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El lunes, hombres armados mataron a 37 agricultores, incluidas cuatro mujeres y 13 menores, que trabajaban en sus campos en la región de Tillabéri, en el oeste de Níger, informaron las autoridades locales. Aunque nadie se ha atribuido la autoría de esta nueva masacre, todo apunta al grupo terrorista Estado Islámico del Gran Sahara (EIGS), muy presente en esta región fronteriza con Mali donde se ubican sus principales bases. Según un recuento reciente de Human Rights Watch, la violencia yihadista se ha cobrado alrededor de 450 víctimas civiles en la zona desde principios de año.
Los hechos ocurrieron alrededor de las dos de la tarde, hora local, cuando un número indeterminado de yihadistas irrumpieron en motocicletas en los alrededores de la ciudad de Darey-Daye y comenzaron a disparar indiscriminadamente contra los civiles que trabajaban la tierra. Fuentes de las fuerzas de seguridad confirmaron la masacre y describieron el ataque como “feroz y extremadamente cruel. Esta es la época del año para que los aldeanos cultiven sus campos, estas redadas también tienen un gran impacto en su supervivencia, ya que dejan de cultivar por miedo «, dijo la fuente.
La localidad de Darey-Daye, que se encuentra a unos 40 kilómetros al este de Banibangou y muy cerca de la frontera con Mali, ya fue objeto de un grave atentado el pasado mes de marzo en el que murieron más de 60 personas que regresaban de un mercado semanal. Los terroristas los sacaron de los vehículos de transporte y los ejecutaron a sangre fría, después de lo cual quemaron casas y graneros en Darey-Daye. El 9 de agosto también fueron asesinados 15 campesinos de la localidad de Falanzandan, en el mismo departamento de Banibangou, mientras que entre el 25 y el 29 de julio otros 33 civiles fueron masacrados en Wiyé y Dèye Koukou.
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En la misma región natural, pero del lado maliense de la frontera, otra masacre ocurrida el 8 de agosto en la que murieron 42 personas provocó el desplazamiento forzado de mil ciudadanos que abandonaron sus aldeas bajo la amenaza de la violencia yihadista. Solo en la región de las Tres Fronteras entre Malí, Burkina Faso y Níger hay prácticamente tres millones de refugiados y desplazados internos, según datos de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), una cifra que aumenta constantemente.
Los expertos señalan que la matanza indiscriminada de civiles forma parte de una nueva estrategia de los yihadistas del EIGS, bajo las órdenes de Abu Walid al Saharawi, para sembrar el terror en la zona, provocando la huida de la población y las fuerzas de seguridad. “Es necesario contener la violencia contra la población civil en Tillabéri porque se puede generalizar. Existe un gran temor de que las comunidades se organicen en grupos paramilitares, como sucedió en Mali y Burkina Faso ”, dice Ornella Moderan, del Instituto de Estudios de Seguridad (ISS). Además de la región de Tillabéri y Tahoua, al oeste, Níger también se enfrenta a la amenaza terrorista del Estado Islámico de África Occidental (Iswap) al este del país, en este caso desde el norte de Nigeria y el lago Chad.