diciembre 5, 2024

el saxofonista Gustavo Firmenich cuenta cómo hizo 47 conciertos en Europa

el saxofonista Gustavo Firmenich cuenta cómo hizo 47 conciertos en Europa

El saxofonista Gustavo Firmenich, líder del Tango Jazz Quartet, un grupo que viene de hacer una gira de 47 conciertos en diferentes países de Europa, explica por qué de su incursión al tango:“Soy músico de jazz y me acerco al tango porque encontramos una riqueza que nos permite desarrollar una propuesta que nos identifica».

Y agrega, en plena charla con Clarín: «La esencia es quedarnos dentro del tango, con espacio para improvisar, pero siempre con la estructura del tango, como el tratamiento con el que se aborda un standard”.

Tango Jazz Quartet, con Santiago Villalba en piano, Martín Roa de Vila en contrabajo, Ezequiel Vargas en batería y Firmenich en saxo tenor y clarinete, se presentará el viernes 3 de noviembre, a las 20.30, en el Palacio El Victorial.

Gustavo Firmenich, saxofonista de Tango Jazz Quartet. La banda realiza grandes giras por Europa desde 2011. Foto: Guillermo Rodríguez Adami.

Salir al exterior

La exitosa travesía por Europa se viene repitiendo año tras año desde 2011, cuando por una sugerencia del acordeonista francés Richard Galliano cruzaron el Atlántico para encontrarse con un público abierto a esta particular propuesta de reunir al jazz con el tango.

«Para salir al exterior tenés que hacer tu música. Lo hago fácil: para el mundo somos un grupo de jazz argentino que, naturalmente, toca tango”, comenta el saxofonista y también clarinetista.

Hay una explicación para este acierto del Tango Jazz Quartet. “Siempre tuve en cuenta que los artistas que se han destacado tocan la música de su país, de sus raíces. Nadia Boulanger se lo dijo a Astor Piazzolla y Astor se lo dijo a Richard Galliano. Entonces le propuse al grupo hacer exactamente eso. Fue en el año 2010, cuando decidimos dar ese paso”, explicó el músico.

Tango Jazz Quartet: Santiago Villalba en piano, Martín Roa de Vila en contrabajo, Ezequiel Vargas en batería y Gustavo Firmenich en saxo tenor y clarineteTango Jazz Quartet: Santiago Villalba en piano, Martín Roa de Vila en contrabajo, Ezequiel Vargas en batería y Gustavo Firmenich en saxo tenor y clarinete

Firmenich continúa: “No usamos la corchea de swing del jazz sino patrones rítmicos propios del tango. Nosotros al abordar un tema le damos un tratamiento de standard con los patrones rítmicos del tango siempre presentes, y a medida que hicimos este camino pudimos darnos cuenta de la riqueza del vocabulario que tiene el tango”.

Un ejemplo de esta riqueza de vocabulario quedó en evidencia durante los recientes conciertos que Tango Jazz Quartet con el trombonista Delfeayo Marsalis en Buenos Aires. “Marsalis quedó fascinado con la variedad de patrones rítmicos y las síncopas que tiene el género. Hasta compuso un tema en el hotel con toda la información que le dimos que lo tocamos en esas presentaciones”, señaló el saxofonista.

Firmenich adelantó que Tango Jazz Quartet, con Marsalis de invitado, harán parte de la gira acordada para 2024.

Familia de músicos

Firmenich viene de una familia de artistas: su bisabuelo fue el concertista de guitarra Julio Sagreras, que desarrolló un método muy conocido en el mundo de la guitarra, compuso tangos. “Cuando mi bisabuelo Julio superó a su padre, otro guitarrista, lo echó de la casa y para subsistir escribía tangos que le vendía a la Antigua Casa Núñez”, recordó.

Salvo el padre de Gustavo, todos son guitarristas. La música está presente en la casa, en especial, tango y jazz. La guitarra era un destino para este músico que en su adolescencia quiso tocar saxo y clarinete.

