abril 26, 2024

Libro ‘Jueves’: Julio Trujillo: «El mío no es un poema bonito»

Libro 'Jueves': Julio Trujillo: "El mío no es un poema bonito"
Julio Trujillo en la presentación de Mapa de Idiomas, 28 de noviembre de 2016. en la FIL, Guadalajara.FIL

No es fácil pensar en los días de la semana sin caer en tópicos. El lunes está maldito, el viernes se celebra. El poeta Julio Trujillo (México, 1969) titulado jueves a un nuevo poema de larga duración publicado por la editorial Trilce. En este, la única posibilidad que se vislumbra es el encierro, el eterno giro en espiral donde lo menos importante es el día de la semana.

Para este trabajo, Trujillo, también autor de libros de poesía como tales Arco (2000), Invadir (2005), Bipolar (2008), La burbuja (2013), entre otros, y las Crónicas de la Ciudad de México contenidas en Atajos y desvíos (2015), decidió dejar la capital mexicana por un mes para regañarse frente a un espejo gigante, el del mar de Chacala, en el Estado de Nayarit: «tú mismo te trajiste a estas costas / solo / volar los límites del ojo / y reaprender a ver / recibir lo que se te da ”, anuncia en las primeras páginas de jueves. Es un monólogo que usa la segunda persona del singular para permitir que su autor se separe del texto. Deja a un lado Trujillo; Lo invita a ser libre en su propio aislamiento, lo empuja y lo deja aullar. Es una «apelación a una psique magnetizada por la angustia y la exaltación», dice el poeta mexicano David Huerta, editor del poema.

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Trujillo, ganador del Premio de Poesía Joven Elías Nandino de México 1994 por el poemario una sangre, alcanza en jueves la «espléndida derrota» de la que alguna vez habló el poeta venezolano Rafael Cadenas para definir la poesía. Sin vergüenza, Trujillo se limita a: “¿Crees que eres un / dios / poeta pequeño y resentido? / Dirías que es una rabia contra la muerte / si no lo fuera / porque hay muy poca vida en tu revuelta / oscura oposición / más muerte quizás y tú sin darte cuenta / sabes que eres el tonto de la fiesta / el ¿Uno que no puede / olvida no mirar / o ser observado?

Este grito, que parece no tener fin, está impreso en 79 páginas que piden ser leídas sin pausa. Trujillo habla con EL PAÍS sobre el poema que se desarrolla en jueves y la necesidad de romper con el texto.

Pregunta. Por qué jueves?

Respuesta. Decir «jueves» significa enfatizar la recurrencia de un solo día, que podría ser miércoles o domingo. Me gustan los jueves, así que me sentí un poco atrapado ese mismo día, también porque prefiero quedarme estancado el jueves que el lunes. Aunque el poema podría suceder cualquier día. La recurrencia, la repetición, el reinicio del mismo día después de la medianoche, es lo que contaba para mí como metáfora de una crisis, como metáfora de una espiral en la que estaba atrapado. Se llama jueves, pero podría llamarse de otra forma.

pag. ¿jueves ¿Es una lucha que una vez enfrentada termina o es un cuestionamiento en círculos que nunca termina?

r. jueves es un ejercicio de introspección que requería que la segunda persona del singular fuera lo más feroz posible. Es una lucha conmigo mismo, pero también el comienzo de una reconciliación. A lo largo del poema propongo el movimiento en espiral, que obviamente nunca anuncia una salida. Pero al final del poema veo que se acaba un ciclo y que podré salir de la espiral de la crisis. Pero en cada momento es una crisis, una especie de callejón sin salida, en el que ha quedado atrapada la voz, no tanto yo, Julio Trujillo, sino la voz poética que habla en ese poema. No es un poema hermoso, no es un viaje de vacaciones; Es un viaje interior, problemático, en el que espero que su final presagie un comienzo de perdón o reconciliación.

pag. La poesía puede llevar a algunos a recordar las canciones escritas en Altazor, del poeta chileno Vicente Huidobro, porque parece que en jueves Además, no hay escapatoria a los problemas que presenta.

r. Manteniendo la distancia, hay similitudes con Altazor. Ambos poemas implican un viaje. Probablemente Altazor es más noble porque hace paracaidismo, y salté sin nada. Creo que el comienzo de cualquier solución a un problema es reconocerlo, identificarlo; saber lo que está pasando y luego expresarlo. En este sentido, la poesía, su ejercicio, es también el comienzo de la solución. Por eso, soy la primera sorpresa de que este libro esté relacionado con mi propia vida y que yo esté relacionado con la poesía. No había forma de liberarnos hasta que, después de una brutal honestidad e introspección, le puse fin a esto para poder separarme de él. Entonces hay una salida. Pero no fue fácil porque el autor y el texto fueron muy problemáticos en un punto entrelazados.

pag. Sin ser una letaníajueves ¿Es una canción para reconocerse o para liberarse?

r. Lo identifico más como un grito que como una canción. Y hace ambas cosas. Fue muy delicado mantener un equilibrio entre la espontaneidad que proviene del aullido, digamos, y el trabajo artesanal literario que implica escribir. Si escribes un poema con demasiado cuidado, la catarsis, el llanto, todo lo que está fuera de control se perderá. Pero si lo hubiera hecho totalmente fuera de control, habría sido ilegible. Traté de encontrar un equilibrio manteniendo el frágil equilibrio entre el grito y su articulación escrita.

