mayo 21, 2024

Liga Santander: Barça caótico | Deportes

Liga Santander: Barça caótico |  Deportes

El Granada hizo imposible la vida de Koeman como técnico azulgrana. El cuadro nazarí no había ganado nunca en el Camp Nou hasta el 29 de abril, cuando impidió que los culés alcanzaran la ventaja y recuperaran 12 puntos en Liga: 1-2. Esa derrota puso al técnico en la mira del presidente Laporta. La continuidad de Koeman está más cuestionada que nunca después de que su equipo se enfrentara nuevamente al Granada en un partido diseñado para la recuperación del Barcelona tras la tormenta del martes en la Liga de Campeones. El 1-1 revela la miseria del Barça y el partido resume la locura de Koeman.

La desesperación fue tan contundente que la afición solo se quejó cuando el himno azulgrana sonó a todo trapo. La afición prefirió entonces aplaudir al gigante Araujo. El uruguayo evitó la derrota azulgrana en el último minuto y dejó al equipo y al club en tierra de nadie, esperando que sucediera algo sin saber qué, atrapado en una sala de espera esperando a Laporta. Nadie sabe ahora mismo qué puede hacer el presidente o qué será del obsoleto Koeman.

Asustado ante el Bayern, el Barça salió muy valiente ante el Granada. Koeman ha alineado a varios chicos, sobre todo en defensa, cuya media de edad es algo más de 20 años, sobre todo por la ausencia de Piqué y la presencia de Balde, suplente de la lesionada Alba. El técnico quiso dar una buena impresión, no sabemos muy bien si con el presidente o con la crítica, acosó cómo se siente desde el área y desde el campo, así como desde el palco de prensa, y al cabo de un minuto y un La mitad del equipo ya había encajado un gol de un centro de Escudero de cabeza de Duarte.

Aunque el error vino de Dest, nadie señaló a los jóvenes sino a los veteranos debido a la pasividad de De Jong y la vista de Ter Stegen. Al pito de un sector de la grada, siguieron cánticos a favor del Barça mientras se desplegaba una pancarta con las letras Força Koeman. El técnico no parece tener un plan o una alineación estable, sino que une a los jugadores en busca de un gran avance, mientras que el choque y la desorientación son evidentes en el Camp Nou. El Barça juega dos partidos, contra su rival y contra sí mismo, sin juego y sin jugadores, expuestos a cualquier contratiempo, como el gol del central Duarte.

El gol ha ensanchado la zaga del Granada y ha mermado la ofensiva del Barça. A los catalanes les faltó el desequilibrio, colectivo e individual, porque no había línea de pase para asociar o regatear para superar la densa defensa de las ayudas de Robert Moreno, técnico catalán, compañero del Barça y buen conocedor del vestuario azulgrana. Ni Coutinho ni De Jong se animaron con el disparo de media distancia y solo Dest acertó.

El Barça no llegó al área ni siquiera abrumado hasta que llegó Araujo. Con una jugada a balón parado, el defensa central se acerca antes del descanso con un cabezazo que enciende el Camp Nou. La respuesta de Maximiano fue tan extraordinaria como el disparo de Charrúa, el mejor del Barça. Mingueza señaló el arrebato y por unos instantes pareció que el Granada cedería. El portero no sucumbió a la frustración de un Barça que no encontraba la manera de darle ritmo al juego, enojado por las interrupciones y pérdidas de tiempo del rival, solo exacerbado por el margen izquierdo con Machís.

El escenario era tan desalentador que se impusieron cambios profundos al Barça. La cuerda siempre se rompe en el mismo punto: Sergi Roberto ha dado paso a Luuk de Jong mientras Demir y Memphis se abren a los lados y Frenkie de Jong y Busquets forman un doble pivote en un 4-2-3-1. Aunque la consigna era poner los centros para rematar al delantero, el gol no llegó a la desesperación de la afición porque no hubo señal más ofensiva que la valentía de Araujo. El delicado Coutinho tomó el camino del vestuario y Gavi entró en escena.

No había posibilidad de disparar antes del desastre azulgrana. La desesperación de Koeman llegó a tal punto que acabó recurriendo a Piqué y al inédito Riqui Puig. El centrocampista no agregó, pero la noticia es que Piqué fue el segundo delantero con Luuk de Jong. Una imagen que parecía más una rendición que una declaración de intenciones en un equipo como el Barça. El único que anotó con insistencia fue Araujo. Algo que nos permite seguir especulando sobre el futuro a corto plazo tras fallar ante un rival que tiene tres puntos en Liga. La Ganada, donde sea que esté sobre la mesa, es un martirio para Koeman.

Puedes seguir a EL PAÍS DEPORTES en Facebook Y Gorjeo, o regístrese aquí para recibir nuestro boletín semanal.