Gustavo Firmenich dice que en Argentina se enfrenta al "tangómetro" y el "jazzómetro" de sus colegas, que les cuesta encasillarlos. Foto: Guillermo Rodríguez Adami.Gustavo Firmenich dice que en Argentina se enfrenta al «tangómetro» y el «jazzómetro» de sus colegas, que les cuesta encasillarlos. Foto: Guillermo Rodríguez Adami.

Una noche Gustavo escuchó que su padre le decía a su madre lo caro que era el instrumento, algo así como dos sueldos, pero que, aun así, se lo iban a comprar. “Tuve como un ataque extremo de responsabilidad. Me preguntaba: ¿y si no tengo condiciones? Me decidí por la guitarra; estudiaba con mi abuela y mi tío con el método Sagreras. Cuando terminé la secundaria trabajé un año, junté la plata y me compré un clarinete y me obsesioné. Estudiaba ocho horas por día clarinete porque sentía que había perdido mucho tiempo”.

Después de adquirir técnica con el instrumento comenzó a estudiar con músicos de jazz que tocasen clarinete, pero también saxo como Néstor Carrasco, Oscar Tisera y participaba de masterclass, workshops y todo lo que podía mantenerlo actualizado.

A los 18 años empecé a tocar en Jazz 4, primero como bajista, hasta que el clarinetista del grupo se fue y pasé al clarinete. Unos años después me quedé con el grupo, lo heredé y me sirvieron mucho todos estos años para desarrollarme; teníamos hasta seis shows por semana».

Prosigue: «Con el grupo tocaron como invitados el guitarrista Walter Malosetti y el saxofonista tenor Enrique Varela. Llegamos a tener un repertorio de 200 standards y creamos el ciclo Jazz a la Carta, donde la gente pedía un tema y lo tocábamos. ¡Hasta cerramos una edición de Jazzología con ese espectáculo!».

Un encuentro clave

El nuevo proyecto estaba en marcha y Firmenich lo recordó así: “Hacer jazz y tango nos costó en el comienzo, porque las métricas y los acentos son diferentes. Me ayudó mucho el guitarrista Francisco Rivero, que me llamó para un trío de dos guitarras y un clarinete. Venía de Nueva York y sintonizaba con ese tipo de propuesta y fue paralelo del nacimiento del Tango Jazz Quartet y su consolidación, en 2010, con Richard Galliano, en La Trastienda”.

El saxofonista sostuvo que el encuentro con Galliano fue clave, porque a partir de sus consejos pudieron llegar a Europa con su música. “Por un lado, a Galliano le gustó lo que hacíamos y hasta ese momento no habíamos podido hilvanar unas pocas fechas para viajar a Europa”.

“Nos dijo: ‘Es el revés, si no te ven personalmente nunca va a pasar nada. Millones de grupos mandan material. Tienen que viajar y jugársela”. Inicialmente, compramos pasajes el guitarrista Néstor Barbieri y yo…sentíamos que buscar contrabajista y baterista, por las características de la música iba a ser complicado, entonces Fernando Castellanos, el baterista nos dijo que nos acompañaba y algo parecido pasó con Hugo Borchet, contrabajista que vino para esa gira. Salimos para Francia los cuatro, el Tango Jazz Quartet”.

Y sigue: “Pudimos tocar en varias ciudades de Europa, empezando por Francia. La primera gira fue muy difícil, aunque resultó distinta la relación con los productores y programadores de clubes cuando avisaba que iba a estar en Francia. Comenzaron a llegar las respuestas. Tocamos en cuatro ciudades en 17 días, elegimos lugares en los que teníamos algún conocido o familiar. En una oportunidad, llegamos a armar en el club para que nos escuche tocar el dueño y así, nos contrató. En nuestra segunda gira, en 2012, ya tocamos en el club Sunset Sunside, de París, un lugar muy importante y de esta manera nos hicimos conocer. La reacción del público fue muy buena desde el comienzo».

