abril 27, 2024

Venezuela: la democracia se construye solo con democracia | Opinión

Venezuela: la democracia se construye solo con democracia |  Opinión
Vista general del hemiciclo de las sesiones de la Asamblea Nacional, en Caracas, este martes.Miguel Gutiérrez / EFE

El régimen chavista asumió la tarea de desmantelar el estado durante 22 años. Su modelo nos trajo la mayor emergencia humanitaria del hemisferio occidental, ya que la democracia y el bienestar de la población desaparecieron. Durante este tiempo, se apoderaron de las instituciones públicas, torcieron el voto como herramienta de cambio y tomaron el poder absoluto. Los distintos sectores democráticos del país no han logrado contener el descrédito de la vía electoral y se han negado a participar en las últimas elecciones. Hoy debemos salvar esa vía electoral y dar un primer paso para cambiar el rumbo.

Quienes estamos comprometidos con el retorno de la democracia a Venezuela vemos el voto como una herramienta legítima y constitucional para expresarnos como sociedad. El voto representa una forma de lucha cívica, que nos permite alzar la voz para protestar y demostrar nuestro descontento con el rumbo que ha tomado el país en los últimos años. Es el mecanismo ideal para cambiar realidades a través del consenso entre diferentes actores políticos y sociales.

El nombramiento de nuevos rectores para el Consejo Nacional Electoral es una gran oportunidad para la lucha que hemos emprendido por el retorno de la democracia y la reconstrucción del país. Enrique Márquez y Roberto Picón son dos figuras con una dilatada experiencia en la lucha por la democracia, con un compromiso innegable por defender y recuperar el valor del voto. Su nombramiento como rectores representa un paso importante y necesario en el camino que hemos emprendido. Sí, creemos que este es un buen comienzo para nuestra causa, por lo que podemos tomar ese camino nuevamente donde se escuche nuestra voz y obtengamos los cambios que queremos y necesitamos.

A pesar del sufrimiento y la miseria que nos ha traído el régimen, los venezolanos tenemos la más ferviente creencia de que la democracia es la mejor manera de reconstruir la nación que tanto nos merecemos. Las encuestas de opinión así lo confirman: los ciudadanos creemos que la participación es la mejor salida a la crisis que atravesamos. Por eso todos nuestros esfuerzos están comprometidos con la democracia y apuntan a beneficiar a todos por igual, independientemente de las diferencias ideológicas.

Las instituciones democráticas en todo el mundo son sinónimo de trabajo favorable para la sociedad en su conjunto. En Venezuela, estas instituciones han perdido su norte. Nuestra lucha es y será por y para recuperarlos y así reconstruir la nación. Puede haber sectores políticos con ideas diferentes, pero a pesar de las diferencias, la salida de esta crisis debe ser democrática y electoral. Por eso debemos recordar que en el pasado hemos logrado grandes resultados a pesar de la desventaja, porque éramos la abrumadora mayoría pidiendo un cambio. Es cierto que todavía necesitamos otras condiciones para alcanzar los estándares mínimos de calidad electoral para que podamos votar libremente, pero lo fundamental siempre ha sido que la participación de todos sea impulsada por todos los espacios, y cumplir ese deseo de un pueblo. decididos a elegir tu destino para que se cumpla, porque solo nosotros podemos cambiar nuestra realidad.

No podemos esperar a soluciones mágicas e inmediatas que no se materializarán. Los venezolanos merecen la oportunidad de elegir. Todo venezolano tiene derecho a vivir sin miedo, a pensar diferente y a tener oportunidades reales que nos brinden un futuro diferente.

Somos democráticos, somos civiles, no actuamos con fuerza. El mejor curso de acción que podemos tomar es el que nos permita llegar a consensos para resolver los problemas que afectan a la mayoría de la población en la actualidad. Los distintos actores políticos del país deben entenderse en un juego democrático y que es el pueblo el que elige, con su voto, el camino a seguir. No olvidemos que por aquellos que quisieron imponerse por la fuerza y ​​se jodieron en el poder, estamos sufriendo la peor crisis de nuestra historia. Podemos y debemos hacerlo de otra manera, siempre guiados por nuestros valores democráticos.

El papel de la sociedad civil en este proceso fue fundamental. Trabajaron incansablemente para lograr los objetivos, dejando de ser observadores para ser protagonistas, asumiendo su responsabilidad cívica de transformar la realidad. Apoyamos su trabajo, su iniciativa y también su espíritu cívico. A pesar de las amenazas que enfrentan por parte del régimen, dijeron estar presentes y asumieron su rol cívico.

Es cierto que solo la sociedad civil y la creación de un nuevo Consejo Nacional Electoral no son las únicas condiciones necesarias para un correcto proceso democrático, aún queda un largo camino por recorrer para que se respeten plenamente las disposiciones de la Constitución: revisar la situación de los discapacitados, las tarjetas, los presos políticos y la persecución de los medios, pero este es un buen comienzo, vamos por buen camino para lograr las metas que nos hemos marcado.

Este es un primer paso hacia la reunificación y organización, es la esperanza de confiar una vez más en que si nos movilizamos y participamos, podemos dejar atrás esta tragedia que sufrimos. Mirar no nos sacará del letargo en el que estamos inmersos. El cambio que queremos no sucederá si no actuamos.

Las soluciones a las que aspiramos están adheridas a la Constitución con la firme intención de reconstruir Venezuela y convertirla en un país democrático, de progreso y con instituciones sólidas al servicio de todos. Este pueblo clama por un cambio de modelo, libertad y derechos para todos. Unidos podemos lograr nuestro objetivo. Estamos cada vez más cerca de lograrlo.

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