abril 30, 2024

EL PAÍS lanza un nuevo diseño en Internet | EL PAÍS que hacemos

EL PAÍS lanza un nuevo diseño en Internet |  EL PAÍS que hacemos

EL PAÍS cierra este sábado un importante ciclo en su proceso de transformación para afrontar los retos más inmediatos, tanto en su estrategia editorial como comercial. El lanzamiento de un ambicioso proyecto en Internet llega año y medio después de establecer un modelo de suscripción digital y cambiar la tecnología en la que se distribuye la web del periódico. Esta mañana EL PAÍS dio a conocer su imagen, aunque en realidad se trata de una evolución mucho más sustancial y transformadora. En un mundo informativo caótico, torrencial y que tiende a formar burbujas, el diario opta por una mirada propia, más selectiva y ordenada, clara, donde la profundidad y la exclusividad se combinan con la última hora y también con el descubrimiento, con la sorpresa; un periodismo en el que la calidad no es negociable, que aspira a seguir creciendo entre los lectores sin renunciar al rigor y al criterio.

En los 17 meses que han transcurrido desde el lanzamiento del modelo de pago, 120.000 lectores se han convertido en suscriptores digitales de EL PAÍS, además de los cerca de 35.000 de la edición impresa y una comunidad de millones de ciudadanos que leen, miran o escuchan el periódico. Con alrededor de 400 periodistas y ediciones en España, América, México y Brasil, EL PAÍS es el gran medio de referencia en español, según el Instituto Reuters, y el más leído en el mundo en su idioma. Desde el último rediseño hace casi seis años, los periódicos en línea han experimentado un cambio rápido. El video ha madurado, el audio ha explotado, las infografías y los datos han explotado en sus repercusiones, los boletines se han convertido en los nuevos blogs, Instagram es otro lugar para mostrar nuestro mejor periodismo y personalización, datos e inteligencia. futuro.

El rediseño de EL PAÍS aporta valor a algunos de estos cambios y prepara para todo lo que está por venir. El viejo paradigma de Internet donde dominaba la velocidad y la sobreproducción ha dado paso a un énfasis en la personalidad, pero aprovechando las herramientas de Internet y el conocimiento público.

Los responsables del rediseño de EL PAÍS explican sus novedades.

Cuando hace un año el equipo de EL PAÍS empezó a trabajar en este proyecto, para repensar cómo debe ser la vida cotidiana en los tiempos que vivimos, quedó claro desde el primer encuentro que el eje sobre el que debía articular todo el restyling era el lector, especialmente el lector fiel de EL PAÍS, con sus intereses, necesidades, aspiraciones. ¿Cómo navega el lector por la web? ¿Lo haces más por la portada, por las secciones, por los artículos que encuentras en Google, o en las redes sociales? ¿Los lectores prefieren que les sorprendamos o necesitan una organización tradicional para heredar el periódico impreso? ¿Y qué podemos aportar, como editores, como prescriptores, más allá de sus demandas? ¿Necesita tanta información como la que ofrecemos hoy o es nuestro papel ser más selectivos en la propuesta? ¿Cómo cuidamos a los suscriptores y convencemos a los que aún no lo están? ¿Cómo equilibrar las diferentes fuentes de ingresos para que el proyecto sea sostenible? Estas y muchas otras preguntas son las que un equipo transversal y multidisciplinar de EL PAÍS ha respondido en los últimos meses. En el camino, expertos y profesionales de sectores relevantes de la sociedad nos acompañaron con sus aportes. Y los lectores, siempre.

Cuando los lectores ingresen a EL PAÍS a través de su computadora de escritorio, portátil o teléfono, encontrarán una página web que aprovecha los diferentes tamaños de pantalla, donde no se perderán porque se mantienen las secciones clásicas. Pero, al mismo tiempo, descubrirán mucho más espacio para áreas flexibles que irán cambiando según el día, pensadas para apostar y no tanto como cajoneras fijas. También verán primero la opinión del diario, la de sus columnistas y la de sus analistas. Y conocerán un poco mejor a los reporteros que firman la noticia, con su imagen y pequeñas biografías. Verán el texto, pero cada vez encontrarán más audio, video de calidad, menos fotografías pero más relevantes y muchas narrativas visuales que combinan todo en beneficio de las historias. “Es un diseño visualmente continuo, pero estructuralmente nuevo. Más fácil de navegar, limpio, sencillo, con la idea de que el lector se siga sintiendo como en casa. El protagonista es el contenido, no las manifestaciones visuales ”, asegura Fernando Hernández, director de arte digital de EL PAÍS. La tipografía del periódico también evoluciona sobre la actual Majerit, más estilizada y pensada para una mejor lectura en las pantallas.

En este proceso de rediseño, no solo publicamos una imagen, sino que también se realizó un trabajo técnico profundo para mejorar la velocidad de la página. El lanzamiento se completará en las próximas semanas con nuevas aplicaciones para Apple y Android y desde EL PAÍS recogeremos las opiniones de los lectores para continuar con las mejoras en la experiencia del usuario.