Ya hicieron 29 giras, 15, en Europa con un promedio de 40 conciertos por gira, aunque en 2023, fueron 47 los shows. «En Estados Unidos, estuvimos, tres veces, tocamos en Rusia, Siberia, China, Sudáfrica, Nigeria, Mozambique y todas las experiencias fueron hermosas.

Sudáfrica y Siberia

Firmenich recordó cuando tocaron en Sudáfrica, en el Festival de Jazz de Johannesburgo en la que compartieron programación con el trompetista Terence Blanchard y el grupo del saxofonista alto Donald Harrison.

“En esa ciudad vivimos una experiencia curiosa, porque la embajada argentina nos llevó a tocar a un club en medio de una inmensa township (lo que en la Argentina sería una villa miseria). Fue media hora de viaje a través de una zona muy pobre para tocar en un club a sala llena y una audiencia con una energía hermosa que disfrutó de nuestra música bailando y gritando. La pasamos muy bien”, añadió el músico

En Siberia, una productora los llevó para una serie de conciertos tres días a Tomsk, y cómo sólo hablaba ruso se tuvieron que manejar con el google traslate del Messenger. “No nos quedaron algunas cosas claras, salvo que teníamos los pasajes y lo que íbamos a cobrar», dice Firmenich.

Y todo salió bien: «¡Nos llevaron a todos los canales de televisión, a todas las radios». Dimos dos masterclass en la Universidad de Siberia; por la noche en un teatro hicieron una mega producción con la escuela de tango de la ciudad que hizo una coreografía con nuestra música y más tarde tocamos en un club de jazz, el primer set con nuestra música y el segundo, jam sesión. La noche siguiente nos llevaron a una milonga en la que había bailarines de dos escuelas de tango que bailaron muy bien. Había muchísimas parejas en la pista y todos lo hacían muy bien”.

En la actualidad, Tango Jazz Quartet tiene contratos para 2024 (hasta el momento de la nota tenía cerrado 30 conciertos), 2025 y 2026. Durante la pandemia trabajaron menos pero casi sin detenerse. Por ejemplo, en 2021, hicieron 37 conciertos. “Conseguimos visas para entrar a Europa por Suiza. Fue una gira rara porque la gente estaba muy emocionada de poder volver a escuchar música en vivo después del encierro, y en algunos lugares fuimos los primeros en tocar en vivo”, siguió contando el músico.

-¿Por qué crees que el Tango Jazz Quartet no tiene tanta llegada en Buenos Aires?

-En la Argentina hay mucho nicho. Los tangueros sacan el “tangómetro” como también los de jazz, el “jazzómetro”. No me molesta, acá es así. Creo que no estamos en el radar de nadie. En 2022 tocamos en el Festival de Cosquín con Yamila Cafrune y la comisión del festival se reunió un mes para definir si podía tocar un grupo llamado Tango Jazz Quartet. Al final a la gente le gustó.

Todos los festivales que hay en Europa y en los Estados Unidos tienen música de todo tipo. Miraba la programación y pensaba: si lo hacen en la Argentina los matan. Allá los festivales son masivos. En 2022 tocamos en el Festival de Nis, en Serbia, que es uno de los diez festivales más importantes de Europa. Toqué con la Orquesta Malbec, un ensamble de diez músicos, antes había tocado el trompetista Tom Harrell y después de nosotros subió Earth, Wind & Fire.

Cierre de año

Sobre el concierto en el Palacio El Victorial, Firmenich contó que será un festejo por el excelente año que tuvo la banda, no sólo por la extensa gira sino también los shows con Marsalis, en Bebop. Habrá invitados y el repertorio tiene como concepto la historia del tango, desde la Guardia Vieja hasta Piazzolla que incluye temas compuestos por el saxofonista.

Tango Jazz Quartet se presentará el viernes 3 de noviembre, a las 20.30, en el Palacio El Victorial, Piedras 722. Entradas $2500.