abril 26, 2024

Pandemia Taurina (e 5): la amarga e intransigente polémica por las subvenciones produce más miedo que el toro | Cultura

Pandemia Taurina (e 5): la amarga e intransigente polémica por las subvenciones produce más miedo que el toro |  Cultura

Si hablar de dinero es de mal gusto, hablar de las subvenciones oficiales que recibe la tauromaquia es un tema tabú para los toreros. Muchos se sienten incómodos y un sentimiento de culpa los asalta por recibir una suma monetaria a cambio de organizar una corrida de toros en una localidad.

Un conocido empresario que regenta la plaza de una gran ciudad de Madrid manifestó a este diario su desgana al respecto.

Solicitud. ¿Recibe ayuda municipal para la organización de la feria?

Respuesta. «Sí, pero no sé si conviene decirlo o no, como hacen los antitaurinos con este asunto».

Uno de los pocos que afronta la situación con naturalidad y no sin coraje es Victorino Martín, presidente de la Fundación Toro de Lidia. Se niega categóricamente a hablar de subvenciones y cree que son «bonificaciones a cambio de la prestación de un servicio a la comunidad». «Las fiestas en los pueblos se organizan en torno a la música, los fuegos artificiales y los toros», añade, «en muchas de ellas este año no habrá ferias y la tauromaquia será la única celebración festiva».

Tampoco son los municipios y sus alcaldes un ejemplo de transparencia en las partidas presupuestarias dedicadas a las toros.

Victorino Martín prefiere hablar de «indemnizaciones económicas a cambio de la prestación de un servicio»

Una de las excepciones es el socialista Miguel Zamora, primer alcalde de la ciudad de Albacete, Tarazona de la Mancha, que no tiene reparos en reconocer que su municipio dedica 15.000 euros a la organización de una corrida de toros y una corrida de toros en su feria anual que se celebra. mediados de agosto. “A pesar de las restricciones, este fue el año en el que más espectadores salieron a las calles en la última década”, explica, “quizás porque se ha reducido la oferta de ocio”. «Y como todos corregimos los gastos, fue un buen negocio para el empresario», concluye.

Tarazona no es el único municipio que colabora con fiestas taurinas. Otro ejemplo es Casas Ibánez, también en la provincia de Albacete, que celebró una corrida de toros el 28 de agosto en presencia de El Juli, Miguel Ángel Perera y Paco Ureña, y recibió una ayuda de 15.000 euros del municipio y otra cantidad de la misma. cantidad aportada por el club taurino local.

Juan Medina, catedrático de Teoría Económica de la Universidad de Extremadura, y el más reconocido estudioso de las variables económicas de la fiesta taurina, elaboró ​​en 2013 un informe para ANOET en el que señala que 2.767 de los 8.700 ayuntamientos españoles organizaron fiestas que año en sus distintas modalidades y aportó 20.116.278 €, el 1,4% de sus presupuestos culturales. Ocurre que el 83,4% de las ayudas municipales se dedicó a celebraciones populares, y solo el 16,6% restante a celebraciones regladas. Y un detalle más: los ayuntamientos han recuperado tres millones de euros mediante rentas o gestión directa de plazas de titularidad pública.

El 14 de junio de 2020, este blog informaba que ocho comunidades autónomas (Madrid, Andalucía, Extremadura, Castilla y León, Castilla-La Mancha, La Rioja, Murcia y Navarra) aportaron 7.568.180 €; y los municipios de Badajoz, Castellón, Palencia, Albacete, Málaga, Guadalajara, Salamanca, Zaragoza y Valencia gastan 3.296.498 euros. A estas cantidades hay que restar lo que recibieron estas administraciones por el alquiler de sus respectivos locales, que ascendió a 3.433.306,9 €. Lo que aportó el CC AA fue el 4% de los más de 80 millones dedicados al área cultural, y el 1% de los municipios.

Fiesta celebrada en Olodera (Badajoz) el 10 de julio.Torostv

Asimismo, y con motivo de la pandemia, las comunidades de Andalucía, Madrid, Aragón, Castilla y León, Extremadura, Navarra, La Rioja, Valencia y Aragón han aprobado partidas presupuestarias para ayudar a los ganaderos especialmente afectados por el coronavirus.

Por supuesto, la tauromaquia tiene subvenciones oficiales como sector cultural reconocido por la ley; Sin embargo, sucede que, a pesar de la fuerte ofensiva de sectores opuestos a la tauromaquia, la realidad es que la ayuda es ridícula, ofensiva, injusta y desproporcionada con la actividad económica que generan los partidos y los ingresos fiscales que aportan a Hacienda.

El ejemplo más escandaloso es el toreo que recaudan los Presupuestos Generales del Estado: 65.000 euros (30.000 para el Premio Nacional de Tauromaquia y 35.000 para la Fundación Toro de Lidia).

La Real Maestranza de Sevilla dedica el 84 por ciento de lo que recibe de los toros a una enorme labor benéfica, social y cultural

A cambio, y según el estudio del profesor Juan Medina referente a la temporada 2013, el estado recibió 45 millones de euros en IVA, una cifra sensiblemente superior a la recibida de otras industrias culturales, y más de 12 millones en cotizaciones sociales.

Medina concluyó que «la actividad alcista no es solo la menos subvencionada, sino la que más riqueza genera para Hacienda».

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Otro ejemplo es la Plaza de Las Ventas, que es de titularidad pública. Su propietario, la Comunidad de Madrid, ha alquilado la suma de 52 millones de euros durante los últimos 15 años. Si bien el gobierno regional destina fondos al fomento de la tauromaquia y al mantenimiento del ruedo, su inversión real dista mucho de lo que percibe.

Un caso paradigmático es el de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, propietaria de la plaza de toros de la capital. Esta institución privada recibe alrededor del 22 por ciento de los ingresos de cada celebración, y dedica el 84 por ciento de esos ingresos anuales –entre 1,5 millones y dos millones según el promedio de los últimos seis años– a una enorme organización benéfica, social y cultural, que va desde comedores populares hasta ayudas a órdenes religiosas y ONG, hasta restauración del patrimonio artístico y premios universitarios.

Y otro caso: la Diputación de Málaga, propietaria de la plaza de toros de la capital, encargó este año la organización de la feria taurina al empresario José María Garzón, y acordó que el alquiler consistía en el pago de un euro por cada entrada vendida que iría a la Fundación El Pimpi y las Hermanitas de los Pobres.

En definitiva, esta amarga e intransigente polémica sobre las subvenciones, difundida continuamente por sectores opuestos al partido, está plagada de medias verdades, muchas mentiras y manipulaciones excesivas.

Hay subsidios; Claro, pero lo cierto es que no se corresponden de ninguna manera con la importancia económica y cultural del sector.

Nos guste o no, esta es la fiesta …