Este lunes, la ciudad de Nueva York fue escenario de uno de los tiroteos más mortíferos desde el año 2000, cuando un atacante abrió fuego en el concurrido Midtown, dejando cuatro víctimas mortales, incluida un agente de policía. El tiroteo, que tuvo lugar en un edificio de oficinas ubicado en el 345 de Park Avenue, ocurrió en un momento de alta afluencia de trabajadores que regresaban a casa. Este ataque se suma a la alarmante cifra de al menos 254 tiroteos masivos ocurridos en Estados Unidos en lo que va del año, según datos del Archivo de Violencia con Armas.
El agresor, conocido como Shane Devon Tamura, un individuo de 27 años residente en Las Vegas, ha dejado varias incógnitas que continúan bajo investigación. A medida que las autoridades examinan las evidencias recopiladas, incluidas las filmaciones de las cámaras de seguridad, los motivos del ataque aún permanecen como un enigma.
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La vida y antecedentes del atacante
Shane Tamura, quien llegó a Nueva York la tarde del lunes, había recorrido el país en coche en los días previos al ataque. A pesar de que el FBI no encontró información reveladora sobre él en sus registros internos, la Policía de Nueva York ha confirmado que Tamura tenía un historial de problemas de salud mental. En su bolsillo, se encontró una nota de suicidio en la que el atacante alegaba padecer encefalopatía traumática crónica (ETC), una enfermedad cerebral relacionada con los golpes repetidos en la cabeza, común entre los jugadores de fútbol americano. En la nota, Tamura solicitaba que su cerebro fuera estudiado, añadiendo que «no puedes ir contra la NFL, te aplastarán», una referencia a los problemas que él habría tenido con la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL).
Este análisis de ETC, relacionado con deportistas que experimentan lesiones cerebrales frecuentes, indica que Tamura podría haber sido influenciado por las características de su carrera deportiva previa. Diversos amigos y conocidos del agresor han manifestado su asombro ante su conducta, considerándolo una persona pacífica y sin inconvenientes hasta entonces.
La evolución del asalto
El incidente tuvo inicio aproximadamente a las 18:30, cuando las cámaras de seguridad registraron a Tamura descendiendo de su vehículo cerca del edificio de Park Avenue. Portando un fusil de asalto M4, ingresó al vestíbulo del inmueble y comenzó a disparar contra varias personas, entre ellas un oficial de policía que estaba fuera de servicio. Personas en la zona informaron sobre ruidos de disparos continuos, seguidos por escenas caóticas con personas corriendo y llamando por auxilio.
Después de la agresión inicial, Tamura tomó el ascensor y, al parecer sin ser completamente descubierto, siguió su trayecto hasta llegar al piso 33 del edificio. Allí, en las instalaciones de la inmobiliaria Rudin Management, abrió fuego de nuevo, sumando una víctima mortal adicional antes de dispararse en el pecho, lo que resultó en su fallecimiento por la herida autoinducida.
Los afectados por el incidente con armas
La tragedia dejó un saldo de cuatro muertos y un herido grave. Entre los fallecidos se encontraba el agente de policía de Nueva York Didarul Islam, de 36 años, quien trabajaba como parte del equipo de seguridad del edificio en el momento del ataque. Islam, un inmigrante bengalí y padre de dos hijos pequeños, fue una de las víctimas más impactantes, ya que se encontraba fuera de servicio en ese momento. El alcalde de Nueva York, Eric Adams, y la gobernadora Kathy Hochul expresaron sus condolencias a la familia de Islam, quien fue calificado como un héroe tras dar su vida para proteger a otros.
Las otras víctimas mortales fueron dos personas más, una mujer y un hombre, que fueron trasladados al Hospital Bellevue, donde se confirmó su fallecimiento. La quinta persona herida se encuentra en estado crítico pero estable, según informaron las autoridades.
Reacciones y contexto
El ataque ha generado una ola de conmoción en la ciudad y ha puesto en evidencia la continua amenaza de la violencia armada en las calles de Nueva York y otras ciudades estadounidenses. El alcalde Adams, durante su encuentro con la familia del agente Islam, destacó la importancia de su sacrificio y el compromiso con la fe que siempre mostró.
El tiroteo ha reavivado el debate acerca de la salud mental de los agresores y la facilidad con la que aquellos con trastornos psiquiátricos pueden obtener armas de fuego. Aunque las autoridades continúan investigando los motivos de Tamura, la posible relación con su enfermedad mental y el impacto de lesiones cerebrales debido a golpes repetidos durante su juventud como jugador de fútbol americano podrían esclarecer los factores detrás de este trágico evento.
La evolución de los estudios
A medida que avanza la investigación, las autoridades tratan de descubrir los motivos detrás de un incidente tan destructivo y sin comparación. La trayectoria de Shane Tamura, quien parecía no tener inconvenientes y cambió de ser un talentoso atleta a un atacante con armas, genera dudas acerca de la influencia de las afecciones del cerebro y las situaciones personales en acciones drásticas.
El FBI junto con las autoridades locales sigue investigando el caso, con la esperanza de lograr respuestas que permitan prevenir futuros incidentes trágicos y comprender más a fondo el perfil de los agresores en situaciones similares. La ciudad de Nueva York, aún impactada por la gravedad de los hechos, sigue lidiando con los retos que implica la violencia con armas de fuego mientras se desarrolla la investigación.