pag. El poema tiene un ritmo que parece sincopado lo que le da musicalidad. Además, al no tener pausas de puntuación, se puede cantar e interpretar de muchas formas. ¿Cuál fue la intención de negar la puntuación?

r. La última decisión que tomé mientras editaba jueves, después de pensarlo mucho, estaba eliminando toda la partitura. Originalmente existía, pero en la última lectura me pareció muy evidente que no era necesario, que probablemente el propio ritmo del texto lo sustentaría. Me importa lo que pase en el espacio textual de la página. Cuando no hay puntos ni comas, ni mayúsculas, el verso que está leyendo puede pertenecer al trazo de la expresión anterior o puede ser el anuncio de la siguiente o ambas; genera una ambivalencia que me gusta mucho. Siempre hay una musicalidad en juego. Pero no solo es sonoro, sino también visual. Hay una especie de meandro que me interesaba subrayar.

pag.. jueves plantea una incertidumbre que se puede ver y leer, y que tiene que ver con el eterno movimiento de una espiral.

r. El recurso central del poema es el movimiento en espiral; girando como una peonza, como una peonza. Como en la danza, que en sí misma implica mucho movimiento y no hay progresión: generalmente no te mueves cuando bailas, pero estás en el mismo lugar; la poesía y la danza son similares en esto. Es un ritmo puro e inútil en el sentido más noble de la palabra. No pretende llegar, no pretende explicar, sólo manifestarse; le interesa ser ritmo y expresión pura.

pag. Hoy es difícil encontrar poemas de larga duración; poemas largos como Primer sueño, de Sor Juana, o Incurablepor David Huerta. ¿Por qué continuar esta tradición?

R.. La poesía prolija es una tradición mexicana muy ilustre a la que no sé si pertenezco, pero hay muchos ejemplos excelentes. Esto Sindbad encallado, de Gilberto Owen, quien para mí fue un referente muy importante, también es muerte sin fin, de Goroztiza, e Todo es babelpor Lizalde.

pag. ¿Cómo encontraste una salida a un poema como jueves ¿Dónde, independientemente de su longitud, es agotador?

r. Necesito la complicidad de los lectores para navegar el poema de principio a fin. Me alegro de que no sea un texto condescendiente ni fácil. Cuando el lector se involucra, se convierte en una especie de cómplice que no solo reconoce una serie de problemas que allí expreso y que han surgido de mí, sino que también se reconoce a sí mismo como lector en algunas cosas. En este sentido, la poesía también puede ser un espejo. Después de este poema, me siguió un tiempo de silencio, para callarme. jueves Me tomó muchos meses porque estaba muy ligado a mi vida no solo como texto sino casi como personaje que me acompañó durante una etapa.

pag. ¿Por qué decidiste escribir este poema fuera de la ciudad?

r. Era necesario alejarme de la Ciudad de México y de mí mismo; Quería un contexto en el que pudiera ponerme en perspectiva. Por eso me alejé del ruido, me alejé de una ciudad que constantemente me hace sentir un poco oprimido. Llegué a una pequeña playa de Nayarit para poder estar solo frente al mar. Mi trabajo requería distancia y perspectiva. Y un poco, aunque suene dramático, de exilio.

pag. Pocas lecturas logran incitar al movimiento, a significar: «Yo puedo hacerlo o decirlo también». jueves podría ser uno de ellos. Derivado de la pandemia y dada la necesidad de que la gente hable con alguien, ¿nacerán nuevos poetas?

r. No hay duda. Creo que ya han nacido nuevos poetas. Se generaron espontáneamente personas y textos que decidieron, en forma de poesía, ya través de ese género, preguntarse muchas cosas. Porque si algo nos ha traído esta pandemia, hay muchas dudas, además de mucho tiempo. La suma de las dudas a lo largo del tiempo probablemente generará nuevos poemas y poetas. Y qué bonito, porque es una forma de cuestionar la realidad, de intentar comprenderla. No creo que haya muchas respuestas por encontrar, pero cuantas más preguntas haya, mejor estaremos en el mundo. Estoy deseando que lleguen los poetas de la pospandémica.

pag. Por cierto, ¿dónde se quedó el lector ante la oferta desatada de los poetas, que siempre ha existido, frente a la falta de crítica?

r. En el siglo XIX se decía que se levantaba una piedra y se encontraba un poeta, ahora en una pandemia sucederá lo mismo. Estoy de acuerdo en que faltan críticas. Pero no creo que nunca haya demasiados poetas. Creo que la galaxia de los poetas es una galaxia administrada por minorías y seguirá siéndolo. Lo que se necesita es un lector que no se aleje del poema por ningún motivo. A veces es por pereza, a veces es por miedo a no comprenderlo; Lo rechaza por solemne o porque lo considera un lenguaje anticuado. No hay acercamiento a la poesía, debemos entender que es otra forma de decir las cosas, que no es marciana ni banal. Y eso no corresponde a un período romántico preciso, como muchos creen, salvo que es un arte más, que progresa, evoluciona con palabras cotidianas; que ya no requiere los temas previamente certificados, como el amor, la muerte, el romance. Debemos entender que ahora todo es poetizable.

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