo haya una luna llena al mes. Pero teniendo en cuenta que el año tiene un total de 365 o 366 días -dependiendo si es bisiesto o no-, hay un total de 12,4 ciclos lunares completos al año. Eso quiere decir que, cada entre dos y medio y tres años aproximadamente, se dan 13 lunas llenas al año. Un total de 37 veces cada siglo.
Y 2023 es uno de esos años con 13 lunas, coincidiendo dos de ellas en agosto. La primera tuvo lugar el día 1 y la próxima será el día 31. Coincide, además, con que es la tercera y última superluna del verano.
Segunda luna en un mes
Se la conoce como luna azul, nombre que designa a la segunda luna que ocurre en un mismo mes. La anterior superluna azul fue en 2020, pero en octubre, mes que también tuvo dos lunas los días 1 y 31.
Por tanto, aquellos que miren al cielo en la noche del 30 al 31 de agosto podrán notar que la luna llena parece un poco más grande y brillante de lo habitual. Eso es porque la luna se encontrará más cerca de la órbita elíptica a la Tierra, convirtiéndola en una superluna.
Noticias relacionadas
La superluna será visible en la mayor parte del mundo y en España alcanzará su máximo apogeo a las 3.36 hora peninsular del día 31. Pero se podrá ver desde que aparezca en el horizonte (orto) a las 21.25 horas del día 30 y hasta que se ponga (ocaso) a las 7.51 horas.
La siguiente superluna, la cuarta y última del año, será el 29 de septiembre, ya en otoño.
Más historias
Un estudio revela desafíos neurológicos de las muestras de alimentos
Los beneficios de las pastillas anticonceptivas son más útiles para evitar situaciones embarazosas
Niveles de colesterol recomendados según la edad y cómo prevenir desequilibrios