mayo 16, 2024

¿Una inyección contra el exceso de peso, la inflamación… y el envejecimiento?

Las personas con síndrome metabólico y obesidad suelen tener riesgo de sufrir un brote hepático al consumirlo a diario.

Las personas con síndrome metabólico y obesidad suelen tener riesgo de sufrir un brote hepático al consumirlo a diario. / Shutterstock

Cuando, hace más de un año, un compañero endocrinólogo me dijo que cada vez tenía más mujeres que llegaban a la clínica pidiéndole una inyección para adelgazar que habían escuchado que hacía maravillas, lo primero que pensé fue que era otra de aquellas modas que vienen de Estados Unidos impulsadas por algún famoso de figura envidiable dispuesto a creerse cualquier cosa. Pero mi amigo me aseguró que esta vez iba en serio: se trataba de un fármaco originalmente pensado para tratar la diabetes, pero que, como efecto secundario, hacía perder peso de una manera rápida. Cuando empezó a correr la voz (incluso Elon Musk dijo que lo tomaba), la gente con sobrepeso había ido a pedir a sus médicos que se lo recetara de extranjis. Finalmente, viendo que realmente funcionaba y respondiendo a la presión popular, se había acabado aprobando oficialmente su uso para tratar la obesidad.