mayo 15, 2024

Relator para sentencia constitucional contra el Congreso modificó votación en última hora | España

Relator para sentencia constitucional contra el Congreso modificó votación en última hora |  España
Vista general de la Cámara del Congreso de los Diputados de 12 de marzo de 2020.
Vista general de la Cámara del Congreso de los Diputados de 12 de marzo de 2020.Marta Fernández Jara / Europa Press

El pleno celebrado el pasado jueves por el Tribunal Constitucional entrará en los anales de la institución. Se produjo una situación inusual: el cambio de opinión de última hora del relator sobre un recurso importante. Si el tribunal censuró o no la decisión de la Junta del Congreso de restringir su actividad durante los primeros días de la pandemia, dependió de su posición final, impugnada por Vox, que cree que violó el derecho de los diputados.

El recurso de apelación se dirigió contra los acuerdos de la Mesa de 19 de marzo de 2020. La propuesta del relator, el juez Antonio Narváez, del sector conservador, fue rechazar la tesis de que el Parlamento había cerrado y violado los derechos de los diputados a controlar el gobierno. Pero Narváez cambió de opinión después de escuchar los diez discursos que tuvieron lugar en el pleno durante dos días. Diez discursos, y no 11, que es el número actual de magistrados, porque faltaba uno de los miembros de la corte, Alfredo Montoya, quien no asistió al pleno por enfermedad.

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Tras escuchar a los diez intervinientes, se supo que cinco exposiciones habían propuesto el rechazo del recurso y otras cinco se habían defendido otorgando la protección solicitada y cancelando los acuerdos de la Mesa. La decisión ya no tendría ningún efecto práctico, ya que se hizo lo que se hizo. Pero el fallo sería un respaldo o censura al trabajo del Congreso y el Senado, que han seguido estrategias paralelas, en respuesta a la crisis de salud. Y esa misma aprobación o censura llegaría al Gobierno, tanto que las decisiones de restringir la actividad parlamentaria han influido, según Vox, en toda la labor de control del Ejecutivo.

Tras el debate en pleno, el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, consideró que había llegado el momento de tomar una decisión y trató de votar a favor del rechazo del recurso interpuesto por Vox. Pero no lo consiguió. El cambio de opinión del ponente, el magistrado Antonio Narváez, impidió que la votación tuviera lugar prácticamente al son de la campana.

Durante los dos días de deliberación dedicados a este tema, la vicepresidenta, Encarna Roca, y los magistrados Pedro González Trevijano, Santiago Martínez, se habían pronunciado a favor del recurso y, por tanto, del reconocimiento de que el Congreso ha violado los derechos de su diputados. , Ricardo Enríquez y Andrés Ollero. En cambio, el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, y los jueces Juan Antonio Xiol, María Luisa Balaguer y Cándido Conde-Pumpido, así como el propio Narváez, cuyo primer proyecto de sentencia era contrario al recurso, habían apoyado el rechazo. de la apelación. .por Vox.

Para atar

Por tanto, existía un vínculo que primero era difícil de predecir. Y esto se debe a que siendo 11, un número impar, el número de los actuales magistrados de la corte, solo una ausencia podría complicar las cosas, facilitando una situación de igualdad. Y esa ausencia se produjo cuando el magistrado Alfredo Montoya, del sector conservador, estuvo ausente.

Pero eran diez los presentes, y cuando terminaron los discursos, el presidente, Juan José González Rivas, se dirigió al magistrado relator, Narváez, y le preguntó si sometía a votación su proyecto de sentencia. El presidente decidió el caso con su voto de calidad. Hubo risas en la habitación. Se acercaba la obra de enroque. Y sucedió. Narváez, que ya había expresado sus dudas durante el debate, ha hablado muy claro esta vez, para decir que la votación no podría realizarse. González Rivas preguntó por qué, y el magistrado explicó que cambiaría su proyecto de sentencia, porque las razones dadas por los partidarios del recurso de Vox le habían parecido dignas de consideración. No hubo nada que votar, por tanto, porque la presentación inicial ya no estaba sobre la mesa.

Lo previsible es que la nueva presentación que trae Narváez al próximo Pleno, en octubre, anulará por seis a cuatro votos la clausura del Congreso en marzo de 2020, cuando vuelva el ponente con su sector, el Conservador, que también está el mismo sector del magistrado ausente el jueves pasado. Quizás Montoya no vote, porque es común que quienes no han participado en todos los debates no lo hagan. Pero fue el cambio de Narváez el que, en una situación insólita, revirtió la situación.