abril 28, 2024

Espanyol – Atlético: Ni Griezmann ni Suárez, la figura es Carrasco | Deportes

Espanyol - Atlético: Ni Griezmann ni Suárez, la figura es Carrasco |  Deportes

Con un golpe en los riñones, apoyado en la cintura de Carrasco y los pulmones de Lemar, el Atlético ganó un partido perdedor mientras tenían a Griezmann y Luis Suárez en el campo. Simeone no tuvo más remedio que rectificar después de que su flamante alineación ofensiva pasó a ser un cartel de propaganda en el RCDE Stadium. El Atlético no ganaba en el Espanyol desde 2017. Griezmann también vestía entonces un rojiblanco y todavía no había pensado en fichar por el Barça. El regreso de El Principito al Atlético pasó tan desapercibido como sus últimas actuaciones en el Camp Nou. La figura fue el desestabilizador Carrasco, que peleó al 1-1 tras cortar un balón dividido por su propio amor y luego habilitó al Lemar en el 1-2 con un virtuoso bloqueo en el minuto 99. La recuperación del tiempo redimió al Atlético y sentenció al Espanyol.

El biancoazzurri se encontró muy enojado y exhausto después de un partido titánico, jugó muy bien hasta el descanso, a gusto en el campo y en el marcador después de que Raúl de Tomás, Pichichi Secondo con 23 goles, marcó el primer gol de su equipo desde que regresó a la Liga. El Espanyol solo había sido golpeado por un delantero para marcar mientras que el Atlético ni siquiera había rematado a puerta con un ataque propio de los tiempos en los que Luis Ufarte, Luis, Gárate, Irureta y Alberto eran campeones. Pocas veces se había visto a un equipo rojiblanco tan desequilibrado y desequilibrado como el que cedió el campo del Espanyol que luchó como un jabalí hasta que vio el cartel con 10, los minutos para recuperar según el colegiado, el tiempo para que las plantas levanten Atlético de Carrasco y Lemar.

Aunque el Cholo Simeone se proclama entrenador del equipo del pueblo, la opulencia del Atlético contrasta con la precariedad del Espanyol, diezmado también por las lesiones de David López y Puado y por el penalti de Sergi Gómez. La lista de suplentes rojiblancos (João Félix, Lemar, De Paul, Cunha, Kondogbia, Giménez) era tan intimidante como una formación marcadamente ofensiva por la presencia de Correa junto a Luis Suárez y Griezmann. Nadie se fijó en el portero hasta que Savic se apoyó en un balón que aterrizó en la zona muerta y permitió el disparo raso y cruzado de Embarba. Oblak respondió al excelente disparo con una parada prodigiosa por el estiramiento y los dedos de la mano derecha que mandaron el balón al ángulo derecho de la portería del Atlético. La alineación de Rojiblanda puede terminar como quiera su entrenador siempre que comience con Oblak.

El portero es un seguro de vida, incluso en partidos aparentemente favorables como el del RCDE Stadium, sobre todo cuando el equipo no encuentra el hilo del partido, confundido por la aglomeración de delanteros y sorprendido por la ausencia de Lemar y De Paul. El Atlético quiso ganar más al golpe que al fútbol a pesar de haber abierto el campo con Trippier y Carrasco. El plan de Simeone permitió al Espanyol cerrar el campo con una defensa asistida y hasta cinco centrocampistas y espacio de ataque con transiciones vertiginosas en busca de Raúl de Tomás. Las selectivas llegadas blanquiazules fueron más conmovedoras que los ataques barrocos del Atlético en torno a Luis Suárez. Griezmman no entró al campo y no apareció el delantero Correa. El Atlético estaba incómodo, no atacaba ni defendía, no trabajaba con ni sin balón, el juego lo controlaban Darder y Melendo.

No despertó al Atlético ni en el parón de hidratación, pero empeoró cuando Oblak lanzó un disparo envenenado a Embarba antes de encajar un gol en un córner de Raúl de Tomás. El delantero se anticipa a Marcos Llorente en el primer palo y el balón acaba en el palo contrario ante la impotencia de Oblak. El primer gol biancoblu en su regreso a la Liga llegó después de 310 minutos contra uno de los porteros más famosos de la Liga y en el partido más difícil para el equipo del talentoso estratega que es Vicente Moreno. Lo único que le queda a Simeone es compensar el descanso: Lodi, Lemar y Kondogbia ocupan el lugar de Trippier, Hermoso y Correa. Tres cambios que cambiaron el perfil del Atlético, ya organizado con un zaguero cuatro, un centrocampista más y un delantero menos, y cambiaron el tono del choque ante un rival privado del central Calero.

El Atlético, sin embargo, resistió el empate después de que el árbitro anulara el gol de Lemar por fuera de juego de Luis Suárez. El árbitro vio al VAR e interpretó que el uruguayo atacó el balón en posición ilegal antes de que golpeara el pie izquierdo de Lemar. Simeone, por su parte, siguió interviniendo y a la hora del partido sacó a Griezmann y luego a Luis Suárez. El protagonista, sin embargo, fue Carrasco, habilidoso en un mano a mano con el novato Luis Recasens. El rojiblanco insistió en el balón hasta que lo rebanó para batir a Diego López. Los bianconeri animaron a los restauradores hasta que el partido terminó temprano y resultó en un ataque final del Atlético. Lemar profundiza sin que nadie se interponga, derriba el muro con Carrasco y dobla las manos de Diego López.

El partido se ha vuelto demasiado largo para el Espanyol, también quemado por el resplandor de una tarde pensada para Griezmann, el hijo pródigo del Atlético que cruzó el Barcelona de puntillas, también anónimo para el Atlético, como si nadie le hubiera fallado todavía, al menos tanto tiempo pues hay jugadores que se mezclan igualmente bien con lo nuevo y lo viejo como Carrasco.

Puedes seguir a EL PAÍS DEPORTES en Facebook Y Gorjeo, o regístrese aquí para recibir nuestro boletín semanal.