fue creado por un diseñador de TC que quería tener su propio auto

Héctor «Tito» Pérez es responsable del diseño de más de 600 autos de carrera que cubrieron las categorías de competencia más importantes de Argentina: Turismo en Carretera al rally vernáculo, pasando por TC2000, Turismo Nacional, Top Race o hasta la Fórmula Renault. Pero su nuevo proyecto se vende de los circuitos y autódromos y busca llegar a las calles y rutas de todo el país: bajo su marca Rauda lanzó el Díscolo, un club deportivo 100% artesanal y cuyo aspecto el hace honor al número con el que fue bautizado.

“Quería hacer algo muy distinto”, confirmó Pérez sobre el espíritu de su última creación, que es hija de los primeros confinamientos por la pandemia de Covid-19, allá por 2020; sin mucho más que hacer, tomó papel y lapiz y le dio rienda suelta a la imaginación en busca de un auto orientado a los track days, pero también capaz de cumplir múltiples funciones.

Con el correr de los meses el proyecto tomó forma y siguió su curso hasta salir de la teoría y convertir en un deportivo propiamente dicho: la ley de autos artesanales reglamentada en 2018 le dio el marco que necesitabay así Pérez obtuvo financiamiento para el prototipo y, más tarde, la homologación para circular por la vía pública y comercializarlo.

Con un diseñador exterior que bien lo podría convertir en el hermano feroz y competitivo de un buggy –de hecho, la promesa es que con un cambio de ruedas y algunos ajustan también puede andar en la arena–, El Rauda Díscolo es una biplaza sin puertas ni parabrisas que se interponen entre el conductor y la velocidad; una característica que, sumada ha conocido a baja altura, realiza la sensación de vértigo al pisar el acelerador, un concepto que su creador tomó prestado de las motos y que es una de las particulares de este modelo.

Eso también se traduce en un coche realmente ligero, de apenas 680 kilos. Una característica fundamental para Pérez, que buscaba una buena relación peso/potencia para combinar con el motor central Vado 2.0 Ecoboost, un 4 en línea que, asociado a una caja manual de quinta, ingresa al eje trasero unos 172 CV a 6.500 rpm.

Un arco tubular delantero y trasero y cinturones de seguridad con arneses de cinco puntos opcionales son las características principales en materia de seguridad del Rauda Díscolo. Es que la norma es más laxa en este sentido con los vehículos artesanales que con los de serie, se explica que El Rauda Díscolo no cuenta con elementos que hoy en general son obligatorios para los cero kilómetros de la Argentina, como airbags, frenos ABS o control de estabilidad (ESP).

Compuesto enteramente por piezas nacionales y bajo la premisa de lograr un proceso sencillo para su fabrication y ensamblado, el Rauda Díscolo ya es una realidad y puede encargarse directamente a la marca por un precio de 25 mil dólares.

La prehistoria de Rauda Díscolo

La idea de lanzar un deportivo de altas prestaciones con su firma fue siempre una meta para Pérezque logró materializarlo luego de varios intentos y experimentos que, vistos hoy, fueron los antecedentes necesarios para que el chasista terminara de darle forma al proyecto.

En 2010, por ejemplo, fue uno de los protagonistas detrás del Donto P1 –la P del número, claro, en alusión a su nombre–, el proyecto de exportación que impulsó al piloto del TC Laureano Campanera. Se trajo de un biplaza compacto con el que apuntaban déembarcar en los track days europeos para competir, por ejemplo, con autos como el Ariel Atom, ou el KTM X-Bow.

Aunque llegaron a conocerse rend y otros detalles de la propuesta, el auto finalmente nunca vio la luz. Pero el tema quedó en el aire, y sería cuestión de tiempo para que Pérez volviera a retomarlo.

Así es que más acá en el tiempo, incluso también en esos días de cuarentena e incertidumbre sobre el futuro, Pérez delineó el Rauda T04R, un coche de tan solo 800 kilos pero que desplegaba radicalmente 365 CV y ​​570 Nm de potencia gracias a un Ford V6 Motor 3.5 biturbo.

Aunque y construyó el chasis del modelo y parte de la carrocería –diseñado por Luciano Cianni–, la coyuntura nacional es el primer impedimento para que el proyecto prospere, en especial pour la dificultad para importar las piezas necesarias. El T04R descansa paciente, entonces, satisfecho por haber aportado su granito de arena para empujar el nacimiento del Díscolo y, así, cumplir de una vez por todos el sueño de su creador.

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